KATIA *(Horas De La Eternidad #1)

CAPÍTULO 27

—Pasa... corre pasa, ¿Preparado? ¡CUUMPLEAAÑOS FEELIIZ...!— grita mi padre.

Abro los ojos y esta mi hermano grabando, me limpio la baba de la cara y le pongo mala cara. Como odio que me graben el día de mi cumpleaños, y más recién levantada. Mi padre sigue cantando feliz y yo le miro, ha echo un plato enorme con tortitas, huevos revueltos y bacon.

—¿Se supone que me tengo que acabar todo eso?— me pregunto.

Termina de cantar y mi hermano me quita una tortita llevándosela a la boca rápidamente.

—Te queremos pequeñaja— me dicen los dos a la vez.

Yo les sonrío y empiezo a desayunar. Hoy presiento que va a ser un buen día. Nada más terminar, recojo mi habitación y me voy a la ducha. Después me pongo un vestido blanco para resaltar el poco moreno que tengo con un bikini blanco debajo. Cojo el teléfono y leo todos los mensajes.

Sarah:

—¡FELICIDADES TIAAA!—

Chris:

—Un año más aguantándote, increíble <3–

Arthur:

—Hoy el perreo hasta abajo cumpleañera—

Mike:

—Felicidades Kat, nos vemos esta noche :)—

Les contesto a todos súper contenta, en verdad los 17 los voy a disfrutar como nunca. Este es mi año. Oigo el claxon fuera de mi casa y se que ya están ahí, son Sarah, Chris y Arthur, tenemos por tradición irnos a la playa por mi cumpleaños porque soy la única que los cumple en verano.

Tienen el reggaeton a tope en el coche, salgo con mi mochila y los abrazo súper contenta, ellos me reciben con emoción. Me subo al coche y nos pasamos todo el viaje cantando canciones de Bad Bunny.

Finalmente llegamos y andamos un poco, porque nuestra playa está un poco más alejada de la que va todo el mundo, por fin llegamos y ponemos las toallas, está prácticamente desierto salvo un grupo de chicos y chicas algo más grande que el nuestro.

Nos ponemos crema y Chris y Arthur nos cogen a Sarah y a mi de improvisto como un saco de patatas para llevarnos al agua. Nosotras gritamos para que nos bajen, pero ellos lo ignoran por completo. Acabamos las dos empapadas, los salpicamos y pasamos así un rato hasta que decido salir para tomar el sol.

El grupo de al lado ha puesto música muy buena en su altavoz, así que no nos hizo falta sacar el nuestro. Cuando me fijo en ellos son bastante guapos, son 4 chicos y 3 chicas. Dos rubios, una castaña y uno con el pelo negro juegan con una pelota al voleibol, una pelirroja está poniéndose crema y un chico con el pelo muy corto con una rubia tipo... ¿Barbie?

-¿La barbie?- pienso.

En cuanto se ríe lo confirmo, esa risa irritable no la iba a escuchar en ningún otro lado. Mientras la miro, Arthur se pone sus gafas de sol y se sienta a mi lado para secarse. Y el chico...

—¿Ese no es Axel?— me dice seco.

Ni por un segundo hubiera pensado que lo volvería a ver, tampoco quería verlo; me hizo daño y aunque las pesadillas hayan cesado un poco las sigo teniendo algunas noches.

—¿Quieres que nos vayamos?— me pregunta.

Niego con la cabeza. A Sarah y a Arthur se lo conté todo aproximadamente una semana antes de haber acabado las clases y desde entonces el nombre "Axel" no ha vuelto a ser nombrado. Como si mi mirada le quemara la espalda se gira hacia nosotros, yo aparto la vista y miro a Arthur, este le sigue mirando con cara de asco. Le vuelvo a mirar a él y su cara lo dice todo. No sabía que yo estaría aquí.

Solo me sale mirarle seria, él se levanta, se quita la camiseta dejando ver un cuerpo tatuado y bien definido y va a darse un baño, yo en cambio, voy a mi bola. Saco una cerveza de la nevera que hemos traído y con mucho gusto me la bebo.

Tras un rato, Chris y Sarah se van a dar un paseo por la playa y Arthur está dándose el lote con uno de los del otro grupo. Yo solo me quedo al sol disfrutando del clima y bebiendo mi cerveza.

—¿No eres un poco pequeña para beber?— abro los ojos y uno de los rubios me estaba hablando.

—Hmm, puede...— respondo.

Me quito las gafas y le hago un repaso con los ojos.

—¿Si te invito a una, seguiría siendo demasiado pequeña?— le digo coqueta.

Es bastante guapo, debe de tener 3 o 4 años más que yo, tiene un cuerpo moreno y bien cuidado, y por no hablar de sus ojos, azules como si del mar se tratase.

—No, no lo serías— me dice vacilando.

Le doy una y le dejo que se siente a mi lado.

—Soy Katia pero llámame Kat— me presento.

—Peter— me sonríe.

Me da un repaso con los ojos, y reconozco que me gusta, pero ya estoy con Mike y no estaría bien. Me levanto dejando la cerveza en mi sitio y voy al agua. Muevo mis caderas discretamente, haciéndole entender que sé lo que quiere pero que no va a ser tan fácil.

Me meto debajo de una ola, mojando así todo mi cuerpo, me giro y veo a Axel a unos pocos metros comiéndome con la mirada.

—Hoy voy a triunfar, dos tíos en un par de horas, aún que... ¿Seguirá Axel sintiendo algo?— pienso maliciosamente.

Salgo del agua moviéndome como yo sé, voy a molestarle todo lo que pueda sabiendo que le pueden los celos. Y si resulta que surge efecto confirmare mis dudas. Soy consciente de que el bikini que llevo me hace tremendo culo, y no me escondo.

Empieza a atardecer y Sarah se ha empeñado en juntar las cosas de los dos grupos y hacernos fotos todos juntos, "summer vibes" como ella dice.

Ponen reggaeton y las chicas del otro grupo, Sarah y yo bailamos riéndonos, los chicos hacen el idiota y eligen la música. Noto los ojos de Axel en mi nuca y yo levanto los brazos moviéndome sexy, la luz del atardecer nos sorprende con unas vistas muy agradables.

Se hace tarde y nos dicen que se van a ir yendo.

—¡No! Quedaros, hoy es mi cumpleaños y ahora va a venir mucha gente— les suplico.

Estos acceden y en cuestión de minutos empieza a llegar la gente. Miro a Axel que se ve algo molesto pero no rechista por quedarse.

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