cap. 2

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Austin se despertó con un sudor frio en la madrugada, otra vez tuvo esa pesadilla. Desde hace seis meses que no logra conciliar el sueño. Busca a tientas en la oscuridad su teléfono y lo revisa. Dos de la madrugada. Pone las manos sobre sus ojos y se queja en silencio, ¿porque siempre es el mismo sueño? ¿porque tenía que pasar eso?

Annie

Cuando despertó vio que tenía un mensaje nuevo. No le sorprendió que se tratara de Austin

buenos días, ¿cómo estás?

Annie no tardo en contestar:

bien, nos vemos en la escuela

Después se miró el brazo, había una cicatriz donde antes había una cortada profunda, con solo recordar el momento en que le hicieron aquella herida le entran ganas de echarse a llorar. Pero se limpió las lágrimas y se encamino a su baño para empezar su rutina de las mañanas.

Lo único que le falta es empezar a recordar y ya no quiere hacerlo nunca más...

hace cinco meses atrás

Annie estaba sentada enfrente del escritorio del director, estaba muy nerviosa. Miro a sus padres tratando de conseguir algún consuelo, pero estaba muy entretenidos en sus teléfonos, incluso en una situación así, ellos siguen trabajando, aunque no estén en la oficina. Finalmente, el director entro, era un hombre un poco gordo y vestía un traje café, se sentó en su escritorio y comenzó a hablar.

- ¿tienen idea de lo que le ha pasado a su hija el día de hoy?

-no, señor- respondió su madre

-bien, pues su ella se los va a explicar, ¿cierto Annie?

Sus padres la miraron esperando una respuesta, ella trago saliva. No podía decirlo. Negó con la cabeza. El director entendió el mensaje:

-muy bien, entonces lo voy a decir yo, pero no tengo los detalles que tiene la señorita Annie, así que, si no entienden algo, créanme, que nosotros tampoco

Hubo un silencio y entonces Annie tomo fuerzas y dijo:

-de acuerdo, lo... lo contare

- ¿contarnos qué? - pregunto el padre

Annie tomo aire y empezó a relatar la historia. Lo contó todo, desde la pelea en la cafetería hasta el ataque que recibió en el callejón. Cuando termino de hablar se echó a llorar. Nadie dijo nada el tiempo que Annie estuvo llorando. Cuando se tranquilizó el director siguió hablando:

- de no ser por la ayuda de su compañero Austin, tal vez apenas la estaríamos encontrado, y no sé si estaría consciente

Annie se tocó la venda que le habían dado cuando la trajeron de regreso a la escuela. Tenían razón. De no ser por Austin tal vez no la hubieran encontrado hasta ya entrada la noche, y no sabía de qué era capaz Matías.

Annie salió de la dirección después de dar su versión de la historia. Sentado afuera de la dirección estaba Austin, de brazos cruzados y con lágrimas en los ojos. Annie se acercó en silencio y se sentó a su lado. Austin la miro y cuando levanto su mano para limpiarse las lágrimas Annie le dijo:

-no lo hagas

Austin se quedó desconcertado:

- ¿de qué hablas?

-¿sabes por qué lloramos? porque al final lo necesitamos, porque al final, solo quedamos nosotros, nosotros y nadie más, por eso necesitamos llorar cuando nosotros lo creamos adecuado, hay personas que piensan que solo ciertas personas tienen el derecho de llorar o que si lo hacen es signo de debilidad, pero no es así... nunca fue así, por eso, llora lo que tengas que llorar, la vida no es perfecta y tal vez nunca lo sea, pero al menos te tendrás a ti, y eso es lo más valioso que debes de tener.

Austin la miro, sorbió la nariz y volvió a llorar en silencio. Annie se acercó y lo abrazo. Fue, es y será siempre el día más oscuro de sus vidas.

Actualmente

Austin reviso la hora antes de entrar a la escuela. No sabía dónde estaba, y eso le preocupaba bastante. Siempre le ponía los pelos de punta cuando llegaba al menos 5 minutos tarde. Se rasca la cabeza tratando de pensar en otra cosa, pero no puede. Ha estado tentado a llamarla, pero se vería desesperado.

De repente ve como una rubia camina hacia él. Suelta un suspiro de alivio y se camina hacia Annie. Cuando la alcanza la abraza con fuerza y entran juntos a la escuela. Él está más relajado, ella... no tanto.

Annie

Apenas entro todo el mundo le lanzo miradas y la señalaban. Aunque antes se había acostumbrado a ese tipo de tratos, pero ahora eran el doble que antes. Aunque Austin este contándole de su fin de semana, se siente ausente. Solo lo mira y asiente con la cabeza, esta tan inserta en sus pensamientos que no puede escucharlo. Vuelve a sentirse en su cuerpo cuando Austin le hace una pregunta:

- ¿qué te parece si vamos a mi casa después de clases?

-emm, primero déjame ver si mis padres me dejan

-o, de acuerdo

Annie saca el celular y les manda un texto rápido. Después apaga su teléfono y sigue caminando.

-vamos al salón, no me van a contestar hasta que llegue el almuerzo.

Los dos caminaron hasta el aula y se sentaron en sus respectivos lugares. Annie observo desde la ventana las hojas caerse. Cerro los ojos y se imaginó siendo libre. Ella lo único que quería era olvidar, pero eso le iba a costar trabajo. Pronto, alguien llegara a su vida para ayudarla.

Dolores del corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora