6.- Un peligro tóxico

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—Almacenes de Bellwood - 1:59 AM.

Un hombre entra a un enorme almacén, casi a oscuras y con el eco de una profunda y metálica respiración a la distancia, como si alguien respirara dentro de una armadura; Era algo viejo y llevaba una bata blanca, con dos tanques de gas conectados a lo que parecía ser una manquera, la cual a su vez terminaba en una boquilla. Al llegar al lugar, este científico se topo con otrqs dos personas; el primero siendo un chico de aspecto punketo con una moto sierra y el último, un enorme y musculoso hombre, parecía salido de esos viejos circos, donde seguramente tendría el título "El hombre fuerte" ó "El hombre más fuerte del mundo", ya que incluso llevaba el típico bigote.

—¿Ustedes también vienen por el millón?— inicio el científico, a lo que los otros dos asintieron

—Una sana competencia— declaró el hombre fuerte

—¿De verdad? ¿Usarán un martillo y una máquina de serigrafia para abrir la bóveda?— pregunto de manera pretenciosa el chico, mientras enseñaba una enorme sierra y se ganaba las miradas molestas de ambos —Nada que una cierra con hojas de diamante no corte, yo me ganaré el millón y...

—¿Terminaron sus presunciones?— pregunto una voz metálica al fondo de la bodega, alertando a todos en el lugar —No importa quien presuma, de igual modo solo uno se llevará el dinero, así que comiencen.— apenas todos giraron hacia la el origen de la voz, quedaron pasmados; una especie de caldera humanoide, brazos, piernas y una figura algo robusta, este era P'andor, uno de los aliens de la galaxia de andromeda —Primero usted, hombre de gran fuerza...

—Okey... ¿Que es exactamente lo que debo abrir, hombre caldera?— pregunto el Hombre fuerte, mientras sostenía su enorme martillo

—A mí.— dijo a secas P'andor, sorprendiendo a todos —Verán, esto no es mi cuerpo, solo es un maldito traje cellado, si logran quitármelo y salgo de aquí, el millón será suyo...

—¿Así y ya?— pregunto el punketo

—Si. ¿Procederán?— todos le asintieron

El primero en intentar fue el hombre fuerte, cuyos martillazos hicieron a P'andor menearse de un lado a otro mientras recibía los fuertes golpes de este hombre, pero aún con las chispas que sacaba, la armadura de P'andor ni siquiera mostraba algún rasguño; el segundo iba a ser el científico, pero el punketo simplemente se adelanto y lo empujó para activar la sierra y correr hasta el alien, dejando salir las chispas típicas del corte de una sierra y mostrando una confiada sonrisa.

—Un sierra con hoja de diamante, corta lo que sea en pu...— pero algo pintaba mal, pues poco a poco la sierra parecía estar a punto de pararse e incluso, empezaba a sacar humo, por lo que tan solo unos segundos de corte a P'andor, paso —¿Que demonios?— el disco de la sierra simplemente se quebró y fragmentos salieron disparados en todas direcciones, siendo uno de estos el que dio en la pierna del punketo, la cual empezó a sangrar —¡Mierda!— grito entre quejidos y el sonido de las gotas de sangre saliendo con rapidez de su pierna —¡Carajo!

—¡Se va a desangrar!— grito nervioso el científico, mientras se quitaba el cinturón y se prepara a para ayudarle

—Adelante.— declaró P'andor —No me servirán de nada muertos...— apenas el alien termino, el científico improviso un torniquete para el chico, y P'andor por su lado, simplemente se dedico a ver, no sin antes dejar salir un largo suspiro de decepción y frustración

—Residencia de Gwen Tennyson.

El celular de Kevin comenzó a vibrar, era una alarma en búsqueda we despertarlo a largas horas de la madrugada, y ahora estaba listo para actuar. Kevin había estado durmiendo en el sofá de la sala de Gwen, pues sus padres no habían querido que se fuera tan tarde, aunque esto solo dificulto un poco las cosas para el, pues ahora tenía que salir silencioso de la casa de Gwen; después de que el joven osmosiano mandara un mensaje a su mejor amigo este salio tan silencioso como pudo de la casa, sin embargo, no pudo evitar alertar a Gwen con el sonido de la puerta cerrándose, por lo que ella también despertó, aunque no corrió hacia la sala para no alertar a Kevin, pues se imaginaba que es lo que pasaba.

BEN 10: Supremacía Alienigena La Reimaginación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora