Capítulo 5

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Lamento actualizar tan tarde en el día de hoy, pero no pude más temprano. Además, ayer Wattpad no me dejó subir capítulo porque estaba actualizando sus servidores. Si me siguen en Twitter, habrán visto mi frustación latente.

Amo este capítulo, es muy tierno pero a la vez bipolar. Van a ver otro lado de Harry.

Cambié la portada de la novela, ¿les gusta? En lo personal, me gusta mucho más que las otras dos que tengo. ¡Espero que a ustedes también!

Puede que a partir de la semana que viene actualice DOS veces por semana, todavía no estoy segura. Estén atentas el próximo MARTES para esta noticia.

¡Disfruten del capítulo!

********************

—¿Qué fue ese mensaje? —pregunté en cuanto vi a Gaby en el recreo.

—¿De qué hablas? —preguntó ella desconcertada.

—¿Del mensaje de “A”? —dije mostrándole el texto.

—Yo no te envié esto —dijo devolviéndome el celular—. ¿Cuándo lo recibiste?

—Dos minutos después de haberle tirado el agua a Harry. Y tú eres la única que sabe que fui a lo de Harry ayer, sin mencionar a mi familia —comenté bajando el tono de voz.

—Realmente no sé de quién se trata —contestó.

Rodé mis ojos, guardé mi celular y comencé a caminar en dirección a la última clase del día.

—Mi madre vendrá a buscarme hoy a la salida, así que no nos iremos juntas —dijo de la nada.

—No importa, cualquier cosa pasas un rato por casa a la tarde, ¿te parece? —ofrecí.

—Genial, te veo luego —dijo despidiéndose y yendo a su clase.

.

El día estaba completamente hermoso. El sol iluminaba el cielo que se encontraba libre de nubes. Y eso que estábamos cerca de las vacaciones de invierno. En fin, gracias a cómo estaba el día, mi retorno a casa duró más de lo normal, porque me dediqué a disfrutar del tiempo.

Al poco tiempo sentí que alguien gritaba mi nombre, pero decidí no prestarle atención y seguir caminando. Sin embargo, los gritos se escuchaban cada vez más cerca y hasta se sentían los pasos de alguien corriendo.

—Victoria —dijo un hombre mientras me tomaba del brazo para que lo enfrentase: Harry.

Estaba agitado por la corrida que recién había hecho, por lo que sus cachetes estaban colorados y eso me causó ternura.

—¿Qué quieres? —pregunté fríamente.

—¿Qué demonios fue eso que pasó hoy? —dijo soltándome.

—¿Qué fue lo que pasó hoy? —me hice la desentendida.

—Oh, vamos Tory —me sorprendí por la manera en que me llamó. Si me llamaba por algún apodo, siempre era Vic—, ¿quieres que te refresque la memoria tirándote un vaso de agua?

—Creo que eso deberías aplicártelo tú mismo. ¿O acaso se te olvidó quién fue la persona que te ayudó a aprobar matemáticas?

—Yo… —comenzó y lo miré desafiante—. Muchísimas gracias, Tory —dijo tomando mi mano—. En serio, fue bastante fácil estudiar después de que me hayas explicado. Eres impresionante —dijo en tono dulce.

—¿No tendrías que haberme agradecido en su momento? —contesté de manera fría, soltándome de su agarre— Digo, cuando te entregaron la nota, en vez de presumir con tus amigos.

—Lo siento —dijo arrepentido. ¿Tenía problemas de personalidad este chico?—. Creo que estuve mal pero, entiéndeme Tory, tengo una reputación que mantener. No puedo admitir enfrente de todos que gracias a ti pude aprobar.

—¿Sabes qué, Harry? Realmente pensé que eras diferente, no el típico chico popular de la secundaria. Pero me equivoqué, eres exactamente igual a ellos, egoísta, agrandado y desagradecido —escupí las palabras en su cara.

—Es que… no lo entiendes Tory —dijo mirando el suelo.

—¿No entiendo qué, Harry? —dije desesperada. Este chico me confundía.

Él sólo atinó a mirarme. Podía leer en su mirada que estaba arrepentido enserio y que quería decirme algo. Le sonreí para enfundarle fuerzas y él copió mi acción, mostrándome sus hermosos hoyuelos.

De un momento a otro sentí su mano en mi nuca y sus labios sobre los míos, formando un beso dulce y cálido. Instintivamente respondí, sin detenerme a pensar que había esperado por ese momento desde que lo había conocido. Las mariposas revoloteaban en mi estómago, dando una fiesta de primavera.

Lentamente se separó, dejándome aspirar su aliento mientras pegaba nuestras frentes.

—¿Qué fue eso? —pregunté desconcertada, mirándolo a los ojos, aquellos que me hipnotizaban.

—Tory, yo… —comenzó, pero luego calló— Lo siento —dijo luego de unos segundos callado—, y gracias por ayudarme, en serio —volvió a besar mis labios por unos segundos y luego se alejó para volver por donde había venido, dejándome sola en el medio de la vereda.

¿Qué era lo que le pasaba? ¿Tenía trastornos bipolares? ¿Cómo podía cambiar de actitud cada dos segundos? Un día me trata de manera dulce, luego presume de su “sabiduría” y me humilla frente a todos y, por último, viene arrepentido a disculparse y ¿me besa?

No iba a negar que no hubiera disfrutado el beso porque realmente lo había hecho, había sido una sensación inexplicable pero, ¿por qué era así de retorcido?

Estos pensamientos rondaron en mi cabeza en lo que quedaba del camino de vuelta a mi hogar. Pero algo logró que deje de pensar en eso por unos minutos: un nuevo mensaje de “A”

“Harry cambia de parecer como cambia de remera. Yo te sugiero que tengas cuidado, sino quieres salir lastimada. –A”

Paré en seco. ¿Quién era “A”? ¿Cómo era que sabía todo lo que estaba pasando con Harry? ¿O acaso era justamente Harry, chantajeándome?

Sentí que alguien chocaba conmigo, por andar caminando distraído. Una chica un poco más baja que yo, con esa figura de revista, de piel y cabello moreno y ojos color negro: Moon.

Moon era la chica más popular del colegio. Hija de padres adinerados, se creía el centro del universo y vivía para la fiesta y los chicos. Necesitaba estar rodeaba de chicas que eran igual de huecas que ella y de hombres que le alaben su belleza. En fin, la típica chica malcriada que se encuentran en todos lados.

—Miren quién está aquí —dijo observándome de arriba abajo—. La nerd que se cree genial por tirarle un vaso de agua a Harry Styles.

—Lo de nerd te lo acepto, lo demás no —dije devolviéndole la mirada—. Fue un gusto verte, Moonie —dije sarcásticamente.

Ella rechinó sus dientes, haciéndome reír y yo seguí mi camino hasta mi casa, donde me encerré en mi cuarto para poder descargar toda la bronca que llevaba encima.

That Thing Called Love (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora