Nuevo martes, nuevo capítulo. Espero que lo disfruten.
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Su sonrisa —con la cual se podían apreciar sus hermosos hoyuelos— había logrado cautivarme hasta en lo más profundo de mi ser. Sus ojos —de ese color intermedio entre el azul y el gris— tenían esa mirada dulce que raramente se podía admirar. ¿Qué me estaba pasando? Se suponía que Harry era la persona que más odiaba en el mundo pero, ¿a quién engañaba? Estaba totalmente enamorada de él.
—Hey, Vic —saludó con un beso en mi mejilla cuando llegué hasta la puerta.
—Hey, Harry —sonreí. ¿Cómo se suponía que tenía que actuar?
Abrió un poco más la puerta para permitirme el paso y, una vez adentro, me guió hasta la cocina. Reí ante la vista de varias hojas desplegadas arriba de la mesa con ejercicios a medio hacer y otras directamente en blanco. Lo miré y él sólo se limitó a encoger los hombros. Realmente no entendía nada de trigonometría.
—¿Quieres algo para tomar? —preguntó amablemente.
—No, gracias —contesté y él me miró siguió mirando—. Bueno, sírveme un vaso de lo que tú tomes —sonrió—, pero que no sea alcohol —advertí. Él sólo rió.
—Ponte cómoda.
Acaté su orden y me senté en una de las sillas que rodeaban la mesa que se encontraba allí. Acomodé alguna de sus hojas y saqué mis apuntes para ver por dónde empezaba a explicarle porque, por lo que veía, no entendía nada del tema.
Me dediqué a observarlo mientras él sacaba dos vasos de vidrio de la alacena. Una mínima porción de su físico quedó al descubierto cuando tuvo que estirarse para agarrar lo que necesitaba y yo creí desfallecer. ¿Es que no podía dejar de ser tan perfecto? Me recompuse cuando se dio vuelta para enfrentarme. No podía dejar que se diera cuenta de lo que provocaba en mí.
—¿Por dónde quieres empezar? —pregunté una vez que se ubicó frente a mí, dejando los dos vasos de jugo de naranja en la mesa.
—¿Por el principio? Realmente no entendí nada del tema.
—Querrás decir que nunca prestaste atención en las clases —lo corregí.
—Eso es un tema aparte —rió—. El problema es que es el último año y no quiero reprobar ninguna materia.
—Wow, resulta llamativo tu cambio de actitud —comenté sorprendida.
—Extraño, ¿no? Pero bueno, como te dije antes, es el último año y quiero dejar de preocuparme por exámenes adicionales a finales de año.
—Bien, te felicito, entonces —le sonreí—. Ahora comencemos. Trataré de explicarte todo lo más simple posible, así lo comprendes bien, ¿te parece?
—Perfecto —dijo acomodándose mejor para empezar a resolver los problemas.
Tomé el libro, busqué el capítulo correspondiente al tema y agarré una hoja en blanco para comenzar a escribir algunos apuntes, a medida que le explicaba desde el principio. Primero un vistazo general y luego, uno a uno, todos los teoremas que se aplicaban en esa rama. Una vez que hube terminado —y el comprendido— comenzamos a resolver los problemas que la profesora había mandado de práctica.
—¿Quieres descansar unos minutos? —pregunté al verlo tomarse la cabeza, signo de que no quería seguir estudiando.
—Por favor —rogó y yo reí.
Dejé las cosas a un lado y él se levantó para dirigirse al living y prender la televisión.
—¿Quieres ver una película? —preguntó, invitándome a sentarme a su lado en el sofá.
—Prefiero que nos distraigamos con una serie, así luego volvemos a estudiar, todavía no terminamos —dije con el tono más nerd existente.
¿Qué me pasaba? Claramente quería ver una película con él, y más si era una de terror, así podría conseguir que me abrazara. ¡Dios! Ya me estaba haciendo la película.
Me senté a su lado y comenzamos a mirar un capítulo de “The Fades”, una serie que habían cancelado hacía poco tiempo, pero que parecía buena. Era una lástima que la hayan sacado del aire. Se trataba de un adolescente con poderes sobrenaturales, nada de otro mundo, pero llegó a asustarme por partes. Pero lo mejor fue que Harry haya sido consciente de ello y pasase su brazo por mis hombros, atrayéndome a él para que no me asustara tanto.
—Creo que deberíamos volver a estudiar —comenté cuando terminó el capítulo.
—¿Es necesario? Ya aprendí todo, ¿podemos seguir viendo televisión? —rogó haciendo puchero, ¿cómo podía resistirme a eso? Pero no, debía mantenerme firme.
—Sí. Sí, lo es. Si aprendiste todo como dices, demuéstramelo y entonces me sentiré satisfecha con mi trabajo y dejaré que te distraigas todo lo que quieras.
—Trato.
Volvimos a la cocina a retomar el estudio. Harry se sentó en su lugar, tomó la hoja y comenzó a resolver el ejercicio que le costaba antes de ir a ver televisión. Por mi parte me dediqué a observar sus pequeños detalles: las caras que ponía cuando se equivocaba en algo, la manera en que movía sus manos para cualquier cosa y cómo movía su pierna derecha, como si fuese un tic nervioso.
—Listo —anunció y yo salí de mi nube de amor.
Tomé la hoja que me estaba entregando y, tal como me lo había dicho, el ejercicio estaba perfectamente resuelto. Realmente había aprendido todo.
—Bien, tenías razón. Te felicito —dije estampando una cara feliz en la hoja—. ¿Ves que puedes ser un buen alumno cuando te lo propones?
—Lo sé, lo sé, pero no pretendo ser así.
Rodé mis ojos y preparé mis cosas para irme. Mi tiempo allí se había terminado, pero prefería quedarme.
—Gracias, Vic —dijo una vez en la puerta.
—No hay de qué —contesté sonriendo—. Mucha suerte mañana.
Él sonrió y se acercó lentamente para depositar un tierno beso en mi mejilla. Creí que iba a derretirme en cualquier momento, pero debía mantener mi compostura. Se suponía que él y yo no nos llevábamos bien, que no podíamos ni vernos, ni hablarnos y, sin embargo, allí me encontraba, ayudándolo a estudiar para una evaluación, tratando de que él no se diera cuenta de cuánto me gustaba.
—¿Has notado que cuando estamos tranquilos los dos nos podemos llevar bien, sin atacarnos? —comentó de la nada y todo el amor que sentía hacia él en esos momentos se desvaneció.
—¿Ya tenías que haber traído ese tema a la conversación? —contesté disgustada.
—Creo que no debería haber dicho nada —dijo adoptando esa actitud de hombre egocéntrico. ¡Dios! Odiaba cuando actuaba de esa manera.
—¿Te parece? —contesté sarcásticamente— ¿Sabes qué? Retiro lo dicho, ojalá que mañana desapruebes.
Y dicho eso, me di media vuelta y emprendí el camino de regreso a mi hogar.
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That Thing Called Love (Harry Styles)
Fanfiction{TERMINADA} Victoria y Harry nunca tuvieron una buena relación. Él el más popular de la escuela, ella la más inteligente. Sin embargo, todas las burlas de Harry tienen un propósito: ocultar los verdaderos sentimientos que él tiene por ella. Ahora, u...