Se debe hablar lo que ha pasado, no evitarlo

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—¡Naruto! —gruñó ahogado.

El rubio levantó las cejas mientras se giraba a mirar a su amigo, de pie, junto al escritorio.

Sin tener la menor idea, solo atinó a cerrar la puerta.

—De todos los horarios posibles... ¡tenías que interrumpirme ahora!

—¡Qué sabía yo que estabas con ella! —apoyó sus manos en la cadera.

El Nara se llevó una mano a la cabeza intentando hacerse consciente. Todavía tenía el estomago revuelto con tantas cosquillas que ese simple beso le había provocado.

No lo había olvidado... no había olvidado lo que se sentía tenerla entre sus brazos. Su corazón se aceleró.

¡Dios! La mente la tenía en blanco. Las sensaciones de hace un momento, todavía no se le habían ido del cuerpo. ¡Porque se habían besado! ¡se habían besado! y todavía recordaba lo que se sentía besar esos labios. Suspiró. Su aroma... su cintura... sus ojos... sus brazos rodeándole el cuello...

—¡Maldita sea, Naruto! —se quejó con desconsuelo.

El rubio se quedó sorprendido ante tanto enojo repentino.

—¿Pero qué pasó?

—Que esa mujer me tiene completamente loco...—resopló intentando tranquilizar su respiración.

Naruto abrió sus ojos y fue entonces que miró el escritorio. Los papeles revueltos al lado del computador, unos pocos en el suelo, lápices también en el suelo...

Volvió a mirar al Nara que se sujetaba el puente de la nariz mientras intentaba tranquilizarse... Observó la parte superior de la camisa aun abierta, y la mitad de la parte inferior fuera del pantalón...

—¡¿Qué pasó?!—balbuceó boquiabierto.

El Nara lo miró y le frunció el ceño.

—¡No inventes!—Naruto se llevó ambas manos a la cabeza. —¡¿Qué parte interrumpí?!

—El principio...—gruñó molesto.

—¡No puede ser! —se entristeció—¡Shikamaru, Datebayo,!... ¡fue sin intención!

El rubio estaba completamente arrepentido y tieso.

—¡Pero debieron dejar con llave!

—¡No hubo tiempo para eso!—suspiró sin aire. Guardó sus manos en los bolsillos y miró al cielo. Dios, el aire le faltaba de inmediato apenas recordaba lo de hace un momento.

Naruto volvió a abrir sus ojos.

—¡Pero cómo!

—¡Que no hubo tiempo! No fue planificado—Shikamaru volvió a apretar sus ojos. Estaba Completamente acabado.

Volvió a tomar aire para luego botarlo lentamente. Su interior no era más que un caos. Y lo peor de todo, es que seguía enamorado. Seguía complemente enamorado.

Levantó la vista para mirar a Naruto.

—Debo ir a buscarla...

El Nara levantó sus cejas esperando que el otro lo detuviera... O le insistiera.

—¡¿Y qué estas esperando?!

Ambos se sonrieron...

De cierta forma sabía que tenía la aprobación del rubio... Pero...

—Todavía... no puedo...

Naruto le arqueó una ceja y luego bajó a mirar...

—¡Por dios! —¡Con razón estaba ligeramente dado vuelta! —¿En serio los interrumpí así?! —¡dios! ¡El Nara debía querer matarlo!

No sin tu compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora