Capítulo 14: Sugar Baby

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N.T.: Hola! Gente!! Feliz año nuevo a todos! Lo empezamos con una puntita del iceberg! Quiero que sepan que este capítulo fue uno de los que más disfruté escribir hasta ahora. ¡Espero que ustedes lo hagan leyéndolo!!!

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Al día siguiente, Crimson se había levantado a las diez de la mañana, como era de esperarse, la casa era un cementerio. Todas las chicas estaban dormidas y probablemente se despertarían con un dolor de cabeza bastante fuerte después de todo lo que bebieron en la fiesta.

Se encontraba tranquilo en la mesa desayunando mientras leía su libro electrónico.

-Querido...- la sensual voz de Evelynn lo sacó de su momento de lectura personal y la miró.

-Buenos días, Evelynn- saludó levantándose de la mesa dejando su desayuno por la mitad – iré a servirte el desayuno. ¿Necesitas medicación para la resaca?

-No hace falta, gracias. Con el desayuno será suficiente- le contestó sentándose a la mesa enfrente de él.

Sirvió el desayuno para la diva y lo llevó a la mesa donde se lo acomodó en frente de ella, para volver a sentarse en su lugar, continuó disfrutando sus alimentos.

- ¿Por qué no nos dijiste que era tú cumpleaños? – le preguntó al fin.

-Sabía que iba a tener esa pregunta a la primera hora de la mañana- se quejó esté dejando su taza de café.

- Aún espero respuesta...- le contestó bebiendo su café, caliente como el infierno y dulce como el pecado. Antes bebía el café amargo, pero una vez, Crimson se confundió de infusión y le dio a ella el suyo. Desde ese día la diva lo bebía de esa manera.

- Para empezar. – dijo el entrelazando los dedos y apoyando los codos sobre la mesa- tienen mi currículo donde dice mi fecha de nacimiento y para continuar, no celebro mi cumpleaños desde los dieciséis. – le contestó irritado.

- ¿Por qué?

- Evelynn dime: ¿qué sentido tiene celebrar un año más de vida si de todas maneras no voy a morir nunca? – le indagó ya con cara de molestia.

- ¿Es la única razón?

Crimson se tiró para atrás en la silla y suspiró con la boca abierta totalmente cansado. – Antes de que me siguieras haciendo este desagradable interrogatorio, preferiría mil veces que me atravieses con tus lazos hasta la muerte...

La diva sonrió de costado- por más placer que eso pueda darme, creo que la incomodidad que te estoy generando es mejor que eso...

-Por supuesto que sí...- suspiró agotado apoyando su cara en la mesa sobre su brazo derecho totalmente derrotado.

-Termina de desayunar que nos vamos...- le ordenó la diva.

- ¿Qué? – levantó su cara y la miró.

- ¿Me vas a hacer repetirme? – le dijo ella levantándose de la mesa y acomodándose los lentes de vidrio lila- que termines de comer que nos vamos. – dijo lentamente para que no se perdiera la comunicación.

No pudo decir nada puesto que la diva ya se había ido a buscar la llave del coche que usaría hoy por lo que no tuvo más alternativa que terminar su desayuno e ir a su encuentro.

Bajaron al garage para subirse al Lamborgini Huracán Evo descapotable de una hermosa tonalidad lila oscuro, por supuesto un color totalmente hecho a pedido de la sirena.

-No vamos a llamar para nada la atención...- dijo con ironía el guardaespaldas al subirse al vehículo.

- ¿A dónde vamos? – le preguntó Crimson al salir del garage y ya estar a tres cuadras del penthouse.

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