Asistente

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Apenas Alemania colgó la llamada, se puso un suéter y salió directo a al lugar acordado para hablar, pero no sin antes avisarle a su padre a donde iría.

Iba caminando tranquilamente, hasta que se topo con el que menos quería ver en esos momentos...

-Oh, hello little... Where are you going?- Hablo el estadounidense con una sonrisa burlona, agachándose a la altura del alemán.

-Lass mich in Ruhe, du Wal- Pidió el tricolor con un poco de molestia. 

-Oh, parece que una little bich como your no le han enseñado manners- Siguió su juego el de cincuenta estrellas.

-¡¡PINCHE GORDA!!- Se escucha atrás de USA.

-Oh fuck... This idiot again...- Maldijo por lo bajo el americano.

-¡Ven para acá, marrana!- Llamo el vecino de EEUU.

Alemania se sintió afortunado, no tuvo que lidiar con el norteamericano y se podría ir tranquilo, pero eso cambio cuando le taparon la cara con una bolsa y se lo llevaron a quien sabe donde.

Paso un buen rato, y al fin le habían quitado la bolsa de la cabeza... Todo estaba negro, no se veia nada, solo había una lampara sobre el y no iluminaba nada. Además que estaba amarrado a una silla.

-Ahg... Tu estúpida bolsa huele a Erbrechen- se quejo intentando ver mas allá de la luz.

-Era la mejor que tenia- Se escucho en la oscuridad.

-No joda... ¿Y por que estoy atado?... ¡JAPÓN!- Llamo Alemania enojado.

De repente se prendieron las luces, dejando ver a Japón, Italia y China frente a este.

-¿Como supiste que era yo?- Cuestión algo desilusionada la asiática mitad gato.

-Tu eres la única que podría hacer tal mamada y tener a China e Italia de cómplices- Explico el centroeuropeo.

La japonesa lo pensó dos veces y se dio cuenta que ya le había hecho eso varias veces a su amigo alemán.

-Bueno, ¿Y para que querías mi ayuda?- Recordó la chica cruzada de brazos. 

-Es privado- Recalco Alemania.

China e Italia pusieron ojos de cachorrito para que les dejaran estar allí... A Italia le salió a la perfección y el alemán lo dejo quedarse, pero al pobre de China no.. Por feo.

-Deja que China se quede... Tal vez nos sirva de algo- Pidió Japón abrazando al chino.

Para Alemania decir que "No" a la nipona es muy difícil... Simplemente es demasiado tierna.

-Bien, ¿Pero me pueden desamarrar?- Demando el de lentes.

El chino dio una sonrisa de victoria y desamarro al alemán... Este se levanto, hizo crujir sus nudillos y se acerco a Japón.

-Japón, necesito que me ayudes a descubrir como nací, quien era mi madre u otro padre y sobre un supuesto gemelo que tuve- Hablo rápido y serio sin ninguna interrupción.

-Igual yo he tenido esa duda, pero mi padre no me dice nada y me ignora cuando le pregunto algo al respecto- Coincidió la la felina.

-Yo también tengo esa incertidumbre y mi familia es igual, no me dicen nada de nada- También coincido Italia algo desanimado.

Mientras, China se sentía un cero a la izquierda... El no tenia dudas existenciales ni nada parecido, así que solo se quedo callado gritando en sus adentros. 

-¡Muy bien, vamos a descubrir nuestros orígenes!- Grito Japón llamando la atención del comunista chino.

-¡SI!- Gritaron los europeos con un puño al aire.

-¡China, prepara el Japónmovil!- Ordeno la nipona, al fin haciendo sentir importante al chino. 

Y como buen cómplice, fue a hacer lo que le dijo la japonesa.

Todo marchaba muy bien para Alemania... No solo tiene un asistente, sino tres, y mas que también descubriría el nacimiento de sus amigos. Todo va BIEN


El Secreto de mi Padre (Alemania y Third Reich) ⪢Terminada⪡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora