Cuarenta y tres

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Se terminaron las vacaciones, volvemos a casa. El viaje fue tranquilo, nadie se quejó de nada más que todo me refiero a Allegra, por suerte estuvo bastante tranquila y satisfecha con su regalo de cumpleaños. Llegamos a casa, todo estaba en su lugar tal y como lo dejamos, fuí a dejar las valijas arriba, sacar la ropa de ellas. Acomodé la ropa limpia cada una en su Placard y la sucia la dejé en el lavarropas, después de eso tendí la ropa y me senté a leer un par de cosas, Peter estaba jugando con Lou y Allegra, más bien acariciando su pelaje, lo habían extrañado.

—La, estás bien?—dijo Peter mirándome, asentí.

—Si, paso algo?—Pregunte confundida.

—Pregunto, te ví como pálida en un momento—dijo acariciando mi mejia.

—Estoy bien—sonrei para dejarlo tranquilo.

Paso el día, todo iba bien hasta que llegó la noche.

—Hice arroz con queso, eso te hará bien—dijo Pitt, ví que ellos estaban por comer panchos.

—Ey, yo quiero uno—dije sería—Te dije que estoy bien.

—Bien, toma—dijo mi novio riendo.

—Gracias mi amor, hija todo bien?—Pregunte, ya que me miraba sería.

—Si mami—esta vez me sonrió.

—Segura?—Pregunto Peter, también se dió cuenta que estaba sería.

—Si papá—dijo mirándolo sería.

—Esta muy rico—dije terminando de tragar.

—Papi es el mejor cocinando—dijo mi hija y reí.

—Hija, estás segura que estás bien?—Pregunte.

—Si mami, vos estás bien?—Pregunto terminando su comida.

—Ya preguntaste eso—dijo sería, bueno Mariana dos.

—Ey ey, ojo—dije sería.

—Preparada para disfrutar tu última semana de vacaciones?—Pregunto Peter.

—No, quiero seguir de vacaciones—dijo cruzándose de brazos.

—Acaso te hicimos algo para que estés así?—Pregunte y negó.

—Esta bi...—me mareé un poco.

—Amor, estás bien?—Pregunto Peter.

—Si, me mareé un poco—dije agarrando mi cabeza.

—Anda a la cama, yo acomodó acá—dijo Pitt y asentí.

Fuí acompañada por mi pequeña hija, me miró con cara de preocupación después del mareo que tuve, igual no creo que sea nada de otro mundo, debo estar anemica.

—Hija, querés que veamos una película?—Pregunte mirando el celular.

—Si, llamó a papi?—dijo con una sonrisa, asentí.

Agarré el celular, me fijé en el calendario, algo raro veía. Dejé el celular en cuanto ví a Allegra con un paquete de gomitas, y tres alfajores. Reí al ver a Peter sonriéndome en la puerta, ayudó a Allegra a subir a la cama y la dejamos al medio ella sonrió al vernos y se sentó a ver la película, terminamos con las gomitas y seguimos por los alfajores, mi novio y mi hija me ganaron, se ve que el pancho no los había llenado y eso que comieron dos, a mi solo me dieron uno.

Media hora después ví que Alle se había dormido, Peter aún concentrado en la película me levanté a llevar a Alle, de paso iría a tomar un poco de agua. Bueno también a chusmear algo para comer, abrí el freezer, había chocolate.

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