Deseo de Cumpleaños [MATEMO]

Capítulo I: El comienzo

—Lo siento licenciado López nos gustaría poder ayudarle, espero comprenda que sus papeles para la adopción fueron presentados en una situación diferente a nuestro sistema —La oficial de adopciones lo estaba mirando con el más profundo pesar reflejado en su mirada—. Si desea continuar con la adopción en solitario cosa que le encomiendo haga, necesita volver a renovar cada uno de los requisitos, pasar el examen psicológico, tengo entendido por lo que me ha comunicado que su divorcio aún está en trámite, mientras no tenga la sentencia no podrá presentar la documentación.

Le estaba tomando cada gramo de valor escuchar estoicamente los cuestionamientos y enunciados de la oficial, necesitaba mostrarse completamente integro ante la profesional, aunque su corazón se estuviera resquebrajando.

—He hablado con la trabajadora social que lleva su caso, hemos concertado una reunión, para todos nosotros es primordial el bienestar de Thomy, por ello no quiero darle esperanzas que no puedan ser certeras y en caso de que así lo consideremos necesario Thomy regresará a la lista de adopción para ser emparejado con otra familia, tenga en cuenta que esto puede ser muy probable.

(...)

Por mucho que Temo tratara de olvidar la conversación que mantuvo con la oficial, no le era posible, su estabilidad emocional estaba siendo perturbada no por su reciente separación, cosa que debería ser así, sino por la posibilidad de perder al pequeño niño que ya consideraba su hijo.

Solo habían pasado unos meses desde que Thomy se quedaba con él los fines de semana luego de haber sido asignado a su "matrimonio", todos los profesionales encargados de los trámites de adopción habían sido muy claros al decirle que no se trataba de dar un niño a unos padres, sino le estaban dando una familia a un niño, el bienestar del niño estaba sobre todo, siempre. Lo entendía, lo entendía por completo, la primera vez que lo había visto le había sido imposible negarle algo a aquella hermosa e inocente sonrisa.

Thomy era un niño hermoso de 2 años con una sonrisa permanente en su rostro, sonrisa que solía reflejarse en sus grandes ojos achinados; su nariz chata y sus manos regordetas, eran solo una parte más de su encanto. Thomy tenía un cromosoma más que lo llenaba de amor para entregárselo al mundo.

En casa Thomy tenía ya su habitación, una hermosa habitación en tonalidades azules, tenía su ropa, sus juguetes, regalos del abuelo y de sus tíos.

Si miraba hacia atrás debió haber pausado los trámites cuando la separación fue casi un hecho, dos años, los mismos que tenía Thomy, cuando lo único que los mantenía unidos era el deseo de Temo de darle un hogar a un niño. Un deseo suspendido por cinco años en el sistema de adopciones. Incapaz de negarle eso a la persona que formó una parte indispensable de su vida decidieron continuar con una farsa. Farsa que explotó en sus rostros.

Temo tuvo que cerrar fuertemente sus ojos para evitar que una lágrima rodara por su mejilla, estaba en su oficina pero eran horas de trabajo y no quería que las personas que trabajaban con él, sintieran más lástima de la que ya sentían con su "reciente separación ". Si solo supieran que solo era un arreglo temporal mientras obtenía la custodia del pequeño. ¿Pero cómo había llegado a este punto?

Los dos últimos años de su matrimonio simplemente no existían.

Para su círculo familiar y sus contados amigos no era un secreto. Cuando sus carreras tomaron caminos distintos, sus vidas en común sufrieron el mismo destino.

Temo se enfocó en los proyectos sociales, fundaciones y ayudas sociales que permitieran mejorar la calidad de vida de varios beneficiarios de estos. Aristóteles empezó a despegar su carrera fuera del país.