Austin de verdad estaba rebosante de felicidad, había logrado deshacerse de todos sus estorbos, nada le impedía acercarse a Annie de nuevo, sin embargo, no lo hizo de inmediato. Pensó que sería bastante sospechoso si se le acerca justo después de que Valeria se fuera de su vida, así que decidió esperar unos días para volver a hablar como antes.El tiempo que no hablo con ella lo uso para espiarla en los almuerzos desde lejos, se había empezado a sentar sola, en las clases no parecía poner atención a nada de lo que le decían y se le veía triste todo el tiempo. Sabía que ese estado de ánimo lo provoco él, pero tenía la esperanza de que cuando volvieran a ser amigos, pudiera volverla hacerla sonreír como antes.
A veces le atormentaba la culpa, pero cuando eso pasaba solo podía repetirse en su mente que fue lo mejor para ella, esas personas no lo merecen, nadie la merece más que él. Espero tres días antes de volver a hablar con ella, lo quiso de forma suave, sin tocar los puntos sensibles que tenía en ese momento. Se le acercó después de la clase de física y le toco el hombro con cierta timidez, como si fuera la primera vez que se hablaran.
-hola, Annie
Se giró y, cuando lo vio no pudo evitar sentir muchas cosas en su interior. Él había hecho cosas terribles, se había metido a su casa y tenía actitudes muy tóxicas, pero por otro lado, él fue la única que persona que fue honesta con ella. Sentía que ya no podía confiar en alguien, pero en ese momento él fue como un pequeño rayo de sol dentro de su obscuridad total.
-hola- dijo sonriendo tímidamente
-¿podemos hablar?
-mmm...no lo sé... Austin, creo que...
-te prometo que solo será un segundo, no tardaré mucho, ¿hablamos en el descanso?
-mmm... de acuerdo, te veo en la cancha de basquetbol
-perfecto, pues...emm... nos vemos luego
-claro, nos vemos
Austin
Se alejó nervioso, en su mente había elaborado escenas muy complicadas de él hablando con Annie sin nervios, seguro de si, pero resulto que la realidad le jugó una mala pasada, porque de último segundo se puso muy nervioso. Respiro profundo y se dijo a sí mismo que no estuvo mal, al final tendrá la oportunidad de hablar con ella otra vez, y eso era su prioridad en ese momento.
Annie
Ella también estaba nerviosa, no sabía si era buena idea, pero la verdad es que sentía la necesidad de escuchar a Austin, como si algo de lo que él dijese le sirviera de consuelo. Los minutos se le hacían eternos, estaba ansiosa por saber lo que Austin le quería decir.
Cuando sonó la campana que anunciaba la hora del almuerzo, guardo sus cosas tan rápido que en menos de unos segundos, ella ya estaba en la puerta y fue directa a la cancha de Basquetbol. Cuando llego se quedó parada al lado de una de las canastas viendo a los chicos pasar mientras buscaba a Austin con la mirada.
Él apareció un minuto más tarde que ella, la invito a sentarse en los peldaños de las escaleras, donde casi no pasaba nadie para que se sintieran más cómodos, aunque en realidad hizo que Annie se pusiera aún más nerviosa.
-bueno, creo que debo empezar yo- dijo Austin en cuanto se sentaron
Annie asintió con la cabeza esperando que él empezara a hablar, ya que la mataba la curiosidad.
-quisiera iniciar diciéndote que lamento lo que te paso con Valeria, no es justo que te hicieran algo así cuando no le has hecho nada a nadie
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Dolores del corazón
Teen FictionSegunda parte de la novela "lo que puede hacerme una palabra tuya" Lo que le paso a Annie hace seis meses no ha dejado de atormentarla. Ahora se siente incapaz de conectarse con otra persona, pero hay alguien que será la excepción. Portada hecha por...