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— Mamá ya te dije que no me voy a ir a ningún lado y no me creo ni uno de tus putos cuentos mágicos — Grité agobiada.

— Alohomora — Susurró mí mamá y de repente abrió la puerta de mi cuarto, empuñando una varita en su mano.

— Que... — Pronuncié en un hilo de voz.

— Tienes que creerme Lex, todo lo que te he dicho es real — Afirmó mi madre angustiada mientras se sentaba en mi cama — Por favor — Suplicó.

— Entiéndeme, sí? — bufé — He pasado 15 años de mi vida sin saber que mí mamá y yo somos unas supuestas magas y aparte me he perdido la mitad de mi ciclo escolar en Hogwarts — suspiré fastidiada.

Antes de que pudiera decirle algo más mí mamá empezo a abrir la boca nuevamente.

— Técnicamente puedes entrar — dijo mirándome a los ojos — Tan solo sería como si te cambiara de un colegio muggle a otro —.

— Pero con magia — solté.

— Pero con magia — afirmó.

— Sabes que no me adapto aquí y menos me voy a adaptar en Hogwarts — le dije seria.

— Te aseguro que sí — Suspiró y se levantó, dejándome llena de dudas sentada en mi cama.

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Habían pasado exactamente 2 meses desde esa charla, las vacaciones estaban por acabar dando comienzo a un nuevo ciclo lectivo.
En cuánto a mí, no me quedo mas remedio que acceder a las "clases" de mi madre, me enseñó resumidamente lo que debería haber aprendido en los años que falte al colegio y podría decir que se me da bastante bien.

Mañana sería el tan esperado día de mí partida a Hogwarts, sinceramente siempre he sido una persona muy independiente así que no creo que sea tan diferente al mundo muggle... No?

Me desperté con la brisa del viento entrando por mí ventana, el reloj daba las 7, tenía exactamente una hora y media para prepararme e ir a la estación 9¾.
Hoy cambiaría mi vida por completo, todo lo que había conocido, lo que había aprendido a lo largo de mi vída, se habría esfumado para convertirse en un maldito cuento de hadas.

— Mamá, con qué ropa se supone que debería ir? — Pregunté bajando las escaleras con toda la pereza del mundo, hasta que la ví y mis ojos se abrieron como platos. — Okey, contexto? — Solté sin más.

Mi madre estaba parada con una sonrisa visible mientras sostenía una jaula con lo que parecía ser un buho negro, un carrito con muchos libros y varias cajas alargadas de dudosa procedencia.

— Necesitarás todo esto para Hogwarts cariño, mira, este sera tu buho para que nos comuniquemos mediante cartas, y aquí están los libros de tus asignaturas correspondientes a cuarto año — Sonrió mientras me miraba esperando una reacción de mi parte. — Estas cajas contienen varitas, una de ellas te elegirá, no quise molestarte para que vayas al callejon Diagon conmigo así que traje algunas muy lindas, bajo recomendación de Ollivander —

Todo pasó muy rápido, una varita me eligió después de un show dramático de luces, y luego empaque todas mis cosas para alistarme e irme a la estación de trenes.

Al llegar ya vistiendo mi túnica negra y habiendo tenido que atravesar una pared que juraría que no se podría atravesar, esperamos al mágico tren.

No podía mentir, sentía putos retorcijones en la panza, nisiquiera me había podido despedir correctamente de mí vida muggle, y ver a todos esos chicos corriendo de un lado al otro y abrazándose con sus amigos de Hogwarts me hacía sentir un poco excluida.

Red Blood & Green Blood - Fred Weasley.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora