Cuatro meses atrás, salón de español de la preparatoria...
Annie estaba parada cerca del escritorio de la profesora de español. Estaban asignando los lugares y cada uno de los alumnos tenía que escoger con quien se quería sentar, ella siempre se ponía incómoda en esos momentos porque significaba que tendría que llevarse bien con su compañero de butaca, o de lo contrario tendría problemas el resto del ciclo escolar.
Al principio quería que su compañero fuera Austin, pero después de meditarlo decidió que, si quería pasar página después del atentado, tenía que conocer a personas nuevas, así que decidió que esperaría a que uno se quedara solo para sentarse con esa persona y empezar a conocerse.
Fueron pasando los minutos y Annie se empezó a poner nerviosa, porque sentía que todos sus compañeros se estaban organizando de tal manera que no iba a quedar ninguno fuera. Pidió a dios en silencio que no la dejara sola en ese momento.
Volteo para ver de reojo a Austin y este parecía estar bastante tranquilo, miraba a todos con una calma envidiable. Annie suspiró, pensó que por lo menos si no se sentaba con alguien que no conocía, por lo menos se iba a sentar con Austin.
Llegó el turno de una de las chicas, volteo a ver a todas sus amigas, como si estuviera indecisa y luego se giró a ver a todos los que faltaban, hasta que sus ojos se toparon con los de Annie, se detuvo en ellos un momento y lo único que se le ocurrió hacer en ese momento fue saludar con la mano. Le sonrió y volteo a ver a la maestra.
-con Annie
Aquello si la dejo boquiabierta, no se podía creer que la habían escogido para hacer equipo, se sentía muy emocionada, pero apenas iba a aceptar y Austin se acercó hacia ella, rodeo sus hombros con un brazo y la acerco a él, mirando a su compañera con un odio que se podía sentir en el aire.
-lo siento maestra, pero ya había hablado con ella, y habíamos decidido hacer equipo
Annie estaba sorprendida, ellos nunca habían acordado eso. Miro a ver a su compañera con la esperanza de que ella diera lucha, pero ella solo la miro con desilusión y dijo:
-está bien, entonces con Esmeralda
Esmeralda dio micro brinquitos y se acercó a su amiga para ir juntas a su asiento. Annie volteó a ver a Austin y él solamente le sonrió, "¿en qué estaba pensando cuando dijo eso?", pensó ella dentro de sí:
-bueno, como ustedes dos ya lo habían acordado, por favor siéntese los dos en la mesa de por allá- dijo la maestra, señalando una mesa vacía casi al centro del salón.
Ella no podía hacer nada, más que tomar su mochila y caminar junto con Austin hacia su nuevo asiento. Cuando los dos se sentaron en su mesa, Annie se volteó a verlo molesta.
- ¿qué rayos acabas de hacer?
- ¿de qué hablas? - dijo Austin de manera muy inocente
-nosotros nunca acordamos eso, ¿por qué lo dijiste?
-bueno, me imagine que ya estaba más que claro que los dos nos íbamos a sentar juntos, solo le ahorre tiempo a la maestra
No podía creerlo, ¿de verdad era tan cretino?
- ¿y no se te ocurrió que yo me quería sentar con ella, genio?
-a mí no me hables de esa manera
-no estoy te estoy hablando de mala manera
- ¡claro que sí, así que ya basta!
Annie volteó a ver al salón de clase, los estaban mirando y empezaron los susurros, se empezó a sentir muy incómoda en ese momento:
- ¿todo bien chicos? - pregunto la maestra
-sí, profesora
- ¿necesitan que los cambien de asiento?
Annie volteó a ver a Austin antes de contestar, él la miraba de manera muy fría, como su pudiera leer cada uno de sus pensamientos y se estaba poniendo nerviosa. Ella solo negó con la cabeza con la mirada baja. Empezaba a tenerle miedo.
-está bien, como ustedes digan
La maestra continúo determinando los asientos de sus compañeros mientras Austin fingía que no había pasado nada y le hacía conversación. Fue una hora interminable, a veces él intentaba hacer contacto chocando una mano con la suya de vez en cuando, pero ella la retiraba de forma discreta.
Saliendo del salón Austin le pidió disculpas por los gritos y prometió, por sexta vez que intentaría ya no alzar la voz de nuevo. Lo peor es que por sexta vez, Annie lo perdono, no sabía en ese entonces que se suponía que debía hacer, era su amigo y a veces los amigos discuten ¿cierto?
El tiempo fue el encargado de mostrarle a Annie la verdad, pero no le digo como salir de ella ilesa.
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Dolores del corazón
Teen FictionSegunda parte de la novela "lo que puede hacerme una palabra tuya" Lo que le paso a Annie hace seis meses no ha dejado de atormentarla. Ahora se siente incapaz de conectarse con otra persona, pero hay alguien que será la excepción. Portada hecha por...