Capítulo 15

1.8K 33 9
                                    

Hello my tweetties! Cómo andan? Espero que de lo mejor, estén donde estén.

No hay mucho que contar, sólo que a esta novela le quedan 5 capítulos, nada más.

NO DESESPEREN porque ya tengo la próxima novela que les voy a subir para que puedan seguir leyendo mis historias. Se llamará "Shamrock Fields" y será una fan ficción de Nick Jonas.

Espero que le den una oportunidad, es una novela linda :)

Para más información, visiten mi Tumblr: sassyorsweet.tumblr.com/tagged/novelas

Ahora sí... ¡Disfruten!

********************

Los rayos de sol se filtraban por la ventana, avisándome que era hora de levantarme. Me dirigí a la ventana y corrí las cortinas, permitiéndome ver el hermoso día que me estaba esperando afuera. Salí al balcón y sentí una brisa fresca que hizo estremecer mi piel. Estábamos en primavera, pero el frío no se había ido por completo.

Decidí comenzar mi día dándome una ducha caliente y relajante. Iba a aprovechar mi día al máximo, por lo que decidí vestirme lo más cómoda posible: jean, remera, buzo y zapatillas.

Bajé a desayunar una vez que hube terminado de cambiarme y peinarme. En la cocina, encontré a mis padres hablando de las vacaciones. ¿Vacaciones? ¡Quedaban todavía dos meses para que terminara la secundaria!

Mamá me sirvió un té y luego me preparó unas tostadas para que me alimentase, antes de retomar la charla con mi padre. Thomas hizo aparición luego de unos momentos, todavía en pijama y con el pelo todo alborotado. Reí ante su apariencia.

—¿Quieres acompañarme al centro comercial, Tom? —le pregunté mientras tomaba su desayuno.

Me miró confundido y extrañado, al principio. No podía creer lo que le estaba preguntando, pero luego suavizó sus expresiones y me respondió.

—Seguro —ambos sonreímos.

.

—¿Sucede algo? —preguntó Tom una vez que nos encontrábamos en la terraza del shopping, tomando un café en Starbucks, aunque ya habíamos desayunado.

—Nada, ¿por qué?

—Porque este es un comportamiento extraño en ti —arqueé una ceja porque no entendía—. Digo, nunca haces este tipo de cosas. No es que no me guste, al contrario. Pero debe haber un motivo para que lo hayas hecho —aventuró.

—No pasa nada. Mira, la semana que viene es Pascuas y pensé que sería lindo hacer regalos a la familia. Y te traje conmigo para que eligieras el tuyo.

—Tory, te conozco.

Tom adoptó su posición seria: entrelazó sus manos y apoyó sus brazos sobre la mesa, mirándome fijamente. Había veces que odiaba a mi hermano por ser tan perceptible y conocerme tanto. Este era uno de esos casos.

—Terminé con Harry —solté de una y esperé su reacción.

Sus ojos se abrieron de par en par, como dos platos grandes. No podía comprender lo que le acababa de decir. Sin embargo, al momento se recuperó y sonrió, feliz de la vida.

—¿En serio? ¡Aleluya! —festejó y yo lo pateé— ¡Ouch! Lo siento. ¿Por qué terminaron?

—Porque comprobé con hechos —remarqué la última palabra— lo que yo suponía que pasaba entre él y Moon. Y él no lo desmintió.

—¿Puedo ir a romperle la cara? —preguntó tranquilamente y reí ante su comentario.

—No hace falta. Creo que lo herí bastante con lo que le dije.

—¿Y tú cómo estás? ¿No te causa tristeza?

—Claro que me pone triste pero ya derramé suficientes lágrimas por él. No las merece. Por más de que lo siga queriendo, no lo puedo perdonar —Tom acarició mi mano—. Tommy, no voy a pasar el resto de mi vida llorando por Harry. Ya lo hice y no lo quiero hacer más.

—Sin embargo, sigues enamorada de él, que es el hombre equivocado.

—Claro que sigo enamorada, el amor no se disipa en cuestión de segundos. Ahora, ¿te vas a poner en mi contra?

—No. Sólo te quiero hacer entender que, quieras o no, siempre vas a terminar volviendo a él.

—¿Cómo lo sabes?

—Fácil: tengo dos años más de experiencia que tú —soltó.

—Como si eso fuera mucho —comenté sarcásticamente y ambos reímos.

Comenzamos a recorrer el lugar para ver qué regalos podíamos comprar, ya que mi hermano se sumó a mi idea de comprarle regalos a todos. A mi madre y a mi tía les compré una cadena de plata que venía un hermoso dije de una C, por la inicial de sus respectivos nombres: Christine y Clarisse. A mi padre le compré una corbata negra que le hacía juego con una camisa que mi madre le había comprado para su cumpleaños el mes anterior. Y, por último, Thomas se eligió el último disco de los Rolling Stones, su banda preferida.

Estábamos saliendo del local, cuando mi celular comienza a sonar con una llamada entrante, proveniente de Gaby.

—Hey Gaby —saludé al atender.

—¿Te enteraste? —preguntó de repente.

—¿De qué?

—De lo que le pasó a Moon.

—No y no me interesa —contesté de mala gana.

—No importa, lo debes de saber.

—¿Qué fue lo que pasó, Gaby? —pregunté, tomando asiento en un banco que había por ahí.

—Ayer tuvo un ataque nervioso. Se enteró que tú cortaste con Harry y entonces fue a buscarlo a la casa en el medio de la noche, pero Harry no le prestó atención. Y parece que luego empezó a gritar y a hacer un escándalo para terminar sacando una tijera del bolsillo y hacerse cortes en los brazos —explicó.

—¿Me estás hablando en serio, Gaby? Mira que con estas cosas no se debe molestar —pregunté. Conociendo a mi amiga, ella era capaz de hacer este tipo de bromas.

—Estoy hablando muy en serio, Tory.

—¿Qué hizo Harry?

—Llamó a una ambulancia y la internaron en el hospital, pero le dieron el alta esta mañana —pausó por unos minutos—. Ten cuidado, Tory. Le tengo miedo a esa loca.

—Quédate tranquila, Gab, estaré bien.

Nos saludamos y terminamos la conversación, pero yo no estaba del todo tranquila. ¿Qué haría Moon ahora? Tenía miedo porque podía venir por mí. No iba a ser la primera vez que lo hiciera.

Mi hermano me tomó del brazo y comenzamos a caminar en dirección a donde estaba estacionado el auto. Una vez que me encontraba abriendo la puerta del copiloto, decidí levantar la vista del suelo.

Mi vista localizó un par de ojos de color verde azulado pertenecientes a la persona de la que estaba enamorada. Mi corazón se estrujó al verlo ahí parado, indefenso, con tanto dolor, no sólo en sus ojos, sino en sus facciones. Estaba sufriendo, pero no podía perdonarlo. Él se lo había buscado. Y si estábamos como estábamos, era enteramente su culpa.

That Thing Called Love (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora