Annie ya llevaba un tiempo saliendo con Marco, al principio siempre que salían lo tomaba como salida de amigos, pero con el pasar de los paseos se convirtió en... algo más. Marco parecía todo lo que a Austin le faltaba, era amable, honesto, cariñoso, y la trataba de maravilla. Por eso cuando vio el mensaje de Marco en su teléfono por la tarde acepto al segundo que lo leyó, sus padres seguramente estarían de acuerdo porque ya sabían de la existencia de Marco desde hace mucho.
Se arregló y bajo a la cocina para avisarle a sus padres que saldría con su amigo, y como ella había previsto aceptaron, decidieron dejarla ir sola por la cercanía del lugar con la casa, solo le pidieron que si algo pasaba le llamara a alguno de los dos. Aunque Annie sabía que ninguno iba a querer contestar si estaban demasiado ocupados, les digo que sí.
Ya estaba lista, solo era esperar a que llegara la hora de irse, así que para entretenerse mientras llegaba la hora saco su teléfono y jugo uno de sus videojuegos favoritos. Estaba a punto de iniciar el juego cuando Valeria la llamo, contesto después de unos segundos de duda.
- ¿hola?
- ¡hola! - contesto Valeria, se le oía excesivamente feliz
- ¿Qué paso?, ¿está todo bien?
- si claro, ¿Por qué preguntas?
-no eres de las personas que llaman a sus amigos porque si
-pues por eso llamo, para salir un poco de mi rutina- contesto Valeria- y también para otra cosa
- ¿Qué sucede?
Al principio no se escuchó nada al otro lado de la línea, Annie pensó que se había cortado la llamada, pero Valeria soltó un suspiro y continuo.
-necesito decirte algo... y no sé si tenga el suficiente coraje para decírtelo luego así que... ¿Podría verte?
-mmm, no lo sé, dentro de un par de minutos voy a ir con Marco a una cafetería, no sé si pueda...
- ¿vas a estar con él?
-sí, dijo que se trataba de algo urgente, pero todavía no sé qué es
Hubo otro suspiro, no sabía que estaba pensando, pero seguramente nada bueno:
-está bien, no importa, tal vez no sea algo tan importante
Annie se sentía mal por dejar de lado a Valeria de esa manera, no era su intención hacerla sentir así.
- ¿estás segura?, todavía puedo cancelar si quieres...
-no, tienes razón, él llamó primero, es lo justo
Se despidieron prometiéndose que se verían al día siguiente en la escuela. Ella colgó y se recostó en la cama de nuevo, suspiro con tristeza y miro la hora, pero se asustó cuando vio que, de hecho, iba a llegar algo tarde, así que se levantó y salió corriendo de la casa. No le tomo ni cinco minutos llegar al local, miro a todas las mesas, pero en ninguna estaba Marco.
Se sentó en una mesa vacía y lo espero, cuando de la nada le llego un mensaje de él, diciéndole que iba a llegar tarde, pero que había invitado a una amiga "muy especial" a que le hiciera compañía y que la buscara, eso le molesto un poco, pensó que iban a estar a solas como siempre. Segundos más tarde recibió otro mensaje de él diciéndole como iba vestida y la busco con la mirada, al encontrarla sus miradas chocaron.
Fue ella la que se paró para ir a su mesa, aunque bastante nerviosa, porque, por como la miraba la otra chica, le daba miedo, cuando estuvo frente a ella la saludo y se presentaron entre ellas, ella le ofreció el asiento que tenía delante.
- ¿Cómo estás? - le dijo la otra
- muy bien gracias, ¿Qué tal tú?
- también estoy bien
Las dos escucharon al mismo tiempo sus teléfonos y los revisaron, Annie sintió que le apretaban el corazón cuando vio de que se trataba. Marco le había mandado fotos de conversaciones de él con la que parece ser la chica que estaba sentada junto a ella diciéndole "mi amor" o "¿cómo estás, corazón?" y ella respondiéndole de la misma forma cariñosa que él. Le daba vergüenza subir la mirada, pero igual lo hizo. Por un momento pensó que a Evelyn se le iban a caer los ojos de las cuencas, la chica se tapó la boca y empezó a maldecir en voz baja a su novio.
Fueron momentos muy incómodos para ambas, para Annie porque acababa de descubrir que el chico que le gustaba desde hace poco y que pensaba que le estaba coqueteando en realidad tenía novia, y para la otra porque descubrió que su novio pensaba engañarla con otra chica, en cuanto término de leer las fotos de las conversaciones empezó la pelea más incómoda de su vida:
- ¿Cómo te atreves a coquetearle a mi novio?
-yo nunca le coquetee
- ¿ah no?, estos mensajes que tienes con MI novio me hacen pensar lo contrario
A Annie le dieron unas punzadas en el corazón cuando la chica acentuó la palabra "mi", ella no le coqueteaba, el sí, o eso creía ella. En el fondo quería pensar que malinterpreto la situación con Marco y que nunca le estuvo coqueteando, pero, a decir verdad, cualquiera que leyera lo que él le escribía diría que le coqueteaba a través de mensajes.
- lo siento, lo estás malinterpretando todo, yo no quiero nada con tu novio
- no me mientas, estoy viendo lo que le escribías, y claramente querías algo más que una amistad, ¿cierto?
Cada vez se sentía más pequeña, no sabía dónde esconderse o que hacer, sentía como las personas las miraban, y si seguían de esa manera, tendría que mudarse para evitar la vergüenza.
-te juro que no es lo que piensas
-vete de mí vista, maldita zorra
Annie se sentía fatal, y tenía la sospecha de que si no se iba de ahí algo horrible le iba a pasar, así que se fue tan rápido como pudo tapándose el rostro con la chaqueta que tenía puesta. Intento llamar a Marco, pero él no le respondió. Se sentía fatal, quería que le explicara por qué hizo que se viera con su novia, ¿acaso sus coqueteos eran una broma?, ¿solo era un juguete para él y ya?, ¿y dónde quedaron todas esas citas?, ¿esos momentos juntos, nunca fueron nada?, empezó a llorar desconsolada, sabía que se veía rara, pero eso ya no le importa nada, lo único que quiere es llegar a su cuarto y recostarse. Había sufrido la peor humillación de su vida.
Entro en su casa dando un portazo detrás de ella y subió las escaleras corriendo. Decidió cerrar la puerta con llave para que no la molestaran. Llamo a Valeria, contesto casi de inmediato.
-hola, ¿Qué paso?
- Marco es un idiota, eso pasa- dijo entre sollozos
- ¿qué?, ¿por qué dices eso?, ¿te hizo algo?
- ¿algo?, ¡ese estúpido pensó que era una excelente idea jugar con mis sentimientos!, ¡eso es algo más que algo!
-calma, todo va a estar bien, ¿Qué paso con exactitud?
El resto del día se dedicó a llorar, a contarle a Valeria lo que le paso y por qué le dolió tanto. Pero ella no era la única con el corazón roto. También había alguien en algún lado de la ciudad con el corazón hechos pedazos, pero no podía hacer nada, después de todo, sabía que su corazón no le pertenecía. Nunca le perteneció.
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Dolores del corazón
Ficțiune adolescențiSegunda parte de la novela "lo que puede hacerme una palabra tuya" Lo que le paso a Annie hace seis meses no ha dejado de atormentarla. Ahora se siente incapaz de conectarse con otra persona, pero hay alguien que será la excepción. Portada hecha por...