—Lo siento, en verdad lo siento Temo...
El hombre de rizos oscuros que conversaba con Temo, era muy diferente al adolescente del que se había enamorado locamente.
Cuauhtémoc negó con su cabeza, ninguna disculpa tenía sentido ya. Había pasado dos años desde su separación real. En realidad firmar los papeles y obtener legalmente el divorcio era un mero formalismo que debían hacer presencialmente.
Dicen que la vida es como un tren y a lo largo de ella hay muchas estaciones, algunas personas se suben en determinados momentos, entonces comparten experiencias y aprendes de ellas, son parte de aquel proceso llamado crecer, pero por diferentes motivos, no siempre pueden compartir el viaje hasta el final, a veces simplemente los destinos son tan diferentes que es necesario tomar trenes distintos para llegar.
Habían compartido algunos años de sus vidas, que parecía irreal para muchos que lo suyo hubiera terminado, pero tal vez tardó demasiado, cuando lograron entender que querían cosas diferentes y que no había forma de saltar ese charco la respuesta llegó sola. Podían continuar sus vidas y darse otras oportunidades.
¿Cuántas personas conoces que se casan con el primer amor?...
—No te preocupes, no hay nada que perdonar —hablaban con mucha calma, como un par de viejos amigos mientras compartían un café.
—! Vaya!, nunca pensé que terminaríamos de esta forma —Aristóteles esbozó una sonrisa un poco cansada, había pasado una vida. Temo siempre le había dado la seguridad que lo suyo sería para siempre, por supuesto fueron promesas hechas por un par de adolescentes que a lo largo de los años intentaron mantenerlas más por cabezonería que por otra cosa— Fueron unos años hermosos gracias.
—Gracias también Aris, perdona si no te ofrezco el cliché, de "quedemos como amigos" —Temo reía, a pesar de estar relajado era un poco extraño conversar con tu "exmarido"—, sería un poco psicópata que estuviéramos enterados de cada detalle de nuestras vidas de ahora en adelante, de todas formas si llegas a necesitar algo puedes contar conmigo.
—Teniendo en cuenta que no hemos hablado sobre nuestras vidas estos últimos 12 meses, si sería demasiado extraño intentar ser amigos, de todas formas gracias y lo mismo digo si necesitas algo puedes llamar —Aristóteles sonrió, se sentía extrañamente en paz— ¿Cómo va la adopción?
—Si te soy sincero estoy haciendo changuitos para tener las posibilidades a mi favor, pase mi examen de idoneidad con algunos peros, se supone que debería estar llorando por las esquinas por mi divorcio, pero al contrario me siento bastante tranquilo —bromeó.
—Deberías haberle explicado que tal vez se deba al hecho que emocionalmente ya llevamos separados mucho tiempo.
—Lo intenté, pero quede un poco peor cuando se enteraron de que planeamos adoptar en un momento en que nuestra relación no era "estable" —un error de cálculo, intentar burlar al sistema de adopciones, por supuesto que no era la mejor idea.
—Lo lograrás, jamás se ha dicho que no consigues lo que te propones —Aristóteles guiño uno de sus ojos en un gesto de confianza hacia él— no tengo duda sobre que serás un gran padre.
—Gracias, perdona debo irme, debo recoger a Thomy, a Julio y a Lupe nos vamos unos días a Toluca —Se estaba tomando unas breves vacaciones, porque necesitaba estar con su familia.
—Tranquilo entre hoy mañana recogeré mis cosas —no es que tuviera muchas cosas en ese apartamento, y las cajas que Temo tenía apiladas en la sala le daban una ligera idea que estaba por mudarse— iré un rato a visitar a mi familia y luego regresaré a España, así que imagino es un, ¿hasta qué nos volvamos a encontrar?
ESTÁS LEYENDO
Deseo de Cumpleaños [MATEMO]
Fanfiction"Los deseos son el primer paso para que suceda la magia." Treinta y dos velas de cumpleaños y un solo deseo. ¿La Paz mundial? Dos vidas unidas por un calcetín impar y multicolor que los lleva hacía un tierno corazón. Cupido tiene formas misteriosas...