Capítulo 26: Declaración amenazante - Parte II

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La habitación estaba en penumbras siendo que la única luz que entraba era la del mundo exterior que se colaba por el enorme ventanal. A pesar de que la decoración de su habitación estaba llena de peluches y cosas tiernas, la atmósfera solo se sentía agobiante y triste.

Seraphine podía ver su ojo rojo que brillaba enmarcando su figura delante de ella.

- ¿Podemos hablar...? – repitió tranquilamente.

La cantante la miró con sus ojos llenos de lágrimas mientras seguía abrazando la almohada. – no quiero hablar contigo...- le dijo al final. - vete, por favor...

-Perdón por herir tus sentimientos...- se disculpó la mayor y la miró a los ojos. - fui cruel contigo... no debí haberte dicho eso...

Luego de decir estas cosas e inclinarse en señal de disculpas, se dio la vuelta para retirarse. Cuando abrió la puerta para irse, Seraphine la detuvo.

-Espera...

Aoi cerró la puerta y se volteó para ver a la chica que se había sentado en la cama, aunque no la miraba y seguía abrazada a la almohada. Se acercó a ella despacio y tomó asiento a un cuerpo de distancia.

- ¿Qué sientes por mí...? - le preguntó directamente la idol. - puedo escuchar tus emociones cuando estamos juntas. Siempre las escuché. Quise callarlas, pero eran tan fuertes que retumbaban en mi cabeza y sin desearlo...

- Sera...- hizo una pausa y sonrió tristemente. - mis sentimientos por ti... son genuinos, cada uno de ellos que puedes escuchar, aunque intente olvidarme, aunque intente borrarlos me carcomen la mente y el pecho. A veces son tan fuertes que duelen y me ahogan, en otras ocasiones siento que me dan fuerzas que me hacen pensar que mi actual existencia es un error y que ojalá hubiera tenido la oportunidad de conocerte en otras circunstancias... - suspiró en resignación. - pero las cosas son como son y no se pueden cambiar...

-Pero yo...- la más joven intentó pararla, se sentía rechazada pero esta vez desde un punto emocional y no quería eso. – Aoi yo siento lo mismo por ti...

-No se puede...- dijo la mentora con tristeza en la voz y ahí la miró. - y ninguna de las razones tienen que ver con que seamos mujeres, o con nuestra edad... tiene que ver con lo que va a pasarme a mí eventualmente. - tímidamente llevó su mano a la mejilla de la cantante y miraba esos ojos azules. Intentó decirle que lo de ellas era imposible, intentar convencerla de que lo mejor era que lo dejaran y que cada una siguiera por su lado. Pero esos ojos azules que la miraban entre lágrimas le partían el corazón, y sentía que su alma se rompía en pedazos, si llegaba a decirle algo así algo dentro de ella se iba a morir y ningún factor curativo iba a poder repararlo.

-Aoi...- en las penumbras de la habitación podía ver como las lágrimas comenzaban a caerle por su ojo izquierdo generando un río. Llevó su mano a la mejilla e intentó secar las lágrimas.

- Por favor, no...- rezó cerrando los ojos, sintiendo el suave roce de la mano de su protegida intentando secar sus lágrimas, se sentía bien y a la vez le lastimaba tanto. – No me lo hagas más difícil.

-Aoi...- Seraphine escuchaba la confusión, el dolor, el miedo, la incertidumbre que ella experimentaba y la hacía sentir inquieta. Trataba de que esas emociones no la invadieran, pero eran tan fuertes y profundas que entre más las reprimía más sentía que lastimaban hasta la última célula de su ser. Intentaba controlarlas, pero le resultaba tan difícil, se preguntaba cómo su interlocutor podía.

La guardiana sintió como la idol empezaba a temblar, como si algo le doliera y no pudiera controlarlo. La vio abrazarse a sí misma como si tuviera frío y las lágrimas brotaban sin control de sus ojos, parecía que iba a gritar de dolor.

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