Deseo de Cumpleaños [MATEMO]

Capítulo Especial: El Cumpleaños de Thomy

Thomy

3.er Cumpleaños

"Un cromosoma, juguetón, sonreído y bonachón. Una singular travesura cometió. Por distraído y saltarín a un lugar desconocido fue a dar y de ahí un lindo niño Down resultó"

Su papá aún dormía cuando mucha gente interrumpió en su habitación. Thomy rio sorprendido al ser despertado por el sonido de la voz de su abuelo junto con sus tíos entonando una canción, mucho después sabría que la canción se llamaba las mañanitas y sería una tradición constante en su vida.

Fuera de su abuelo que se le hacía un hombre muy divertido y simpático, su otra persona favorita era Mateo. Su papá intentó esconderse bajo las cobijas, pero no lo logró pues Pancho lo sacó para que cantara con ellos, Mateo se reía disimuladamente de la escena y su papá lo amenazaba con su mirada, eso fue divertido. Por supuesto sobre ellos su papá era la persona más favorita de todas.

Cantaron la canción a la que aplaudió encantado, luego le pusieron crema pastelera sobre su nariz y él intentó quitárselo con su lengua, pero su lengua era pequeñita y no llegaba hasta la punta de su nariz, pero por supuesto que lo intentó.

Pasaron muchas cosas durante su día, vivió momentos especiales y divertidos que con los años se irían desvaneciendo quedando solo pequeños fragmentos de ellos como memorias felices.

Al ser un día especial cada miembro de su ahora extensa familia estaban usando medias disparejas de colores, un hermoso recordatorio de que todos somos iguales y todos somos diferentes, por supuesto esto lo explicaría mucho después. Una contradicción preciosa como que un cromosoma decidiera jugar e ir a parar a otro lugar.

Después del baño y cepillarse los dientes, cuando su padre al fin pudo sacar a todos de la habitación, a todos, estaba vestido y listo para vivir todas las aventuras del día. Energía y entusiasmo le sobraban.

Durante todo el día sus tíos y primos le preguntaban constantemente cuantos años tenía y él mostraba orgulloso sus tres dedos, porque cumplir años a esa edad es un acontecimiento superimportante.

Cuando salieron al jardín después del desayuno, personas estaban montando juegos inflables, estaba ya allí una cama elástica. Estaba emocionado por la cantidad de globos y arreglos con temática infantil que se repartían en los jardines quería tocarlos todos, también quería todos los globos para jugar él solo, le fascinaba ser el centro de atención. Era lo más increíble del mundo mundial.

Le hicieron una sesión de fotos con su camisa azul, su jean de tirantes, su sonrisa grande y sincera, le decían que estaba muy guapo, quizás sería modelo cuando fuera grande, porque le gustaba que le tomaran fotos o podía ser actor, o quizás podía ser un superhéroe. Un mundo de posibilidades se abría para él y tenía mucho tiempo para decidirlo.

El día anterior una pelea monumental se desarrolló, para elegir cuál sería la temática de la fiesta, Superman vs. El Capitán América. Su papá decía que El capitán América era lo mejor, Mateo por otra parte era fan de los superhéroes de DC, sí, fue una decisión muy complicada que dejaron completamente en sus manos, decisión que tomó de forma eficientemente y salomónica evitando soltar las dos piñatas que le pusieron para que eligiera, ahora la fiesta tenía una temática dividida, y sobre todo tenía dos piñatas. Por supuesto su papá solo había accedido porque era su día especial, y Mateo lo había felicitado a escondidas de su papá chocando los cinco. Amaba chocar los cinco.

Cuando los juegos inflables estuvieron listos, sus primos corrieron a usarlos y él mismo paso horas metido en ellos, balanceándose y saltando o deslizándose por las resbaladeras de cabeza a una piscina de pelotas, mientras su papá o Mateo lo vigilaban y al mismo tiempo se aseguraban de vigilar los pormenores del evento.

Llegado el medio día Mateo los invitó a almorzar fuera de la mansión, para pasar tiempo los tres juntos antes de la fiesta, su papá accedió y salieron a pasear un rato. Disfrutaba de salir, podía ver y conocer todo lo que lo rodeaba, cada árbol y objeto, cada casa de un color extraño era muy llamativa en su mundo, recorrer lugares para él, era sumamente gratificante, extrañaba a Fox que siempre iba delante de su carriola o a su lado, pero Mateo le había dicho que lo vería pronto, y él creía en sus palabras, además podía tener la atención de ambos que era lo mejor de todo.

Cuando regresaron a la mansión, todos los globos adornaban los jardines, blanco, rojo, azul predominaban, su pastel era muy especial, quiso tocarlo en ese momento, pero no lo dejaron. Él solo quería darle un besito en el cachete a Spider-Man, su superhéroe favorito iba a llorar por ello, pero se contentó en seguida cuando lo llevaron a la cama elástica.

Su papá logró que Mateo se uniera a saltar en ella. Aunque su papá no duró mucho tiempo saltando, después de muchas risas se acostó en el centro haciendo que ya no pudieran seguir teniendo que acompañarlo, estaba cansando y se durmió primero, cuando abrió sus ojos su papá y Mateo dormían a sus costados, el día estaba siendo increíble, y sus energías estaban nuevamente recargadas así que los despertó, como recompensa lo llenaron de besos.

Además acaba de llegar gente divertida vestida de colores que organizó a todos los niños, le colocaron un gorrito de cumpleaños y lo sentaron en el centro de la ronda, se quedó entre ellos, pero no perdía de vista a su papá, ni a Mateo, se rio y divirtió muchísimo con cada uno de los juegos.

Se rio muchísimo más que su papá, cuando Mateo tuvo que hacer la coreografía de la canción, "soy una taza y una tetera"claro su papá fue el que lo retó a bailarla, para no dejarlo solo decidió acompañarlo, su papá lo aplaudió al verlo caminar sin tropezarse hasta llegar al centro y moverse también al ritmo de la música.

Poco después sus tres velitas de cumpleaños sobre el pastel iluminaron su sonrisa grande y sus ojitos que brillaban más que las velitas, era un niño completamente feliz. Tenía tres deseos y solo necesitaba uno, ser feliz, eso implicaba que las personas favoritas de su vida siguieran en su vida.

Luego abrieron los regalos, eran muchos, nunca había tenido tantos regalos solo para él, los que más le gustaron fueron el de su papá que era un peluche achuchable de la Sirenita, amaba la canción bajo el mar que intentó tararear, cuando vio a la Sirenita aparecer, el de Mateo un disfraz del hombre araña que quiso ponerse en seguida y que luego fueron incapaz de quitárselo hasta la hora de dormir y un libro de cuento infantil con un hombre gigante de barro en la portada que ahora sabía se llamaba Golem.

En el día fueron muchas las partes favoritas, pero la más favorita de todas fue cuando sus ojitos estaban por cerrarse y lo llevaron a la habitación para acostarlo, su papá le cantó una canción y Mateo le contó el cuento del Golem que hablaba de un hombre fabricado de barro cuya misión era proteger judíos y personas inocentes de hombres malos, era un superhéroe como los que le gustaban.

Fue un día perfecto, el más perfecto de sus tres escasos añitos.