That Thing Called Love (Harry Styles)

Epílogo

Hello tweetties! ¿Cómo andan? Espero que de lo mejor. El calor acecha en Buenos Aires y estoy muriendo. No veo la hora de que refresque un poco.

Bueno, esta historia llegó a un final.

Me entristece tener que dejar ir a una de mis novelas, pero sé que pronto va a llegar otra historia para entrenerme y entretenerlas.

Shamrock Fields, la nueva historia con Nick Jonas cómo protagonista, comenzaré a subirla el 19/02 y la subiré dos veces por semana: los martes y los viernes, como hacía con esta novela. Así también no las desconcentro con otros días y demás.

Espero que les guste este epílogo. Es corto, pero me gustó escribirlo.

¡Disfruten!

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Era domingo, lo cual significaba una sola cosa: la final del campeonato de básquet.

El equipo del colegio había conseguido su lugar en la final gracias al duro esfuerzo realizado durante todo el año y gracias a todos aquellos increíbles partido que jugaban y ganaban en el torneo.

Con Gaby habíamos ido antes de la concentración para estar unos minutos con Harry —ya lo había perdonado y habíamos vuelto a estar juntos— y Zayn deseándoles la mejor de las suertes antes de ir a acomodarnos a nuestros respectivos lugares.

Poco a poco, el gimnasio comenzó a llenarse. Ambas tribunas estaban llenas. La emoción se sentía por todos lados. La hinchada del equipo contrario era nada comparada con la del equipo de nuestro colegio. Eso sí era verdaderamente una hinchada. Todos estábamos gritando canciones inventadas, apoyando al equipo. Era algo completamente indescriptible.

Las porristas de ambos equipos llegaron a la cancha y ambas hicieron sus respectivas coreografías para la ocasión. Luego se ubicaron al costado de la cancha y comenzaron otra danza alentando a sus respectivos equipos, mientras estos salían a la cancha para saludar a la gente.

Los jugadores se posicionaron en sus respectivos puestos y lados de la cancha. El silbato sonó y dio por comenzado el último partido del campeonato. La gran esperada final.

Comenzamos perdiendo, pero no pasó mucho tiempo hasta que logramos empatar el partido y así quedó hasta que llegó el último cuarto del partido. Nunca había sentido tantos nervios en mi vida, pero lo peor era cuando veía cómo le hacían falta a Harry. Directamente no podía soportarlo.

El cuarto y último tiempo empezó.

No quería saber nada de cómo iba el partido. En lo único que me concentraba era en Harry, en si salía herido. Pero sonreía cada vez que él anotaba un doble y se daba vuelta para dedicármelo y modular un te amo. Eso realmente me hacía feliz.

Lo mismo pasaba con Zayn y Gaby.

Los últimos minutos eran eternos, no se acababan más y, lo peor de todo, era que volvieron a quedar empatados.

Si un equipo anotaba, se terminaba el partido.

Era el momento de la decisión.

Harry tomó un pase que le había lanzado Zayn desde media cancha. Comenzó a correr a toda velocidad con la pelota picando a su lado, eludiendo a cualquiera que se le cruzase en el camino. Tenía que llegar encestar esa pelota para anotar un doble y ganar el partido.

Finalmente, lo logró.

Convirtió esa anotación en la victoria para su equipo.

El silbato del árbitro sonó y todos comenzamos a saltar y gritar de la alegría.

Habíamos ganado.

Habíamos salido campeones.

Con Gaby corrimos gradas abajo para poder llegar a la cancha y colgarnos de las espaldas de nuestros amados para celebrar con ellos.

Harry me tomó de la cintura para profundizar el beso que nos estábamos dando y ambos sonreímos en el medio de este. Pero era de esperarse que no fuera a durar mucho. Harry había sido el salvador, el héroe y todos lo reclamaban para felicitarlo y festejar.

Nos separamos y nos miramos a los ojos.

—Te paso a buscar a las ocho en punto —dijo sonriendo, mencionando la fiesta que se llevaría a cabo por la victoria, antes de irse a festejar con sus compañeros del equipo.

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Y colorín colorado, esta historia se ha terminado.

¡Hasta la próxima, amigas!