Capítulo diecinueve

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Capitulo diecinueve

De un golpe, Liam abrió los ojos. Se sentó en su cama y se halló desnudo, intentó recordar porqué pero no creyó poder… Giró la cabeza al costado y vio a una mujer sin ropa durmiendo a su lado. Allí entendió todo. Era la mujer con la que había fingido estar anoche, y ahora estaba en la misma cama con ella, y seguro que anoche se abran revolcado en esa cama. Suspiró. Se llevó los dedos a los ojos y los removió tratando de despertar. 

Alicia asomó la cabeza por la puerta y lo vio tratando de entender en que momento accedió a esto. Liam levantó la cabeza y la vio. 

—Buen día—le dijo desganada.

—Buen día—respondió él de la misma forma.

Se levantó porque no había nada más que hacer en la cama, y no sabía qué hacer si la chica despertaba. Sentándose sobre la mesa, su hermana le tiró una cerveza, él la alcanzó.

—¿Qué tal terminó la fiesta? —le preguntó Liam porque no sabía de qué hablar.

—¿No lo recuerdas verdad? —le preguntó ella algo angustiada.

Liam negó algo desorientado como si quisiera interesarse en la charla con su hermana, pero no pudiera quitarse un pensamiento de la cabeza.

—Danny y Javier se cagaron a trompadas—dijo. —luego se metió Jorge y todo se puso peor… Como sea, la mayoría se puso a observar la pelea y después de que Danny y Jorge lo dejaran casi muerto a Javier todos se fueron llevándose una cerveza como souvenir.

Liam asintió para dar a entender atención y comprensión, pero eso no terminó de dejar tranquila a Alicia.

Hubo un silenció incómodo en el que ambos querían diferentes cosas, por un lado, Alicia rogaba por poder sacar el tema de Zayn, porque sabía que su hermano necesitaba hablar y que ella necesitaba aclararle unas cuantas cosas. Por otro lado, Liam estaba deseando que esa conversación terminara, porque tarde o temprano Alicia notaría su desconcentración y si preguntaba… No, Liam Payne no sacaba entradas para esa película de confesiones melosas.

—No fue solo sexo, ¿verdad? —exclamó Alicia.

Liam levantó la vista de su cigarrillo y la miró con la mejor cara de confusión que le salió.

—¿A qué te refieres? —preguntó estúpidamente.

—Si no quieres hablar de eso con nombre propio, pues digamos que tú sabes de qué estoy hablando. —le dijo ella seriamente.

Liam bajó la vista y le dio una probada al cigarrillo.

—No tengo ni una puta idea de lo que estás diciendo—le mintió.

Alicia puso los ojos en blanco y habló de todos modos, sabía lo terco que podía ser su hermano y esta fase no estaba ni cerca de ser la última.

—Escucha, no sé qué es lo que pretendes, pero si fue más que solo sexo… Ten cuidado. —le hizo saber ella. —Tuvo una vida difícil y quizás sí es un perro de la peor clase como nosotros… Pero no juegues con él. No lo merece. 

Dicho esto, vio como Liam se reía irónicamente haciéndole entender que no tenía idea de lo que hablaba y que dejara de hacerse la novela y muchas otras estupideces.

***

Eran eso de las diez de la noche y Liam sostenía las caderas de la rubia, y las acercaba más a su entrepierna, cada vez más fuerte y rápido con la intensión de obtener un orgasmo. Los jadeos repugnantes y tal vez fingidos o exagerados llenaban la habitación. Una vez que su semen se expandió por las sábanas y el abdomen suyo y el de la mujer, la apartó de encima y se levantó de la cama como si buscara algún tipo de alivio. Corrió hacia el baño y se empapó la cara con desesperación. 

Y ojalá que cuando veía su rostro en el espejo se hubiera reconocido. Nada había cambiado, seguía siendo la misma mierda, en el mismo barrio, con los mismos miedos, los mismos millones de defectos, la misma soledad y amargura, la misma agresividad. Sin embargo, algo dentro de él había cambiado, o quizás… Algo dentro de él creyó que había cambiado. Y fue la primera vez que se frustró por eso, fue la primera vez que deseó no haberse creído su propia ilusión, fue la primera vez que tuvo que llorar porque otra no había. 

Quiso recordar todo lo que había hecho con esa mujer con algo de gusto o excitación, pero no pudo. Quiso sentirse igual de satisfecho que todas aquellas veces, quiso volver a ser como era, y no lo consiguió, porque a pesar de la falta de pruebas… Algo de verdad había cambiado. Suspiró nervioso y con mucho miedo. Porque era la primera vez que buscó sentirse correcto, bueno y real y no lo logró, porque solo había una persona que lo había hecho sentir así, obvió su nombre, no lo mencionaría. 

***

Liam entró en un boliche a eso de las tres de la mañana, había tomado demasiado, no sabía qué hacer… Así que resolvió que bailaría lo que restaba de la noche. Cruzó entre la gente moviéndose como un desquiciado, y chocando cada tanto con algunos cuerpos. Divisó un espacio libre y caminó hacia allí.

Bailó por más de veinte minutos hasta que su mirada perdida se encuentra en unos ojos marrones, allí todo parece quedarse quito para él. Liam no duda un segundo de que es la persona a la que ha estado buscando y no le importa si quiera el hecho de que el muchacho no parece reconocerlo del todo y que además está acompañado por un rubio bastante atractivo.

Cruzó entre medio de los cuerpos en movimiento pasando uno por uno sin tener el más mínimo cuidado, hasta que llegó. Una vez atrás del chico no supo que más hacer… Le miró la espalda y luego miró al rubio que lo acompañaba y este sí se percató de su presencia, y le hizo seña al morocho.

Zayn se volteó y lo miró a Liam con sorpresa y hartazgo.

—¿Qué quieres aquí? —le preguntó con un grito algo apagado que se logró escuchar a través de la música alta.

Liam no respondió nada y solo se le quedó mirando como si esperara algo o como si quería darse cuenta de algo.

Zayn le devolvió la mirada como si tratara de un reto de quién sostenía la mirada por más tiempo.

—Estoy a punto de acostarte de una trompada, así que mejor que empieces a hablar o lo que sea que hayas venido a buscar... —le dijo Zayn. —Rápido,—le ordenó. —el tiempo está corriendo.

Agregó e hizo una mímica como si mirara su reloj de muñeca invisible.

Liam realizó una sonrisa de lado y mantuvo el silencio una vez más, pero este no pareció impacientar a Zayn. 

—Primero me gustaría que tu amiguito volara de aquí—le pidió. 

Zayn volteó y le hizo una seña a Lucas. El rubio se retiró sin chistar.

—Y ¿bien? —le preguntó Zayn.

—Tenías razón. —le dijo Liam.

—¿En decir que eres un pendejo pelotudo? —le dijo Zayn.

—Sí, soy un pendejo pelotudo—le respondió Liam y Zayn se puso serio.

—¿Algo más? —preguntó Zayn algo incómodo con la situación, Liam nunca le había hablado tan en serio acerca de sus sentimientos.

—No, solo quería que lo supieras—le dijo Liam.

Y se dio la vuelta para irse del lugar. Y Zayn volvió con Lucas.

Luego lo supo, si había algo más. Y volviendo con una velocidad tremenda le tomó el rostro y unió sus labios con los de Zayn en una desesperación apasionada. En el proceso, con una mano enredada en el cabello, usó la otra para aferrarse a su remera. Zayn apretó sus labios fuerte. Y cerraron los ojos con mucha intensidad porque era un sueño del que no querían despertar. 

Barely Breathing (Ziam Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora