That Thing Called Love (Harry Styles)

Capítulo 6

Buenas noches, muchachas. ¿Cómo andan? Espero que muy bien.

Me está gustando la repercución que está teniendo la novela, leer todos sus comentarios me hacen muy feliz y me llenan el alma. Así que les tengo un trato: si siguen comentando, votando, leyendo como lo hacen, voy a empezar a subir DOS capítulos por semana. Si se portan bien. Serían los MARTES y los VIERNES. ¿Les gusta la idea? Háganmelo saber en los comentarios.

Sin más que decir, ¡disfruten el capítulo!

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—¿Qué fue lo que te hizo ese pelotudo? —preguntó mi hermano Thomas entrando a mi cuarto.

—¿Cómo sabes que estoy así por un chico? —lo miré invitándolo a sentarse a mí lado y él me abrazó para que apoyara mi cabeza en su hombro.

—Porque no estás peleada con mamá ni con papá, Gaby se fue hace un rato y no me llegó la noticia de que hayas hecho algo malo en el colegio —dijo al estilo Sherlock Holmes.

—Es Harry Styles —susurré.

—¿Harry? ¿El capitán del equipo de básquet? —preguntó sorprendido y yo asentí— ¿Qué fue lo que te hizo?

—Me usó, jugó conmigo —él me miró extrañado—. Resulta que nunca nos llevamos bien, pero sin embargo lo ayudé a aprobar una materia y, cuando nos juntamos a estudiar, fue muy dulce y caballero. Pero toda esa actitud se esfumó cuando se agrandó frente a sus amigos diciendo que había aprobado por cuenta propia. Y, en un ataque de bronca, le tiré un vaso de agua. Luego me vino a encarar para aclarar la situación y terminó por besarme —expliqué.

—¿Y tú qué hiciste?

—¡Nada! ¿Qué pretendías que hiciera? Me tomó por sorpresa completamente todo y no me salió pegarle o algo porque no hubiese podido hacerlo.

—¿Estás enamorada de él?

—Completamente —admití. Por primera vez lo había dicho en voz alta, y se sentía tan bien.

—No te preocupes por él —dijo luego de unos minutos de silencio.

—¿Y qué sugieres que haga, entonces?

—Ignóralo, no lo ayudes, deja que encuentre lo que necesite por sus propios medios —terminó por decir—. Y, si realmente está confundido, que aclare sus pensamientos y que te encare cuando los tenga en claro.

—Gracias, Tommy —dije sonriéndole.

El secó mis lágrimas con un pañuelo y me abrazó. Lo amaba cuando era así de dulce y atento conmigo, pero lo odiaba cuando se ponía en el papel de hermano fastidioso y me vivía molestando y peleando.

.

Estaba en la casa de Gaby, haciendo un trabajo que nos había mandado la profesora de Literatura. Por suerte había dicho que lo podíamos hacer con un compañero, por lo que no tardamos con mi mejor amiga en agruparnos para hacerlo juntas.

—¿Pasó algo con Harry? —preguntó cuando llegamos al tema de conversación.

—Que fue lo que no pasó, querrás saber —contesté.

Sus ojos se abrieron como platos y dejó todo lo que estaba haciendo para sentarse en su cama, señalándome que la imite y le cuente todo. Me acomodé en posición de indio, enfrentándola y comencé a hablar.

—Harry vino a pedirme explicaciones por la situación que le hice pasar ayer —comencé—. Y de paso se disculpó por la humillación que me hizo sentir en el aula, sumando también a que se dignó a agradecerme…

—¿Cuándo sucedió eso?

—En el camino a casa, luego del colegio —dije—. Me dijo que no podía perder su reputación admitiendo en frente de todos que había recibido mi ayuda.

—¿Y tú qué hiciste?

—Le dije que pensaba que era diferente, pero que me había equivocado.

—¿Y cuál fue su reacción?

—Me besó.

—¿¡Qué hizo qué?! —preguntó atónita.

—No es tan complicado Gaby —dije sin darle importancia al tema—. Simplemente me besó.

—Pero, ¿cómo? ¿Por qué?

—¿Cómo quieres que lo sepa? No me dijo nada, me besó de sorpresa y luego se fue. ¡No sabía cómo reaccionar! Y para el colmo, recibí otro mensaje de ese tal “A”.

—¿Otro más? ¿Qué dice? —le mostré el mensaje— ¿Quién crees que es?

—No tengo ni la más mínima idea, pero ya me empieza a asustar. Siento que me están siguiendo, que me están observando todo el tiempo.

—¿No crees que puede ser el mismo Harry?

—Lo pensé, pero no creo que sea tan estúpido para hacer este tipo de juegos. Claramente es alguien que me quiere asustar…

Di por terminado el tema y volvimos a enfocarnos en el trabajo que debíamos entregar. Pero no pude concentrarme por mucho tiempo, ya que mi celular comenzó a sonar fuertemente, avisando que alguien me estaba llamando.

Mi corazón comenzó a latir más fuerte y retuve un poco el aire cuando leí que la llamada entrante pertenecía a Harry. Miré a Gaby desesperada y ella tomó el teléfono para atenderlo.

—¿Hola? —preguntó ella al contestar— Oh, Harry, eres tú —dejo que Harry hablara—. No, ella no puede atenderte en estos momentos, ¿quieres dejarle algún mensaje? —escuchó atentamente— Oh, está bien, le digo que la llamas más tarde. Muy bien, adiós —cortó la comunicación.

—¡Gracias! —dije abrazándola.

—Sí, bueno —dijo separándose—, ¿qué vas a hacer cuando te llame de vuelta?

—Mmm, no lo sé. Supongo que escucharé lo que tenga que decirme.

—Pero no permitirás dejarte llevar por tus sentimientos, ¿entendido?

—Sí, mamá —dije haciendo pucherito.

La abracé de vuelta antes de ponernos a terminar el trabajo. Apagué el celular porque no quería distracciones. Total, si alguien de mi familia me necesitaba, sabía dónde encontrarme.