Barely Breathing (Ziam Fanfiction)

Capitulo doce

Capitulo doce

Eran las seis de la mañana, la casa estaba sola, su madre había viajado muy temprano como le había dicho. Frente al espejo, Zayn se miraba e intentaba decirse a sí mismo quién era, le costó demasiado, al punto de no poder llegar a una conclusión.

¿Cómo podría olvidarse de la guerra que se le formaba en la cabeza? La tenía allí cada vez que cerraba los ojos, y la escuchaba cada vez que había silencio. Realmente nunca creyó que su pesadilla podría volver, era tan pequeño y le pasaron tantas cosas en el transcurso que hasta llegó a creer que nunca había pasado, de eso se convenció.

Ahora su sangre hervía y no creyó que pudiera ir al instituto sin que alguien salga lastimado. Las manos le temblaban con apenas cargarlas con agua, cerró sus ojos con furia y las lágrimas se escurrieron. ¿Qué iba a hacer? No recordaba como mierda había logrado sobrellevarlo, tampoco se imaginó que volvería a necesitar controlarse.

—Tienes el control, Zayn. —susurró. —Nada se ha ido a la mierda.

Liam Payne era el problema número uno en su lista interminable: es que todo era por su culpa. No podía explicar porque le dolía tanto, no podía explicar la impotencia, ni lo débil que se sentía cuando se trataba de él. Pudo haber hablado con Alicia pero él se lo evitó y eso fue suficiente, unas míseras palabras. Lo mantuvo alejado de su mejor amiga todo el tiempo que quiso y se lo folló a la primera sin siquiera tener su consentimiento. Y ahora no podía elegir no sufrir por él.

No podía creer que esto le estuviera pasando. Su vida estaba completamente arruinada y lo único que Liam tuvo que hacer fue existir. Hacía cuatro años que conseguía lo que quería, cuatro años en los que hacía lo que quería, nadie le daba órdenes ni lo hacía retroceder.

Cuatro años tirados a la basura. Cuatro años de mentiras. Cuatro años en los que nadie le había hecho entender que no podía contra nadie. Sus ideas de fortaleza se deshicieron como un cubo de hielo bajo el agua. Arrojó el peine al espejo ya no se quería ver la cara de tonto. Ni escucharse la voz.

***

Sentado en su pupitre pasaba las hojas de un cuaderno de biología, quizás eso mantendría su cabeza ocupada.

Pues, ¡sorpresa! No ha funcionado, y no lo hará.

—A la mierda con esto. —susurró.

Cerró el libro.

—¿Disculpe, Malik? —preguntó el profesor de Biología.

Zayn levantó la mirada.

—¿Qué dijo? —le preguntó nuevamente.

Zayn suspiró y lo repitió.

—A la mierda con esto.

Todos en la clase reaccionaron bochornosamente. El profesor lo miraba indignado.

—Quizás quiera repetírselo al director. —le dijo.

Ahora su corazón bombeaba demasiado rápido. Necesitaba salir de ese cuarto, necesitaba que dejaran de mirarlo de esa forma. Necesitaba que lo dejaran en paz.

Comenzó la tarea de juntar sus cosas, sabía que una propuesta como la del profesor significaba que pasaría todo el día en rectoría y nunca se sintió más feliz de que lo hubieran retado.

Juntó las cosas tan rápido que sus compañeros creyeron que estaba muy furioso y que todo terminaría con un profesor golpeado, y en parte deducían bien.

Ya era tarde, la sangre fluía demasiado rápido, todo era demasiado rápido, los ojos le explotarían.

—Señor Malik, ¿está usted bien? —le preguntó su profesor, eso detuvo el ruido de su cabeza, entendió que el terremoto lo tenía dentro suyo y que todo afuera estaba quieto y tranquilo.