Capítulo 13

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  • Dedicado a Munni Correa Ferrari
                                    

¡Muy buenos días, mi queridas tweeties! ¿Cóm andan? Espero que el día las esté tratando de la mejor manera.

¿Están emocionadas? Llegó el día en que se descubre quién es "A". Chan, chan, chan. Espero que les guste quién es. Si tienen alguna queja, son bienvenidas a expresarlas :)

Como ya vine anticipando hace unos capítulos, hoy va a ser la última vez que subo capítulo hasta el VIERNES 18. Ese día vuelvo a subir la novela. Todo porque me voy unos días de vacaciones y voy a estar desconectada del mundo cibernético.

Sin más que decir, les dejo el capítulo.

¡Disfruten!

Cuenta regresiva: 7 capítulos para el final :)

********************

—¿¡Qué pasó?! —preguntó Gaby alarmada al verme llorando desconsoladamente en su cuarto. Zayn se había retirado sin decir nada al verme en ese estado, entendiendo perfectamente que necesitaba a mi mejor amiga más que nunca en ese momento.

No hizo falta que le dijera el motivo, ya que ella lo adivinó segundos después de haber formulado la pregunta: Harry.

Dejó que me acueste sobre su cama, que abrazara a uno de sus almohadones y que llorara para descargarme. Ella sólo se atinó a sentarse a mi lado y acariciar mi pelo. Pero pude ver también como algunas lágrimas se escapan de sus ojos. No le gustaba para nada verme llorar. Y menos por un chico.

Cuando ya no había más lágrimas para derramar, me desperecé y me senté tipo indio en la cama. Gaby me tenía preparada una caja de pañuelos descartables y le usé un par, antes de tomar un vaso de agua —que había traído su madre— y poder calmarme por completo.

Gaby me miraba directamente a los ojos. Su mirada era seria. Tenía miedo de preguntar el por qué y que yo me quebrara de vuelta. Por eso, intentaba buscar algo en mi mirada, pero yo no quería mirarla. Aunque fuese mi mejor amiga, y nos conociéramos desde que teníamos pañales, me daba vergüenza que me viera en ese estado de depresión.

—¿Puedo preguntar qué pasó? —preguntó en forma temblorosa.

—Más tarde —contesté. No quería hablar en esos momentos. Necesitaba descansar.

Con sólo esa respuesta ella entendió que quería quedarme en su casa esa noche y no volver a la mía. Y no tuvo ningún problema con eso.

Tomé mi iPhone y le mandé un corto mensaje de texto a mi hermano, pidiendo que le avisara a mi madre que me quedaría a dormir en lo de Gabriella. No sospecharía nada, porque era de esa forma como siempre le avisaba si me quedaba en lo de mi mejor amiga. Apagué el celular —no quería que nadie me molestara— y volví a recostarme sobre la cama. Quería descansar un poco. Cerré los ojos y Gaby volvió a acariciarme el pelo.

Estaba muy cansada. El sueño me estaba ganando y no tardé mucho en entregarme a los brazos de Morfeo. Lo último que llegué a escuchar fue la voz de Gaby hablando por teléfono con alguien. Me pareció oír el nombre de mi madre. ¿Por qué estaba llamando a mi madre?

.

Una luz enceguecedora no me dejaba dormir. ¿Ya había amanecido? Abrí los ojos y me encontré con Gaby apuntándome con el velador a la cara. Seguramente no me había podido levantar de otra manera.

—¿Qué hora es? —pregunté.

—En unos minutos va a estar lista la cena. Báñate, que traigo la comida para acá.

That Thing Called Love (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora