POV Aizawa.
Ayer había salido a patrullar por lo que estaba demasiado cansado como para levantarme cuando sonó el despertador, así que lo apagué y seguí durmiendo con mis brazos alrededor de Alexia que como siempre se acurrucó contra mí enseguida. No sé cuanto tiempo pasó cuando sentí un gemido. Al escucharlo abrí los ojos y me quedé de piedra, yo, tenía una erección del tamaño de un continente y como Alexia estaba en posición de cucharita contra mi, mi polla quedaba justo entre sus piernas, de vez en cuando el cuerpo dormido de la mocosa reaccionaba a ella causando los gemidos que había escuchado antes y seguidamente se estremecía. _Maldita mocosa, tu culo frotándose con mi polla no va a aliviarme esto… o sí_
Mi mente estaba totalmente nublada y no podía entender cómo habíamos llegado a esto: Alexia se había girado y había pasado una pierna por encima de las mías, provocando que mi miembro presionara justo el centro de su intimidad, incluso podía sentir a través de mi pantalón lo mojada que estaba, su fina blusa dejaba entrever cómo se alzaban excitados sus exuberantes pezones y su cabeza quedaba justo debajo de mi barbilla provocando que su cálido aliento acariciara mi cuello, no pude soportarlo mucho más, bajé mi cabeza y tomé uno de sus cremosos pezones en mi boca, era el sabor más dulce que había probado, mientras lo devoraba Alexia gimió y susurró presionándose contra mi erección.
-Hazme tuya Shota.
-Solo mía- gruñí enterrándome en ella hasta lo más profundo, haciéndola gritar mi nombre con cada estocada.
-Shotaaaaaa, Shotaaa, despierta- abrí los ojos de pronto- pensé que te habías desmayado, tienes algo de fiebre y hace una media hora te estoy poniendo fomentos fríos.
-Joder- gruñí al notar que estaba como una roca- mocosa, ve a la cocina y tráeme un vaso con agua y una aspirina, mientras, me voy a duchar- sugerí disimulando mi estado de excitación por el sueño que había tenido.
Apenas la chica se retiró, me lancé al cuarto de baño, mientras el agua fría caía sobre mi, unas sorprendentemente claras imágenes de mi sueño pasaban por mi mente. Después de todo iba a tener que hacerlo, ¿qué más da?, si ya estaba a punto de explotar; envolví mi mano alrededor de mi circunferencia y comencé a bombear arriba y abajo, una y otra vez, hasta que segundos después exploté en mis dedos. _¡Joder! ¡Estoy malditamente jodido! Por mucho que ahora tuviese una relación con la mocosa, ella no estaba ni remotamente preparada para tener sexo conmigo_
-¿Oruga, estás bien?- gritó Alexia desde el otro lado de la puerta.
-Sí, ya voy a salir- grité en respuesta dejando caer el agua fría por mi cuerpo.
POV Alexia
-¿Te sientes mejor?- pregunté tras ver que ya su piel tenía el mismo color de siempre.
-Sí, no te preocupes, solo necesitaba una buena ducha- respondió sentándose en la cama para secarse el pelo.
-Me preocupé cuando te pusiste rojo y comenzaste a sudar por la madrugada, después que hablamos te dormiste bien, o por lo menos creo que dormiste bien, ¿qué pasó?- pregunté.
-Soñé que había salido a patrullar- dijo mirando al suelo.
-Todavía no estás en condiciones de salir a las calles, tienes que descansar- gruñí para que entendiera que iba en serio.
-Tienes toda la razón, mamá- se burló el pelinegro.
-No soy tu madre, pero sí tu novia y me preocupo por ti- repliqué acariciándole la cicatriz de su rostro.
-No puedo comprender qué me has visto- dijo agarrando la mano que tenía en su mejilla- pero estoy malditamente agradecido de eso.
-¿Acaso no te has visto en el espejo? Eres ridículamente sexy- solté sin pensar.
-¿Ridículamente sexy?- repitió cómicamente.
-Sí, te lo dije ayer, eres el hombre más caliente que conozco- sonreí para mis adentros viendo la expresión emocionada de su rostro.
-¿Qué me estás haciendo Alexia?- suspiró mirando al techo, para luego agarrarme por las caderas y sentarme a horcajadas sobre él para besarnos por lo que parecieron segundos cuando en realidad fueron unos buenos quince minutos, entonces la sentí, la protuberancia en su entrepierna presionándose contra mi muslo.
-¿Qué… Shota… - musité roja como un tomate.
-Es normal, no te preocupes que no vamos a hacer nada, aún no estás preparada y no quiero hacerte daño- gruñó dejándome junto a él en la esquina de la cama.
-¿Y si yo quiero?- pregunté desafiante.
-Está fuera de cuestión- dijo mirando directamente a la pared.
-Ya veremos- musité con cara de guasa, a lo que él respondió haciéndome cosquillas y caímos acostados uno junto al otro. Luego se recostó en su brazo derecho para mirarme directamente.
-¿Qué te parece si vamos hoy a casa de Mioshi?- preguntó todavía divertido con mi sesión de cosquillas.
-Sí, deberíamos ir, ella ha estado muy preocupada, y frustrada, todos estos días por no poder venir a vernos, vístete y nos vamos, voy a hacer el desayuno o ¿mejor quieres comer fuera?- pregunté ya en la puerta.
POV Aizawa
-Mejor fuera- contesté, hoy no me sentía bien quedándome solo con la mocosa.
Como siempre que iba a lo de Mioshi me recogí el cabello con una banda elástica, me puse un suéter y un pantalón negro y un par de cómodos tenis, apenas salí del cuarto, noté cómo Alexia me miraba de arriba a abajo.
-Es increíble tu cambio de oruga a mariposa- espetó divertida.
-Como me vuelvas a decir mariposa te juro que no haces el cuento- gruñí besándola contra la pared, lo que hizo que se sonrojara tontamente.
Caminando hacia la casa de acogida nos paramos en un puesto de hot dogs que a la mocosa le gustaba. Le dije me esperara en una mesa vacía y fui a comprar nuestro desayuno. Mientras lo hacía, noté que dos chicas se sentaron junto a mi alumna, al mirar bien pude identificarlas fácilmente, una era Uraraka y la otra era Ashido.
POV Uraraka
Había quedado con Mina para salir a comer algo en la mañana y cuál fue nuestra sorpresa que al llegar al puesto de hot dogs cercano a mi apartamento Alexia estaba sentada sola en una mesa.
-Hola Lexi- saludamos sentándonos frente a ella.
-Hola chicas, qué casualidad encontrarnos aquí- sonrió la americana dedicándonos una radiante sonrisa.
-¿Estás sola?- preguntó Mina curiosa.
-No, Shota vino conmigo, está en la cola comprando- respondió señalando al sensei.
-¿Shota?- preguntamos mi amiga rosada y yo sorprendidas por la familiaridad con que ella hablaba.
-Bueno, ahora no estamos en la escuela, así que me deja llamarlo por su nombre- explicó encogiéndose de hombros.
-Tiene sentido- dije asintiendo- Lexi, podrías hablar con el sensei, para que nos pida dos hot dogs a nosotras también.
-Claro- asintió la chica y fue hasta el pelinegro.
-Estos dos… - murmuró Mina.
-Sip, hacen buena pareja- contesté rápidamente.
-¿Crees que a Lexi pueda gustarle alguien cómo él?- preguntó malévolamente mi compañera.
-Yo me preguntaría más si él sería capaz de estar con una alumna- contesté rápidamente.
-¡Sensei, qué alegría verlo recuperado!- gritamos cuando llegó nuestro profesor junto a la pelinegra.
-Gracias, ¿han entrenado estos días o solo están perdiendo el tiempo miserablemente?- preguntó alzando una ceja.
-Claro que han entrenado, oruga- replicó Alexia seguramente por la cara de apuro que teníamos.
-No estaba hablando contigo mocosa- replicó Aizawa sensei metiéndole un trozo de pan en la boca- entonces, ¿planean convertirse en heroínas comprando ropa y paseando por la ciudad?- preguntó mirándonos aleatoriamente, pero lo único que podíamos pensar era lo cómodos que se veían con la presencia del otro _cuestiones de vivir juntos_ pensé.
-No sensei- contestamos rápidamente.
-Oruga odiosa- rugió la pelinegra que se había tragado el trozo de pan- debo decir en su defensa que el ocio ayuda a la relajación y constituye un estímulo cerebral, por lo tanto, no es algo malo del todo.
-Mocosas perezosas- sentenció el pelinegro- Alexia, traga rápido, no quiero llegar tarde a casa de Mioshi por tu culpa- añadió mirando a Lexi.
-¿Quién es Mioshi?- pregunté curiosa.
-Es la dueña de la casa de acogida de gatos donde ayudamos- explicó Lexi.
-Oh sí, Kirishima me lo había dicho cuando fui a su casa y me enseñó a su gato Riot- concordó la rosada.
-Bueno chicas, si quieren pueden venir con nosotros, un par de manos siempre vienen bien- propuso la americana.
-Nos encantaría- chillamos y nos comimos los panes en menos de cinco minutos.
Arribamos a una casa azul celeste que desbordaba calidez por cada esquina y la señora que vivía dentro era como una abuela, pero mejor.
POV Aizawa
-Bienvenidas chicas, Alexia les mostrará el lugar, yo… necesito hablar en mi oficina con su profesor- sentenció Mioshi haciéndome una señal para que la siguiera.
-¿Qué quieres?- pregunté apenas puse un pie en la habitación que ella llamaba oficina.
-Deja esa actitud para las chicas que están allá fuera, sabes que a mi no puedes esconderme nada, cuéntame, qué te sucede con Alexia.
-Maldita vieja…- gruñí enojado porque me conociera tan bien- ella... me atrae, físicamente- añadí.
-¿Solo físicamente?- preguntó alzando una ceja.
-Bueno, me gusta… en general, pero qué más da, soy su PROFESOR, no es correcto que siquiera piense en ella como mujer- respondí para ver qué pensaba ella de todo esto.
-Shota, da igual que sea tu alumna o lo que sea, sigue siendo una mujer, aprovéchala, tú que eres héroe sabes mejor que nadie que esta vida solo se vive una vez.
-Estamos juntos- dije al fin.
-Las cosas del corazón son extrañas y no siempre tiene la respuesta correcta, pero por experiencia propia debo decirte, que en estos casos la intuición funciona mejor que la ló… espera, ¿qué acabas de decir? ¿Es en serio?- dijo riendo histéricamente.
-Sí… ayer empezamos- dije mirando hacia otro lado.
-Gracias a Dios mi niño encontró a su alguien especial, estoy tan feliz por ti Shota- canturreó la vieja secándose una lágrima.
-Me alegra que lo apruebes, aunque… no se lo puedes decir a nadie, nos estamos jugando demasiado con esto- agregué seriamente.
-No tienes que decírmelo, pero me alegro, pensé que no te habías dado cuenta, pero ella es todo lo que necesitas- dijo sonriendo _lo sabía, claro que sabía lo que ella significaba para mi_
Después de pasarnos toda la mañana con Mioshi nos despedimos de mis otras alumnas y caminamos como si nada hasta mi casa.
-Se lo dijiste a Mioshi ¿verdad?- preguntó la pelinegra mirándome de reojo.
-Sí- respondí simplemente.
-¿Cómo se lo tomó?- inquirió de vuelta.
-Demasiado bien- dije cuando sentí su mano deslizándose en la mía.
-Pensé que no se lo diríamos a nadie- gruñó mirando a mi rostro.
-Mocosa estamos en público, no podemos arriesgarnos- susurré tristemente soltando sus dedos- no quería decírselo a nadie, pero el que Mioshi lo sepa tiene sus ventajas, por ejemplo, podemos besarnos por las esquinas- susurré esta última parte haciendo que se sonrojara.
-Sorry- susurró señalando nuestras manos.
-Te prometo que apenas pueda te voy a llevar a una cita fuera de la ciudad, donde podremos tomarnos de la mano sin miedo a que nos descubran- dije para ver que tenía una sonrisa gigante en su rostro.
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Aizawa Shouta: el profesor oruga
FanfictionAlexia es la hija de uno de los mejores amigos de All Might, es hermosa e inteligente, pero su kosei es peligroso y ella no puede controlarlo, el único capaz de ayudarla es el andrajoso profesor oruga Aizawa Shota y su kosei Erasure. Pero... ¿Qué pa...