Un año después de que Ben y compañía salvarán a la tierra de la invasión Highbreed, viven sus vidas de la manera más común que les permite el ser plomeros; pero todo cambiará en el momento que una invasión llegué con intenciones no de supervivencia...
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Un grupo de plomeros, acompañados de Ben, Kai, Gwen, Kevin, Cooper, Lucy y Pierce, peleaban contra una pequeña flota Incursiane en aquel planeta tipo planta, habitado como no, por más seres plantas, los cuales recibían con ferocidad a los invasores.
—¿¡Donde mierda esta!?— pregunto Ben, quien buscaba con desesperación algo en sus bolsillos, mientras miraba a lo lejos aquellos alienígenas se acercaban hacia ellos —Por favor, por favor, por favor...
—¿Buscas esto?— pregunto Kai, mientras alzaba una especie de placa verde con tubos milímetricos en el, solo para lanzarsela de vuelta —Vi cuando lo dejaste en la mesa por accidente, menos mal me di cuenta o esta vez no habría omnitrix, y bueno, creo que nos hace falta esta vez ¿Escudo humano?— pregunto Kai con una sonrisa, mientras que Cooper y Gwen se ponían junto a ella detrás de Ben
—¡Vamos, dame a Jetray!— grito Ben, presionando con fuerza el omnitrix, lo cual hizo que su cuerpo se expandiera y pronto, algunos de sus huesos se hicieran naranjas y salieran hacia el exterior de su cuerpo, creando enormes placas naranjas —Emm... ¿Este que es? Jum, al menos rebotó los lásers— sentenció con una voz gruesa, mientras daba pasos lentos y cubriéndose con el antebrazo —Tal vez Jetray no estaba en el cartucho...
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—¿Cartucho?— pregunto Lucy mientras disparaba con un par de armas láser
—Cada cartucho tiene un par de secuencias de ADN alienigena, si no hay cierto alien en el cartucho, el omnitrix te dará uno al azar— respondió Cooper, mientras trataba de alcanzar las naves y pararlas, pero su poder no alcanzaba los cielos
Soldados alienigenas de negros trajes casi idénticos a los de los buzos, y alargados cascos corrían disparando a los plomeros, mientras que en compañía de las tropas, y mezcladas entre las mismas, había una especie de robots con coloración naranja y negra, más parecidos a crustáceos humanoides, al contrario de los Incurseanos, quienes tenían un aspecto más de rana que de crustáceo. Pero no hubo tiempo para mirar a las naves en el cielo o las tropas en tierra, pues lo que parecía ser una enorme base móvil se dirigía hacia ellos, acabando con árboles, rocas y los Florauna nativos del lugar, ganándose la furia de los jóvenes plomeros.
