Red Blood & Green Blood - Fred Weasley.

IX

Familia Malfoy.

Independientemente de su riqueza, sin necesidad de trabajar para vivir, generalmente han preferido el papel de poder detrás del trono, contentos de que otros hagan el trabajo pesado y asuman la responsabilidad del fracaso. Han ayudado a financiar muchas de las campañas electorales de sus candidatos preferidos, que han incluido (según se dice) el pago de trabajos sucios como echar maleficios a la competencia.

Malfoy es el apellido de una adinerada familia mágica sangre pura y uno de los Sagrados Veintiocho.
Los Sagrados Veintiocho fueron, según el autor del Directorio de Sangre Pura, las veintiocho familias británicas que eran "verdaderamente de sangre pura" en la década de 1930.
Viven en la Mansión Malfoy, en Wiltshire, Inglaterra. Los Malfoy están emparentados con muchas otras familias sangre pura, como los Black, los Lestrange, los Greengrass y los Rosier. También estaban emparentados con las familias Tonks y Lupin, de herencia mixta de magos y muggles, para disgusto de los Malfoy, aunque no estaban en contra de casarse con mestizos.

Los Malfoy se ganaron una reputación con respecto a la supremacía y herencia de sangre pura. Durante la Primera Guerra Mágica, apoyaron a lord Voldemort e incluso algunos miembros fueron mortífagos bajo su mando.

Lucius Malfoy, hijo de Abraxas Malfoy, era uno de los pocos magos sangre pura que quedaban a finales del siglo XX. Se unió a los mortífagos cuando éstos llegaron al poder en la Primera Guerra Mágica. Se casó con Narcissa Black, una compañera sangre pura de origen similar y adinerado, y tuvieron un hijo, el pequeño Draco.

— Básicamente son una mierda adinerada y supremacista, seguidora de un asesino maniático que se remonta a los años de Dios sabe cuando. Compadezco a Draco, si no salía traumado de ahí, era por pura suerte — suspiré y dije, cerrando el artículo que hablaba sobre los Malfoy que había encontrado en la biblioteca.

— Por Merlín, no me imagino la presión que debe sentir el hurón con tal prontuario, se nota que es buen chico aunque trate de demostrar lo contrario — añadió Daisy recostándose en mí hombro.

¿El hurón?

— ¿Cómo que "el hurón" Daisy?

— Joder me olvidé de contarte, es una historia divertidísima. Resulta que el otro día el profesor Moody convirtió a Draco en un hurón por culpa de una pelea absurda que tuvieron con Harry, en Gryffindor ahora lo molestan todos los días con eso.

— A decir verdad no me sorprende que Draco odie a los Gryffindor a esta altura, tienes que admitirlo niña, a veces son muy molestos. — bufé, imaginando lo enojado que debió estar Draco por eso después.

— Pero a mí me quieres... — susurró en mi oído una voz que me hizo dar un salto.

Al darnos vuelta, se encontraba George parado con una sonrisa pícara, Daisy se abalanzó hacia el para abrazarlo, y sólo al correrse pude notar la otra figura que estaba ahí.

Estaba ahí, cuándo no Fred Weasley.

Al verlo me paré de golpe con molestia, guardándo rápidamente el artículo en mí morral y dispuesta a salirme como un rayo de la biblioteca. Él me miró y simplemente negó con la cabeza, rodando los ojos, lo cual me enfureció más.

— Oye Lex no... — murmuró Daisy con tono suplicante.

— Juro que es por el mapa, es decir, la hoja que te envié ayer Lex. Si venimos los dos que ya tenemos experiencia con él, nos aseguraremos de no tener ningún problema al salir del castillo. —  añadió George, tomándome del brazo con cara de perrito mojado.

Ante las palabras de su gemelo, Fred abrió los ojos atónito, para después reprocharle;

— ¡¿CÓMO QUE LE ENVIASTE EL MAPA GEORGE?! — gritó con desesperación el pelirrojo.