Capítulo XVI: Transcurrir.

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Mateo se dejó llevar por el orgullo durante los primeros días de su desacuerdo, pelea, discusión o momento para reflexionar, negándose por completo a buscar a Temo para hablar del problema y llegar a una solución.

Temo por su parte se empeñó en mantenerse en su enojo ignorando por completo los consejos de sus hermanos menores y de su amigo.

Fueron pequeños periodos de inmadurez, de cara al mundo eran hombres capaces de trabajar juntos y llegar a acuerdos, sin demostrar que las cosas entre ellos no estaban exactamente bien.

Temo que hizo una amistad con la mamá de Mateo desde que la conoció, se le dificultó negarse cuando ella le ofreció su ayuda para cuidar de Thomy durante unas horas junto con la asistente que había contratado meses antes, así él podía regresar paulatinamente a su trabajo.



El lunes Temo aprovechó la ayuda extra para ir fundación enterarse por sí mismo de todas las decisiones que se había tomado en su ausencia, que decir que se comportó como una verdadera tormenta hablando y preguntando a cada ejecutivo y director, aunque fuera entendible su necesidad de ponerse de inmediato al día, muchas de estas acciones lastimaban a Mateo, que empezaba a preguntarse si el incompetente no era él pues así se sentía cuando cada una de sus decisiones fue puesta en tela de juicio, haciendo que se revistiera más y más en su orgullo.

Mateo muchas veces sonrió con suficiencia cuando los diferentes directivos hablaban sobre el tiempo que estuvo alejado y las diferentes soluciones que encontraron en el camino, defendiendo por completo las acciones que tomó para mantener la fundación en la mejor de las condiciones mientras sorteaban ese "pequeño" bache.



El miércoles Mateo tuvo que morder su lengua para evitar decirle "te lo dije" luego de una junta con los asesores jurídicos que aseguraron que en la audiencia de descargo fechada para el lunes siguiente las cosas se esclarecerían, desvinculándolos por completo de ese proceso, luego podrían enviar un comunicado a la prensa o si creían pertinente pactar una entrevista y de esa forma ayudar a limpiar la imagen de la fundación, quizás no fue necesario porque en su cara se reflejaba la arrogancia de saber que estuvo haciendo lo correcto. Esto solamente molesto más a Temo que terminó enojado con su actitud.

Cuando estaban solos y meditaban en lo sucedido era diferente, allí el orgullo pasaba a segundo plano.



Para el jueves por la tarde Temo se sentía bastante desdichado, Mateo se despidió apenas con un movimiento de cabeza luego de regresar con Fox de su paseo nocturno, y pasar a despedirse de Thomy que ya dormía.

Con Fox siguiéndole, Temo caminó a su despacho sentándose en su sillón, el perro puso su morro sobre los muslos de Temo mirándolo de una forma que lo hizo sentir momentáneamente culpable.

—¿También lo estás extrañando mucho, verdad?

Temo suspiró profundo acariciando la cabeza del animal. Fox pareció asentir con su cabeza luego de lamer sus manos decidió abandonarlo yendo seguro a la habitación de su hijo.

Estando solo, sus pensamientos lo llevaron a los recuerdos de los últimos meses, parecía muchísimo tiempo. Encendió el computador para intentar trabajar unas horas antes de dormir.

No pudo hacerlo, se distrajo momentáneamente en sus recuerdos, su hogar no era lo mismo sin Mateo. Aunque quisiera evitarlo se sentía su ausencia, de que Mateo pasara el tiempo con ellos y viviera allí, a que pasara por unas horas y se despidiera en cuanto Thomy se dormía. Era un cambio tan drástico.

Deseo de Cumpleaños [MATEMO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora