Shikamaru terminó de instalar el computador que usaría en su escritorio.
Oyó que abrieron la puerta, y volteó a mirar quién entraba.
—Hola, supe que eras nuevo —sonrió un joven alto y rubio—. Ese de ahí es mi cubículo. Seremos vecinos.
—Hola...—sonrió él. De cierta forma no se sorprendía de encontrarlo ahí.
—Uzumaki Naruto —le estiró la mano—. Realizo mi segundo postdoctorado.
El Nara también le tendió la mano. Ambos estrecharon sus manos.
—Shikamaru. Nara Shikamaru. También es mi segundo postdoctorado —Sonrió.
Despues de trabajar todo un año en un local de comida rápida, postuló para hacer un doctorado en Suiza que terminó en dos años. Al siguiente año postuló a la universidad de Moscú Rusia, donde le convalidaron bastantes asignaturas para el doctorado, y al mismo tiempo inició su postgrado.
Fue un año duro, pero había terminado y lo había logrado. Ahora realizaría su segundo postgrado ahí, y si todo salía bien, el próximo año lo contratarían como académico. Sonrió. Había valido la pena todo ese esfuerzo.
—¡Genial! Porque necesito ayuda de un matemático para espacios curvos.
—Puedo hacerlo —Asintió y guardó sus manos en los bolsillos—. Sacaremos buenos investigaciones juntos.
—¡Excelente!—exclamó motivado—¡Trabajaremos juntos!
Ambos se sonrieron.
Naruto apoyó sus manos en la cadera y miró el cubículo que ordenaba su nuevo vecino.
—¡Qué bien! —caminó para mirar el pequeño cubículo, al lado de un pequeño estante con algunos libros— ¡Tienes este libro!
Naruto cogió el libro y comenzó a ojearlo.
Shikamaru asintió. Era parecido a lo que había visto... Pero ninguna foto calló de allí esta vez.
Sonrió más.
—Lo usé para mis clases. Es bastante bueno. ¿Has leído el de Landau?
—Claro, es muy bueno.
Shikamaru siguió sonriendo.
El rubio miró las cosas que tenía en el cubículo.
—Tienes un cactus... Es una buena idea —asintió pensativo—. Mi esposa quiere que ponga plantas... Una vez que tenga mi oficina...—Le mostró su cubículo de al lado—, así que me dio un pequeño helecho porque debía empezar a acostumbrarme, pero sé que olvidaré regarlas.
El Nara comenzó a reírse.
—Tendrás que configurar una alarma.
—¡Oye es una buena idea! —Se rió también—. Pero me gusta tu idea de un cactus. Es menos...
—Problemático— asintió.
Naruto asintió y volvió a mirar su bonito cubículo ordenado.
—Oye, nunca pensé en arreglar mi cubículo como tienes el tuyo. De cierta forma es casi como una oficina —volteó a mirar el suyo que estaba al lado. Solo tenía una pequeña planta, y el resto eran papeles, libros y el ordenador portátil—. Creo que me inspiraste a organizar mi sector también. No hay para qué esperar la oficina.
Shikmaru asintió. Luego acomodó mejor sus manos en los bolsillos.
En eso, el rubio tomó el cuadro que el Nara tenía sobre el escritorio.
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No sin tu compañía
FanfictionUna relación de pareja se ve enfrentada cada cierto tiempo a la misma disyuntiva que pone en jaque a cualquier par de personas. Con una resolución nada fácil de acordar, a pesar de tener solo dos opciones en realidad. O se continua con la relación...