Barely Breathing (Ziam Fanfiction)

Capítulo treinta

Capitulo treinta

Liam levantó la cabeza, debía concentrarse. Sabía que no tenía que haberse quedado despierto en la noche tomando cerveza con Alicia y Zayn porque hoy tenía una larga noche en la escuela y al estar recuperando los años perdidos tenía bastantes materias y temas en un mismo día. Se estaba por dormir. Anotó todo lo que el profesor había hecho en el pizarrón, pronto habría exámenes. Sí, lo sabía, su vida había cambiado bastante, y sus días estaban rebalsados de papeles y libros, pero nada se comparaba con esos días de trabajo duro para tener para comer. Si un día no trabajaba correctamente, no recibía la paga y eso significaba que pasaría hambre. Volver a las aulas había sido difícil, le había costado mucho más de lo que pensó, había dejado todo muy olvidado y se tuvo que acostumbrar, aún seguía en proceso.

Gracias a que Zayn se había mudado, aprovechaba para que junto a Alicia lo ayudaran para traer dinero. Los tres trabajaban en sus tiempos libres mientras estudiaban. No era la mejor vida, pero los prepararía para el futuro, no eran los mejores trabajos, pero les darían experiencia. Estaba conforme con muy poco en este momento.

El timbre sonó y Liam guardó sus cosas lentamente mientras terminaba de escribir las últimas anotaciones del maestro. El ritmo era todavía algo acelerado para alguien que había dejado la escuela hace varios años y no había tocado las carpetas desde entonces. Se sentía algo desanimado por eso, pero algo más fuerte lo impulsaba a seguir… Eran sus ganas de hacer algo mejor con su vida, darle mucho más a su hermana. Mientras todos dejaban el salón, el profesor lo vio caminando hacia la puerta de salida.

—Payne—lo llamó éste.

Liam se volteó, nunca pensó que aquel hombre recordaría su nombre. Había dejado esa escuela hace mucho y nunca fue uno de los mejores.

—Has hecho un buen trabajo—le dijo entregándole un par de hojas en un folio.

Liam lo tomó y observó lo que le entregaba. No había quedado como él quería, pero no tenía mucho tiempo con las otras materias y el trabajo.

Liam continuaba callado.

—Jamás pensé que volverías cuando dejaste de venir—le confesó el hombre.

—Pues ya ve que se equivocó—le respondió Liam. Estaba algo apenado, era difícil para él hablar de progreso, se sentía un estúpido nerd. Aún conservaba esa rebeldía formada por el odio de todos los años en los que se sintió el basurero de la ciudad y vivió en la pobreza consiguiendo solo las migajas.

—La amabilidad y el tacto nunca ha sido tu fuerte—le comentó el profesor. —Pero debo reconocer que siempre confié en tu inteligencia. No eres un chico tonto, Liam. Por eso has vuelto.

Liam trató de esconder su sonrisa, nunca había recibido un cumplido de parte de un profesor en su vida.

El hombre le mostró una sonrisa y pasó por la puerta saludando con un “hasta mañana”. Liam lo vio irse y aprovechó para echarle un vistazo a las hojas que le había entregado: Tenía un ocho. Se le salió una risa, entendió que no debía subestimarse tanto, no había dado lo mejor y esperaba mucho menos. Guardó todo en su mochila y salió por la puerta.

***

Zayn salía de su trabajo de mesero a eso de las once, hora en la que Liam salía de clases en la Escuela Nocturna. Eso les servía porque podían volver juntos. Alicia trabajaba en una Estación de Servicio ni bien salía del colegio y llegaba a tiempo para estar lista para la cena. Eran días agotadores, pero era lo necesario para poder vivir.

—Me dieron unas hamburguesas—le contó Zayn. —No tienen mayonesa, ni queso, pero con el hambre que tengo me la como como venga.

Liam se rio y le dio un empujón.