Prólogo

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                                                           ... Porque los deseos se piden a la cara y no a las estrellas. -Anónimo


—Cuauhtémoc, lo siento no hay vuelos disponibles, al menos en las próximas 48 horas.

Debían haber abordado el vuelo con destino a México hace un par de horas, debían, el clima parecía estar no tan de acuerdo con la idea. Mateo tomó asiento en las incómodas sillas, mirando a Temo caminar por la sala de embarque lanzando ideas al aire.

—No tenemos reservaciones, va a ser complicado conseguirlas en esta época del año, debo hablar con mi hermana, en unos días será feriado, ¿Cuánto tiempo durará esto?... necesito saber...

—Temo, respira, terminarás hiperventilando, hablaré a la recepción del hotel para conseguir una reservación. Solucionaremos todo, te aseguro que vivir en la indigencia no forma parte de mis planes futuros —Mateo sonrió de medio lado intentando ser racional con las circunstancias—. Lupe, mi mamá y Annia están cuidando de Thomy, Si tienes proyectado nadar para llegar a México, ¿puedo conseguirte un chaleco salvavidas?

—Que gracioso, bueno, ya que, recuperemos las maletas entonces.

Al salir del aeropuerto internacional de Madrid, la nieve cubría cada superficie libre y al parecer el clima empeoraba, debían tener cuidado. Mateo evitó reír cuando Temo le lanzó una mirada mortal al trastabillar en la entrada buscando conseguir un taxi.

Una hora y treinta minutos después Mateo no había logrado conseguir la reservación y Temo se encontraba cada vez más irritado.

—¿Bueno quizás una habitación doble? —propuso a la recepcionista.

—Lo siento señor Symanski, al cancelarse los vuelos muchos de nuestros huéspedes han renovado sus reservaciones. Lo único que puedo ofrecerle es la suite matrimonial, ¿podrían arreglarlo entre ustedes?.

La recepcionista estaba siendo muy amable, intento conseguirles habitaciones separadas, pero le fue imposible, habitaciones dobles otro tanto.

—Bien, la suite está bien —Temo extendió la mano hacia la pluma esperando los papeles para firmar la documentación con impaciencia, con tarjeta en mano empezó a caminar hacia al ascensor dejando que Mateo lo siguiera—. Parece ser que el señor yo todo lo resuelvo, yo todo lo puedo, no puede resolverlo todo.

—Podía haber intentado en otro hotel.

—¿Ya claro y cómo piensas llegar allá? Te recuerdo que es el tercer hotel que visitamos. Por mi parte tengo hasta las .... —Mat, rió por lo bajo al ver el ligero sonrojo de las mejillas de Temo evitando completar su exabrupto— congeladas. 

El resto del camino lo hicieron en silencio mientras el ascensor subía hacia su suite.

—Llegamos, podemos hacer cara o sello por el sillón después, debo llamar a Lupe antes.

—Es demasiado tarde Temo, Thomy estará dormido ya, sería mejor que le enviaras un mensaje y tomes una ducha caliente.

Temo tenía razón al decir que tenía el cuerpo congelado, no estaban preparados para ese descenso tan brutal de la temperatura, dejando la maleta en el sillón Mateo se quitó la chaqueta y empezó a frotarse las manos, tomó asiento y continuó con la tarea de quitarse los zapatos de vestir que estaban prácticamente arruinados por la nieve, continuó con sus calcetines frotando sus pies.

—Me seguirás observando o ¿piensas aprovechar el agua caliente de la ducha?—Temo seguía parado en su lugar perdido en sus pensamientos con la mirada dirigida hacia él.

Deseo de Cumpleaños [MATEMO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora