El Secreto de mi Padre (Alemania y Third Reich) ⪢Terminada⪡

Desayuno Sorpresa

Ya Alemania se estaba alistando para ir a descubrir los secretos que le guardan a el y a sus amigos. Estaba emocionado y nada ni nadie arruinaría sus planes, ¿O si? 

-Bien, ¡Vamos!- Se dijo, levantando un puño mientras se veía en el espejo.

El chico alemán salió de su cuarto, bajo las escaleras y fue a la cocina a despedirse de su padre, pero que sorpresa se llevo al ver de nuevo al soviético y a sus hijos en el comedor.

-Guten morgen, klein- Lo saludo su padre tan sonriente, poniendo unas tostadas en la mesa.

-Guten morgen, vati- Devolvió el saludo casi a regañadientes, para ver como su padre se devolvía a la cocina.

Cuando saludo al alemán mayor los rusos se dieron cuenta que estaba ahí, así que lo saludaron y Rusia le señalo un lugar para sentarse a su lado. El de lentes ya iba a llorar, aun sentía todos los golpes de ayer, ¿Y hoy tenia que sentir mas?, pues no. Hizo como que no vio al ruso y se sentó al lado de Kazajistán, pero se le había olvidado que el habla mucho. Ni se había sentado cuando el Kazajistán le hablo, así que volvió a estar de pie, en ese momento lo que menos le importaba era ser grosero. Volteo a ver si habían mas sillas, pero solo estaban las sillas al lado de Rusia, al lado de Kazajistán y una al lado de URSS, en la cual de seguro se sentaría su padre, pero si se sentaba ahí podría evitar que su padre hablara con el socialista, e intentarlo no estaría mal, así que se fue a sentar allí.

El ruso mayor al parecer estaba tranquilo pensando, así que no se dio cuenta de la presencia del tricolor alemán, hasta que Turkmenistán lo empujo sin querer por jugar a las luchas con Azerbaiyán, haciendo que el europeo se golpeara levemente la cabeza con el codo de la Unión y cayendo de la silla.

-Привет маленькая Германия- Lo saludo, poniéndole la mano para ayudarlo a levantarse.

-Ich bin ein Mann- Le especifico, levantándose solo y sentándose de nuevo en la silla, sin aceptar la ayuda del de tes roja.

-Lo se- Le dijo, revolviéndole el cabello.

-Entonces por que me dijo "Pequeña"?- Cuestiono, alejándose para que le dejara el cabello.

-Vaya, pensé que no sabias ruso, xaxa- Respondió con un tono burlón.

Alemania mostro sus dientas afilados junto a un gruñido y un ceño fruncido, el de ushanka de respuesta soltó una carcajada. Nadie la noto, y tampoco se habían percatado de la pequeña pelea que tenia ellos dos. 

El alemán le saco la lengua con brazos cruzados, pero recibió un golpe en la cabeza con un cucharon de madera, el cual había sido dado por T.Reich.

-Respeta- Le susurro al oído después del golpe.

El chico centroeuropeo se levanto, se dirigió a la puerta y se largo de su propia casa, igual tenia cosas mas importantes que hacer. "Seguimos esperando hasta cuando desesperamos" le dijo una vez su padre, solo tenia que ESPERAR.