Freya Medvedev
Los días dentro de la mansión sorprendentemente pasaron volando, he estado encerrada en mi cuarto preparándome para una misión en Argentina, el gran Buenos Aires, a pesar de que no domino bien el idioma español es uno de los países que me gusta visitar como turista en mis tiempos libres, en unos días debo viajar por orden de Dimitri a reunirme con unos compradores, no son peligrosos ni tienen alcance mundial, solo mi jefe quiere darme un respiro de sus propios hijos.
Estoy en mi computador cuando escucho pasos y a continuación un golpe en la puerta, cierro mi computador y grito una afirmación para que pasen. Unas cinco mujeres vestidas de traje son dirigidas hacia adentro de la habitación con Miriam, una de las tantas amas de llaves.
—Señora, los patrones dictaminaron que deberá prepararse para esta noche, habrá un evento importante al cual deberán asistir todos —dice con su acento mexicano, hace una leve reverencia y se va dejándome con las cinco mujeres que me miran con curiosidad.
Luego de unas largas y cansadoras horas doy un respingo pidiendo un descanso, he visto solo peines, planchas, secadores, brochas de maquillaje y mi trasero está cansado de estar en una silla, pido que se retiren yéndome a preparar un café, el reloj marca las seis de la tarde y es prácticamente de noche. Maldita Rusia, el día solo dura unas pocas horas.
Voy hacia la cocina con los ruleros en la cabeza y el maquillaje a medio terminar, mi cuerpo se cubre de una bata de seda y con molestia me preparo un café. Maxim se asoma a la cocina con una toalla enredada en su cadera.
Sus perfectos abdominales brillan con gotitas de agua, me sonríe dulcemente —Te ves bien.
Lo ignoro antes de seguir viéndolo como si quisiera devorarlo.
—Tú también.
Con eso ultimo me dirijo nuevamente a mi habitación donde las víboras torturadoras de traje me esperan para seguir. Un vestido rojo sangre esta perfectamente planchado en mi cama, junto con dos cajas de terciopelo. Me acerco lentamente.
—El señor ordeno que no vea su contenido hasta no terminar con su preparación —Aclaró una morena.
—¿Ahora soy una niña que necesita motivación— dije, pero, en el fondo sabía que lo era. Ya que esperaba terminar con ansias para ver que contenían aquellas cajas.
Luego de otra hora de maquillaje me encontraba frente al espejo con el largo vestido rojo. Era brillante, literalmente, tenia una espalda descubierta que si me agachaba se me vería hasta el alma. Un escote pronunciado y una abertura en los muslos. Algo simple.
Llevaba unos zapatos rojos de terciopelo, simples de tacón pequeño, lo que me hacía ver un minion. Un simple collar de esmeraldas envolvía mi cuello. Y solo llevaba unos anillos caros que acompañaban mis hermosas uñas negras. El maquillaje resaltaba mis facciones, y el peinado no era nada si no estaba en mi cabello natural, solo era una triste peluca peinada de manera elegante.
—Fuera.
Todas y cada una de las sirvientas escaparon con miedo de mi habitación.
Abro la primera caja, en donde se podía ver una cartera color rojo, no estaba segura de que haya salido a la venta, era de lo último de Louis Vuitton. Nah, para nada sorprendente, me daba absolutamente igual, estoy segura de que valía millones de dólares, pero, solo es algo material que estoy segura de que si quisiera me hubiese comprado siete.
La segunda caja sin embargo solo tenia dos sobres. El primero tenía dos boletos a Noruega, junto con la estadía de un hotel cinco estrellas y un cheque de diez millones de corona noruega, que es billete de ese país.
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Smirnov [+21]
Action" El asesinato no se trata de lujuria y no se trata de violencia. Se trata de posesión. Cuando sientes el último aliento de vida que sale de la persona, te fijas en sus ojos. En algún punto, es ser Dios." -Ted Bundy. ADVERTENCIA: ▪︎Todos los dere...