Reflexiones

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—¿Qué piensas hacer?—Naruto podía ver la aflicción de su pobre amigo. 

—¿Que podría hacer? —Shikamaru se encogió de hombros. Tenía los ojos hinchados, y aun así, el nudo en su garganta no se había ido—... debería irme. A casa.

No quedaba mas por poder hacer.

Naruto suspiró.

—Shikamaru... ¿Por qué te enojaste tanto?

El Nara sintió ese nudo nuevamente presionarlo.

Se sentía frustrado. 

—Nunca la he comprendido—balbuceó apenas.

Naruto levantó sus cejas.

—¿Qué creíste que había pasado?

Shikamaru intentó tomar aire.

—Ella... En las peleas ella siempre quería terminar conmigo —tragó saliva—, ella siempre me tenía golpeando por horas su puerta. Muchas horas. Y siempre mostraba cara de indiferencia. —Se llevó una mano a la cara—. Creí que ya no le importaba. Sentía continuamente que era yo el único que remaba por sacar a flote esa relación... —hizo una pausa, intentando calmarse. Sus ojo dolían de lo hinchados que estaban—. Ella... ¡Dios! —balbuceó—. Ella es tan buena fingiendo que no sucede nada. ¿Cómo iba a saber todo lo que le pasaba? —miró a Naruto—, creí que no me amaba. Creí que era momento de valorarme, y no rogarle a alguien que, para mi era obvio, no quería estar conmigo. Alguien que nunca hizo nada por mi, y solo esperaba que yo hiciera todo por ella.

—¿Te hacía esperar por horas frente a la puerta?

Shikamaru asintió.

Naruto bajó la vista al piso, y asintió. Comprendía un poco el porqué de su decisión hace cinco años.

—Estuvimos en una encrucijada difícil —suspiró—... ella no me dijo que quería irse a Suiza. Ella iba a venirse conmigo a Rusia. Hicimos planes... Y a último momento, ella cambió esos planes.

—Te sentiste...

—Traicionado...—asintió—. En segundos se armó una discusión. Habíamos discutido previamente varias veces. Ahora que lo pienso nunca le dábamos una solución. Terminaba en desastre, y solo intentábamos calmar el desastre... Sin darnos cuenta de que no solucionábamos nada para evitar que ese desastre volviera a surgir mas adelante. —meneó la cabeza—... y asi, todo siempre terminaba siempre en desastre.

Acomodó las manos en sus bolsillos.

—¿Se acumularon cosas?

—Muchas cosas... Cientos de cosas...

—¿Por qué no solucionaban las cosas?

—Nunca supimos cómo hacerlo. Creo que ni siquiera nos dimos cuenta de que no solucionábamos esas cosas. Solo intentábamos apagar el fuego de la pelea.

Naruto suspiró.

—Una discusión sirve para desarrollar el trabajo en equipo. Pero es un arma de doble filo —se encogió de hombros—, si no se solucionan las codas, termina separándolos poco a poco... Y la misma discusión vuelve más adelante.

El Nara asintió. Era exactamente lo que había pasado.

—Fue difícil ese día. Nos vimos enfrentados a elegir. Uno de los dos debía ceder. Fue difícil, porque estaban los sueños de ambos en juego. A nadie le gustaría ser puesto en esa clase de encrucijadas.—Negó con la cabeza.

—Y no actuaron como equipo... ¿Verdad?

Shikamaru negó con la cabeza. ¿Habían actuado como equipo en alguna pelea anterior? No Probablemente no. Siempre se atacaban mutuamente. Suspiró.

No sin tu compañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora