CAPÍTULO 25

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Trepamos la verja del lago y caminamos hasta la arena. Amigos y compañeros del instituto empiezan a llegar y a quitarse la ropa para quedarse en ropa interior o bañador y poder bañarse.

Yo me paro en seco y pienso en mi nueva complejidad, así que me siento en un tronco.

—¿No vienes?— me pregunta Sarah en bikini con Carlos a su lado.

Niego con la cabeza sonriéndola y ella se gira hacia Carlos, le dice algo y este va con sus amigos.

—¿Qué te pasa Kat?— me dice acuclillándose delante mío.

—No me apetece mucho— la miento.

La verdad es que en ropa de baño mi cicatriz se notaba y la verdad es que me acomplejaba bastante. Ella asiente poco convencida, me da un beso en la mejilla y se va con Carlos.

Mike se sienta al lado mía y me hace la misma pregunta que Sarah. Le miento a él también y me mira, la luz de la luna me deja ver sus ojos, tiene las pupilas muy dilatadas y una media sonrisa que le hace ver irresistible.

—No me lo creo— me dice desviando su mirada al lago.

—Pues no te lo creas— le digo riéndome.

Se levanta y le observo, se quita la camiseta dejando ver su cuerpo bien marcado, tampoco mucho pero no poco, como a mi me gusta. Cuando me doy cuenta a donde miro levanto la vista a sus ojos, estos me miran divertidos.

—¿Te gusta lo que ves o que?— dice fardón.

Noto como mis mejillas se encienden. Él cambia su expresión de superioridad a una sonrisa vacilona. Me da la camiseta y le miro con curiosidad.

—Puedes ponértela si quieres— me dice con una sonrisa cariñosa.

Al final me convence y me quito la chaqueta primero, le miro y este se da la vuelta vergonzoso. Me quito las botas, los pantalones y por último el top, llevo una lencería que me gusta mucho es un conjunto rosa claro de encaje, nunca tiendo a ponerme lencería que no me gusta, y hoy lo agradezco.

Le miro y sigue esperando, es demasiado tierno. Me pongo su camiseta y me llega justo por los muslos, suficiente para tapar mi cicatriz, pues está justo en mi pelvis, la pala ilíaca izquierda. Una cicatriz de unos tres centímetros. Ando hacia él y le toco el hombro para indicarle que estoy lista. Él me mira y me recorre el cuerpo con la mirada sin llegar a ser descarado.

Se para en mis muslos, y sube la mirada a mis ojos, las mejillas se le encienden y traga saliva disimuladamente. Trato de jugar a mi favor y le digo:

—¿Te gusta lo que ves o que?— repitiendo sus mismas palabras.

Él me sonríe negando con la cabeza. Se quita los pantalones y las zapatillas quedándose en bóxers negros, me conduce hasta la orilla donde están casi todos. Entra un coche y saca cervezas, ponen la radio a todo volumen y encienden una fogata. Esto si que puede anunciar el verano.

Me meto despacio al agua por que está muy fría. Mike me ve y me salpica, le grito que pare pero no para, trato de salpicarle pero me coge y me hunde con él. Salimos a la superficie y no llego con los pies al suelo, este me coge de la cintura y yo me cojo a él rodeándole con las piernas y estando unos centímetros por encima de él, la mirada es intensa, se nota la tensión sexual entre nosotros.

Por unos instantes me mira los labios y yo miro a los suyos, se va acercando hasta que...

—¡Kat!— me llama Chris riéndose.

Va pedo y nos ha jodido el momento, me rio por desesperación y Mike hace lo mismo, me lleva un poco más cerca de la orilla para que pueda andar por mi misma y yo le agradezco.

—¿Qué pasa?— le pregunto a mi amigo.

Este me abraza y me dice lo mucho que me quiere, en verdad no es la primera vez que lo hace cuando esta ebrio. Le quito la cerveza de la mano y me la acabo yo.

—Creo que ya has bebido suficiente— le digo sentándolo en la hoguera.

Suben la música y se crea un pequeño grupo donde la gente baila y se divierte, noto una mano que tira de mi, es Sarah, nos movemos como nosotras sabemos, lento, seduciendo a todo el que esté a nuestro alrededor, cautivando miradas, aún que a ninguna de las dos nos haga falta esta noche.

Noto unas manos en mi cadera y me giro, es Mike que me sigue el ritmo, tiene una mirada muy dulce, es justo lo que llevo esperando desde hace mucho tiempo, estabilidad. Junto mi espalda en su pecho y él pone las manos en mi tripa por encima de la camiseta.

Tras varias canciones bailando y saltando voy a buscar mi teléfono y a decirle a mi hermano que volveré más tarde e igual me quedo a dormir en casa de alguien.

Vuelvo a la hoguera y me siento junto a Chris, está mirando al cielo, lo miro y gracias a que la leña de la hoguera se ha consumido y no hay luz se ven las estrellas, Mike se sienta a mi lado y pasa el brazo por mis hombros, yo me apoyo en él, aún sin confiar mucho pero dejándome llevar por el alcohol.

Le miro y él me mira a mi, le deseo, desde que me dijo de hacer la carrera, joder le comería la boca aquí y ahora, le miro los labios y él se acerca a mi. Me muerdo mi labio inferior imaginando las mil y una escenas que se me pasan por la cabeza ahora mismo. Termino acortando la distancia besándole, me sigue el beso, despacio, lento y sensual, me pongo a los lados de sus piernas estando así encima, pone las manos en la parte baja de mi cadera y me besa con ternura.

Tras unos minutos nos separamos y nos miramos con los labios hinchados.

El resto de la noche a tenido más de lo mismo hasta que decidimos irnos a casa de Sarah, Carlos nos acercó y nada más llegar nos metimos en la cama de mi amiga.

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KATIA   *(Horas De La Eternidad #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora