Mateo no esperaba que Temo decidiera asistir al congreso. Fue toda una revelación cuando Verónica le comunicó que tenía ambos pasajes en los mismos vuelos y en asientos contiguos. Que sus reservaciones se habían hecho hace unos pocos días por orden de Cuauhtémoc.
No sabía exactamente qué pensar o qué esperar de esas decisiones de Temo.
Temo le había comunicado el día anterior al vuelo que su mamá y su hermana cuidarían de Thomy y Lupe estaría pendiente de cualquier imprevisto, sabía que su pequeñito disfrutaría tener compañía esos días que Temo y él no estarían con él.
Era la primera vez que Temo estaría lejos de Thomy por unos días, esperaba encontrarlo algo ansioso o preocupado, sabía leer mucho de su estado de ánimo en los gestos que solía hacer de forma natural.
Contrario a lo que pensaba lo vio disfrutar bastante, fueron días en los que aprendieron, trabajaron e incluso Temo hizo una pequeña exposición sobre la fundación que dirigía hablando de los beneficios que esta proporcionaba a las comunidades en las que se encontraban algunas de sus aldeas y casas hogar.
Amaba ver a Temo exponer sus ideas, amaba ver ese brillo en sus ojos cuando algo lo apasionaba, las últimas ideas que tenía era ampliar el proyecto fuera de la república y buscar financiar proyectos similares en otros países de Latinoamérica.
Temo era un activista y sería un gran político si quisiera retomar la carrera que había dejado años atrás, las veces que hablaron del tema no era algo que él quisiera hacer y entendía por qué. Porque Temo amaba trabajar directamente con la gente, poder moverse con completa libertad y enfocarse en poner su granito de arena para generar un cambio.
Temo amaba tener tiempo libre para cuidar de Thomy para ser padre, para poder brindarle momentos únicos y muy significativos, momentos que pudiera atesorar en futuro y esto lo entendía por completo.
Temo hacia su parte para ayudar a cambiar el mundo y al mismo tiempo lo cambiaba desde su realidad personal, tenía un perfecto equilibrio entre la familia y su familia extendida que era la fundación y todo lo que significaba para él.
Que se hubieran quedado varados en Madrid por las intensas nevadas no era algo planeado, no controlaba el clima. Tampoco esperaba nada, los días anteriores había intentado abordar a Temo, pero parecía estar más interesado en conversar sobre los temas del congreso que sobre su situación personal, así que simplemente disfrutó de escucharlo, luego de mucho pensarlo, actuó como al inicio de su relación no iba a correr en sentido contrario al de Temo, simplemente iba a esperar que Temo quisiera hablar y colocar sus expectativas reales sobre su relación, sus planes a mediano y largo plazo, saber de esa forma si encajaba en ellos.
Escucharlo preguntar si podían retomar su relación hizo saltar momentáneamente su corazón, porque desde su parte no había echado tierra de por medio, simplemente le estaba dando el tiempo que consideraba prudente para qué Temo pudiera pensarlo y quería tener el mismo el tiempo para entender la situación en la que se encontraban.
No podía prometerle que iba a evitar por completo cuidarlo o ser sobre protector sobre algo si él sentía que podía lidiar con la situación y evitarle pasar malos ratos. Amaba poder cuidar y proteger. Y eso no tenía nada que ver con considerar a Temo débil, Temo era de las personas más fuertes y capaces que se habían cruzado en su vida.
Lo que podía prometer es que lo consultaría antes, hablaría de las cosas que estaban sucediendo sin esconderlas, mostrándole antes que planeaba hacer para solucionarlas, podía prometer eso. Dándole la oportunidad que confiara en sus planes o que decidiera otras soluciones si creía oportuno. Pero no podría quedarse de brazos cruzados y dejar que Temo lo solucionará solo.
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Deseo de Cumpleaños [MATEMO]
Fanfic"Los deseos son el primer paso para que suceda la magia." Treinta y dos velas de cumpleaños y un solo deseo. ¿La Paz mundial? Dos vidas unidas por un calcetín impar y multicolor que los lleva hacía un tierno corazón. Cupido tiene formas misteriosas...