Barely Breathing (Ziam Fanfiction)

Capitulo veintidós

Capitulo veintidós

Eran eso de las tres de la mañana y Zayn Malik caminaba solo por la calle pateando piedras por el camino, cabeza a gachas y echando algunas maldiciones. Llegando a la puerta de su casa sacó las llaves heladas de su bolsillo y abrió la puerta esperando solo tener que lavarse los dientes y acostarse a dormir. Y así lo hizo, la primera habitación de su casa que pisó fue el baño y después la suya y se recostó en la cama sin siquiera taparse.

Sintió unos ruidos y luego una luz se prendió, supo que su madre se había levantado. Puso los ojos en blanco sabiendo que había notado su llegada, estaba de muy mal humor para un tierno “buenas noches”.

—Llegaste temprano—le dijo Lauren asomando la cabeza por la puerta.

Zayn no contestó.

—¿Algo salió mal? —preguntó ella.

Zayn no abrió la boca solo se quedó callado y metió la cabeza en la almohada expresando el deseo de estar sola, lo cual ella entendió.

***

Liam volvió a eso de las ocho de la mañana a su casa, nunca desperdiciaría dormir en una mejor cama por una noche, y como había pagado la noche en el Motel, ya que más daba.

Cuando entró en su casa, maldijo al encontrarse a su padre dormido en el sillón con el televisor prendido y una botella de cerveza vacía en la mano. Apagó la televisión y lo insultó en todos los idiomas en voz baja, aparentemente este hombre solo quería hacer sus fechorías bajo techo. Fue hacia la cocina y se encontró con Alicia tomando un café.

Señaló con la vista en dirección al sillón y ella frunció los hombros.

—¿Estuvo toda la noche ahí? —le preguntó en susurros.

—Probablemente, tu sabes que a mí me importa una mierda lo que él haga, así que me encierro en mi cuarto allí me quedo—respondió ella.

—A mí tampoco me importa lo que hace, pero no podemos dejar que haga lo que quiera en nuestra casa. —le advirtió Liam.

—¡Qué lindo levantarse y escuchar a los hijos hablar del padre! Aunque hubiera preferido oír alguna de mis muchas virtudes…—habló a sus espaladas el hombre del sillón.

Liam le hizo la mejor cara de nada.

—Podrías haberte despertado y levantar ese culo del sillón y darle un respiro, ahí quizás podría decir que no eres tan holgazán—mencionó Liam.

El hombre se acercó estirándose después de una noche de mucho dormir.

—Pierde cuidado, hijo. Ahora me voy a dar la caminata de todos los días—le informó, guiñándole el ojo, de esa forma le hizo saber que no quería enterarse que había desafiado su amenaza.

Dicho eso, el hombre se dio la media vuelta y salió de escena.

—¿Qué fue eso, Liam? —le preguntó Alicia al ver la seña que acababa de ver.

—Tonterías de él—Liam minimizó la situación.

***

Sentado en la escalera del frente de su casa, Liam miraba un punto fijo y tomaba sorbos de cerveza. La puerta se abrió a sus espaldas y un hombre flácido y viejo se sentó a su lado.

—Veo que continúas con las tradiciones familiares—mencionó hablando de sentarse a mirar un punto fijo.

—¿Qué puedo hacer? Soy hijo tuyo, creo que es genético—ironizó Liam.

El hombre se carcajeó y lo miró.

—Otra vez salí a caminar de mañana, Liam. Y los vecinos me dijeron que llegaste a las ocho de la mañana. —le dijo.