Mi Presa

Capítulo 4: Soy yo, tú sueño inmortal

Dunas Negras era un conocido pub under de las afueras de la ciudad, allí se juntaban desde motoqueros hasta los resabios de los pubs y boliches más chic de los alrededores. A pesar de ser un mejunje extraño de gente, la gran mayoría convivían en armonía, cada uno en sus propios negocios.

    Tenía un pequeño escenario donde algunas bandas poco conocidas, que buscaban su lugar en el mundo del espectáculo, tocaban. En este lugar es donde Akali tuvo su acercamiento con la música por primera vez en un concurso de batalla del rap.

    Este sitio tenía un lugar en su corazón, en este lugar fue donde su historia como cantante comenzó.

    Desde que el grupo de K/DA se había vuelto famoso a nivel mundial, ella no había podido volver a pisarlo. Pero esa noche era especial. Se cumplía el aniversario de su triunfo y quería estar ahí, junto a los que alguna vez llamó amigos.

    -¡Akali!- un tipo grande vestido de motoquero la abrazó fuertemente.

    -Saabu...- correspondió el abrazo - tanto tiempo sin verte.

    -Pensamos que no ibas a poder llegar hoy.

    -Justo hoy era mi día libre, así que aquí me tienen- le contestó a su amigo.

El motero la acompañó a la barra para solicitar unas bebidas en honor a su amiga perdida, los dos bebieron un trago de whisky caro.

    -¡Ey! ¡Akali! - un chico rubio de la misma edad que la rapera con dos chicas a cada brazo le saludó - ¡qué maravilla verte por acá!

    -¡Reed! ¡Tanto tiempo sin verte! - exclamó ella- pensé que no te volvería a ver.

    -¿Lo dices por lo del arresto de la otra vez? - se empezó a reír- tranquila, fue solo un mal entendido. Por cierto, que suerte tienes de convivir con Ahri y Evelynn. Sos la envidia del lugar.

    -Yo entiendo que sean lindas, pero relajá porque son muy importantes para mí - contestó ella, siempre le había molestado el saber las imaginaciones sexuales de su amigo y, ahora más, puesto estaba metiendo con sus amigas más cercanas.

    -¿Me harías el favor de presentarmelas algún día?

-Reed, vamos, son sus compañeras. - A Sabuu ya le resultaba molesto la forma de insistir del rubio.

-Okay, Okay- dijo este dejando de molestar y se fue con las chicas a otro lado.

- Akali, sin ganas de molestarte, pero no te juntes mucho con Reed - le dijo su amigo agarrando su vaso - hace mucho que no vienes por acá, y él se ha metido en varios problemas complicados. Es mejor que no te involucres mucho con él. Por tu bien te lo digo.

-Gracias, Saabu- le dijo tocándole el hombro y pidiéndole al barman que volviera a servir whisky.

Llegaron más amigos de ella a lo largo de la noche, los saludó a todos y se le permitió hacer una improvisación en el escenario para recordar su momento de gloria, los de la vieja escuela la vitorearon recordándola como lo rapera badass que había ganado la competencia.

Se sentía libre y plena, junto a sus viejos amigos recordando viejas batallas. Bebió como escuerzo toda la noche.

En su camino al baño un hombre con una gorra con visera la chocó. Ni se disculpó y siguió de largo. Cuando entró al baño, la luz blanca le pegó terriblemente, sentía que no podía enfocar nada solo mirar al suelo y taparse los ojos. Algunas chicas se acercaron y le preguntaron si se encontraba bien. No pudo contestarles sentía como si tuviera la lengua paralizada.

Salió corriendo del baño y le agarraron del brazo, arrastrándola lejos de sus amigos. deseaba gritarles pero a medida que pasaban los segundos se paralizaba cada vez más.