Deseo de Cumpleaños [MATEMO]

Capítulo II: Un vistazo a la realidad

Para Mateo es imposible explicar cómo pasó de ser un político ambicioso a terminar trabajando en la fundación de Temo, que terminó convirtiéndose en la fundación de ambos. Las vueltas del destino eran incomprensibles para la naturaleza humana.

Pasar de ser rivales a amigos ya fue todo un acontecimiento, pasar a disfrutar de trabajar por los mismos objetivos otro tanto. Algo tenía que ver que la política no logró terminar de gustarle por completo, la mayor parte de los días era un mundo turbio, en la cual hasta los más inocentes terminaban embarrados, llegaba a ser agotador, cuando perteneces a un partido político es casi imposible tomar decisiones independientes, siempre prevalecía las decisiones del bloque o grupo, acuerdos que lograban antes de las sesiones. Todo tenía un valor monetario.

Cuando perdió el rumbo del plan que tenía para su vida Temo estuvo allí invitándolo a tomar otros caminos, viendo en él más allá de la persona fría y calculadora por la cual la mayor parte de personas lo tomaban.

Contrario a lo que creerían le gustaba estar directamente involucrado en las actividades que le permitían ayudar personas de estratos sociales bajos y de grupos vulnerables a mejorar sus condiciones de vida. Sabía que a más poder podía lograr conseguir mejorar políticas públicas que afectarían a la población a mayor escala. Y quizás en un futuro retomaría su carrera política.

El día transcurrió con tranquilidad, un lunes normal, con bastante trabajo. Con los años no perdió la capacidad de meterse al bolsillo a cualquier persona con su encanto y su inteligencia, por eso su trabajo se estaba encaminado a captar benefactores para financiar el proyecto.

Ese día almorzó con un multimillonario CEO de una gran compañía de tecnología, que podría ser un gran benefactor para ampliar las casas de acogida de la fundación en otros lugares de la república Mexicana. El sueño de Temo era que cada persona vulnerable tuviera un lugar al que acudir.

La fundación "Avanzar" estaba dirigida como proyecto social a hombres y mujeres adolescentes que fueran víctimas de violencia en sus hogares por diferentes motivos, planeaban costear sus estudios e incluso sus carreras técnicas o universitarias, vivienda, vestimenta, alimentación y educación, el dicho: "dale un pescado a un hombre y comerá ese día, pero si le enseñas a pescar comerá toda la vida", estaba muy presente en sus cabezas. Los proyectos sociales no se debían enfocar en ayudar en el presente sino que esa ayuda se proyectará al futuro para que los ciclos que vivían estas personas no se volvieran repetir.

Temo, lo había dejado abandonado a su suerte en el almuerzo, y ahora le debía una, casi se durmió demasiado aburrido por la charla que giraba en torno de esa persona. Claro no era tonto sabía que Temo estaba aprovechando el interés que Mateo había suscitado en Pablo como se llamaba. Ni en un millón de años saldría con alguien cuyo principal interés era saber cuántos puntos por hora crecían sus inversiones.

Era bastante tarde, pues el almuerzo se prolongó por varias horas, de alguna forma terminó acompañando a Pablo a visitar sus oficinas, conocer a las personas que trabajaban para él, una visita a una exclusiva boutique para elegir un atuendo para una cena benéfica. Demasiado aburrido y cansado luego de lograr que firmara el acuerdo de colaboración, se excusó de inmediato, Temo le debía una y una bien grande.

Estaba recogiendo sus objetos de su oficina y pensaba pasarse a la de Cuauhtémoc para contarle las buenas nuevas y de paso increparle por su "gran ayuda", al caminar por el pasillo, notó que su secretaria miraba muy atentamente su pantalla alguna noticia de la farándula, puso los ojos en blanco al escuchar el nombre de Aristóteles, seguro había firmado otro contrato millonario o sería la imagen de alguna marca, carraspeó detrás de Verónica su secretaria para llamar su atención.