Freya Medvédev
Rusia, Moscú.
Mi cuerpo tiembla de nerviosismo y mis manos sudan. Comienzo a planchar mi cabello con algo de ansiedad, demonios llego tarde. Voy muy tarde, coloco algo de rímel en mis pestañas pequeñas, observó mis ojos para nada comunes y decido colocarme las lentillas que cambian al color marrón.
Dirijo mi mirada hacia la cama donde el cuerpo desnudo de un muchacho se ve reflejado por el sol, ¿Qué demonios ocurrió anoche? Buena pregunta Freya. Le lanzó su bóxer y le ruego que salga por la ventana así no tener que dar explicaciones a mi compañero de piso.
Obedece algo embelesado y yo respiro, tomo mis cosas y me marchó corriendo rumbo a la universidad. Mi móvil esta que explota de las notificaciones y trato de contestar absolutamente todas, cosa que se me resulta imposible ya que son demasiadas.
Estaciono mi deportivo negro en el estacionamiento de la universidad más prestigiosa de toda Rusia. Aquí estudian hijos de políticos, super estrellas del cine y demás idiotas más. Mi gran sueldo me permite darme este tipo de lujos, como un carro de último modelo, ser parte de la universidad solicitada por muchos, y tener un departamento en el centro de Moscú. Aunque pago renta es porque es un penthouse ultra mega elegante y con seguridad hasta para ir al baño.
Bajo tranquilamente con mis sandalias deportivas, voy vestida casual, no soy una mujer que se ande con estupideces. Camino hacia la rectoría donde me reporto con facilidad en una huella digital, voy hacia el salón de clases con tranquilidad, apoyo mi maletín en el escritorio y espero que suene el timbre.
Luego de dos minutos el timbre hace su aparición y alumnos entran por la puerta hablando y empujándose como animales primitivos.
Todos toman asiento, es mi primer día y estoy locamente ansiosa, todos cargan un porte elegante y se nota en demasía el dinero que cargan, muchos tienen una fortuna de hasta billones y billones de dinero.
-Buenos Días alumnos y alumnas. Me presento soy la profesora Freya Medvédev, seré su profesora en educación sexual integral y seguridad e higiene -me presento con formalidad observando a mis alumnos.
Los hombres me miran con lujuria mientras las mujeres con superioridad. Todos los ojos no dejan de mirarme, curiosos, es mi primer año como profesora y me sudan las manos, me recibí hace menos de dos meses con tan solo veinticinco años. Muchos de esta aula son mayor que yo o de igual edad, ya que es el tercer año de universidad.
Paseo mi mirada en cada estudiante, todos esperan que diga algo pero estoy demasiado nerviosa como para decir otra palabra.
Mis ojos se posan en una mirada, unos ojos electrizantes que me observan como si se tratara de la reliquia más esperada por siglos, a su lado un muchacho rubio le habla animadamente pero él pareciera estar perdido, en mí. Me siento más nerviosa por sentirme atraída por un alumno, mi presentimiento me decía que no me inscribiera como profesora aquí y mucho menos en tercer año. Sabia que podía llegar a ocurrir algo como esto.
Me obligo a apartar mi mirada de aquellos ojos tan cautivadores y carraspeo mi garganta con disimulo -Muy bien, comencemos con una presentación. Cada quien con su nombre, apellido, profesión en la que se recibirá y edad.
Todos comienzan a presentarse por turnos, con profesiones distintas y metas irrompible. La universidad белое золото es una de las mejores universidades mundialmente, tiene muchas profesiones, desde maestría hasta agricultura, maestros por doquier al igual que alumnos y el establecimiento es más grande que mi ego.
No presto atención a ninguna presentación, me importa poco las personas las cuales tendré que convivir diariamente, en mi mente solo tengo la lista del largo día que tendré luego de esta clase. Me sentía aburrida hasta que llegó el turno de él, y joder, su belleza es de otro planeta, sus faroles me observan con una sonrisa egocéntrica, lleva puesto un traje azul, su pelo es negro como la oscuridad, ojos grises e electrizantes, nariz fina como una hoja, mandíbula perfectamente marcada, unos labios carnosos y rojos que son apetecibles, y sus mejillas son rojizas naturalmente, en conclusión: apariencia de ángel.
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Smirnov [+21]
Action" El asesinato no se trata de lujuria y no se trata de violencia. Se trata de posesión. Cuando sientes el último aliento de vida que sale de la persona, te fijas en sus ojos. En algún punto, es ser Dios." -Ted Bundy. ADVERTENCIA: ▪︎Todos los dere...