Un año después de que Ben y compañía salvarán a la tierra de la invasión Highbreed, viven sus vidas de la manera más común que les permite el ser plomeros; pero todo cambiará en el momento que una invasión llegué con intenciones no de supervivencia...
Los jóvenes plomeros se mostraban tristes y con seriedad, además de mostrar secas lágrimas en sus ojos sin excepción, mostrando que incluso hacia rato ya que Helen había llorado hasta quedar dormida en los brazos de Manny, quien a su vez, había dormido sentado junto a los demás. Ben solo fumaba su tercer cigarrillo, esta vez sin regaños de sus compañeros, en la espera de que el el Abuelo Max llegara con el reporte y algún regaño. Kevin mantenía a abrazada a Gwen, quien a su vez, acariciaba el cabello de Probity, quien dormia en la cama de la habitación donde les habían pedido que esperaran. Su energía se avivó un poco al oír la puerta siendo abierta y ver que el Abuelo Max llegaba finalmente, aunque con seriedad y cierta preocupación en su mirada.
—El planeta es conquista total, pero evacuamos a seiscientos mil habitantes— declaró el abuelo, haciendo que entre su melancolía Kevin y Cooper esbozaran una mutua sonrisa —De tres billones...— aquella sonrisa se desvaneció —Están de acuerdo con mi propuesta. Quedan fuera de estas misiones...
—¿¡Qué!?— exclamaron con enojo y sorpresa todos los plomeros
—¿N-No nos dejaran intervenir?— exclamó indignado Cooper, mientras Lucy tomaba su hombro
—¡Esto es un montón de patrañas!— regaño Lucy, con un tono que de no ser por la situación, daría risa
—No.— dijo a secas el Abuelo Max, tomando aire para hablar de nuevo —Quedaran fuera de toda misión que involucre salir del plantea hasta que se calme la tormenta...
—No. ¡Abuelo, no vamos a obedecer esa orden y...!
—Ben ¡Son adolescentes maldita sea! Perdieron a un amigo cercano, deberían de tomarse días de descanso de todo esto y tomarse su tiempo para llorar en lugar de fumar— el Abuelo le quito el cigarrillo de la boca y lo lanzó lejos con todas sus fuerzas —, en lugar de ¡Planear venganza!
—¡Esos malditos mataron a mi hermano!— grito Helen, corriendo a gran velocidad para ponerse entre Ben y el Abuelo
—¡Y por eso mismo deben dejar esto un tiempo!— grito el Abuelo, haciendo retroceder de golpe a Helen
—Abuelo...— susurro Gwen, tratando de calmar la situación
—Son unos niños y yo soy el adulto aquí, dejaran esto hasta que estén fuera de riesgo, todos y cada uno de ustedes— sentenció con seriedad el abuelo
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—¿Y eso cuando será? ¿Cuando vengan directo a la tierra y nos conquisten o cuando Vilgax muera de un infarto? ¿O le de diabetes?— dijo de manera altanera Ben, mientras miraba fijo al abuelo
—Ben...— susurro Kai, acercándose a Ben, a la par que Kevin se acercaba y lo miraba desde la izquierda, ambos en busca de calmarlo
—Te lo tomas como un chiste, Ben, pero te conozco, a la mayoría, desde que eran niños, soy responsable de muchas de las cosas que ustedes aprendieron. Y no seré el responsable de que mueran.— declaró con esa típica calma de padre molesto que intenta no gritar —Es mi última palabra, a menos que quieran que los eche de los plomeros y les quite sus ebillas. A casa, ya.
