Un año después de que Ben y compañía salvarán a la tierra de la invasión Highbreed, viven sus vidas de la manera más común que les permite el ser plomeros; pero todo cambiará en el momento que una invasión llegué con intenciones no de supervivencia...
El auto de Kevin iba a toda velocidad con Cooper disparando desde la ventanilla del conductor y a la par de un Kineceleran, corriendo a toda velocidad junto al auto, dejando una borrosa estela azul y negra detrás de él, todo acompañado por un zumbido causado al correr. Este era Ben, y al ig que el auto de sus amigos, esquivaba los ataques de un hombre con túnica que usaba su bastón para volar y así tratar de atrapar a Gwen, quien había ganado el tiempo suficiente para correr de este hombre.
—¡Hasta parece que esperan a que se acabe el fin de semana para atacarnos! ¡Maldita sea!— se quejo Ben, convertido en XRL8, su muestra de ADN Kineceleran
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—Son cinco días a la semana Ben, dudo mucho que...— pero antes de que Cooper finalizará, XRL8 aceleró y lo dejó hablando solo —lo sepan...
—Era retórico— añadió Kevin, pisando a fondo el acelerador
—Aléjate de mi, cambia formas alienigena!— grito este hombre, mientras disparaba un orbe de mana azul, orbe que XRL8 esquivo
—Bla, Bla, Bla, soy muy malo y quiero a la pelirroja ¿¡No te sabes otra!?— se burlo XRL8, mientras corria e intentaba acercarsele a este hombre, fallando cuando este paro en seco y con un hechizo derribo a XRL8, haciéndolo chocar con un árbol
—Calla, no son más que unos niños en comparación a...— un orbe de mana rosado lo interrumpio, pero este simplemente lo golpeó y desvío hacia un árbol, partiendo este por la mitad —mí. Vaya, por fin has decidido dejar de correr ¿Eh, Heather?
—¿Quién carajos eres tu?— pregunto Kevin, mientras absorbía el metal de su auto y miraba fijo al hechicero
—Soy Hex de Legerdomain, y me gustaría que dejaran de atacarme, hoy no estoy con ánimos de matar— declaró el auto proclamado Hex, mientras alzaba su bastón —Ven conmigo, ya es hora de ir juntos y derrocar a...
—No iré contigo y no derrocare a nadie, mañana tendré escuela— bromeo Gwen, mientras que generaba dos enormes orbes de mana rosado, solo para que este fuera pronto iluminado por la luz de dos naves de plomeros, quienes apuntaban con sus armas
—No importa que rostro uses, tu vendrás conmigo, Heather, y ni estos preciados plomeros tuyos te ayudarán, adiós, por esta noche... ¡Aperius Mansionis!— grito Hex, a lo que poco a poco, una sombría mansión se comenzó a aparecer entre una neblina y el sonido de árboles secos quebrandose; está género una especie de barda de piedra con rejas en ella, separando a Hex de los jóvenes plomeros.
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