Un año después de que Ben y compañía salvarán a la tierra de la invasión Highbreed, viven sus vidas de la manera más común que les permite el ser plomeros; pero todo cambiará en el momento que una invasión llegué con intenciones no de supervivencia...
Una pequeña niña con piel y vestidos azules, más claro el de su piel, grababa un mensaje mientras veía como a lo lejos había columnas de humo rojo y azul en la lejanía, justo de lo que parecía ser un par de batallones en colision. La pequeña niña acariciaba a una criatura pequeña y cuadrúpedo de ojos saltones, con una pigmentacuon de azules similares a los de la niña.
—Hola, mi nombre es Probity y señor Tennyson... mi planeta esta en guerra y necesitamos tu ayuda, si es azul o rojo ya no importa, yo necesito que nos ayudes a encontrar la paz, te necesitamos Ben Tennyson— finalizó la pequeña niña, mientras terminaba con su mensaje
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—Antes de que sea tarde...— susurro la niña, antes de que guardaba su aparato y miraba hacia el horizonte, donde yacían dos clanes en una guerra bicolor.
—Muelles de Bellwood - Algún tiempo después.
Los jóvenes plomeros perseguían a un alienígena de aspecto crustáceo, quien corría mientras era perseguido por un Ben transformado en Mono Araña, mientras que Gwen creaba placas de su magenta mana para que Lucy y Kai las pisaban y así seguían a este alien desde arriba, todo a la par que Kevin y Cooper corrían entre algunas cajas con intenciones de alcanzarlo.
—¡Traten de atraparlo de forma pacifica, Galapagus mencionó a uno como este!— grito Mono Araña
No había traductor, pero aun así, a una distancia interestelar de lenguajes, aquel alien pudo reconocer una palabra de toda la habladuría de los jóvenes plomeros. El nombre Galapagus. El alien paro en seco y apunto sus manos hacia los jóvenes plomeros, dejando ver un par de huevos en sus palmas, los cuales justamente dejaban salir un leve goteo; el alien grito con un tono que nuestros protagonistas entendieron como uno de pregunta, y el hecho de que ellos escucharan "Galapagus" los hizo parar de golpe, a lo que este los miró con sus azules ojos y habló, aunque no le entendieron.
—Pero claro que no habla humano...— declaró Kevin, perdiendo su aspecto de concreto y apuntando su insignia a él —Haber hablá— pidió Kevin
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