Enterrando los cadáveres de los cuatro cerdos que quisieron violarlas no era precisamente la manera en la que hubieran querido recibir el Año Nuevo. Pero en algún momento mientras cavaban y lanzaban los cuerpos a los hoyos hechos en la tierra, dieron las doce. Lo supieron porque escucharon los fuegos artificiales y la noche se iluminó con las luces multicolores que producían la pirotecnia. Eso sumado a la celebración lejana de personas que recibían el nuevo año con alegría, les confirmó que ya enero había llegado. Ambas mujeres se sentían abrumadas, ninguna de las dos hubiera esperado esto para una noche que se suponía fluiría relajada. Pero todo se había ido a la mierda, y la paz de hace rato había sido remplazada por el estrés de esconder la evidencia del delito cometido. Demasiadas emociones inundaban el cuerpo de cada una, haciendo que la tarea de desaparecer los cadáveres fuese aun más compleja.—Uno más. Vale. —dijo Zulema mientras balanceaba con la ayuda de su socia el cuerpo sin vida del último hombre, hasta lanzarlo por fin al hoyo. —Ya. —murmuró con esfuerzo cuando el cadáver cayó en la tumba improvisada en medio del bosque. —Podrías haber disparado al aire, se hubieran largado corriendo, lo sabes. —volvió a hablar cuando tomaba de nuevo la pala, esta vez para cubrir de tierra los cuerpos tiesos dentro del agujero. —Pero no. Bum, bum, bum. —imitó el sonido de los disparos mientras apuntaba con sus dedos. —Te los has cargado a todos, hala. Ahí. Te lo has saltado todo. Con pértiga. —le reclamó.
—Yo no soy una asesina. —se defendió Maca con frustración.
—¿Y cómo llamas a esto, tener un mal pronto? —preguntó la morena con la voz cargada de ironía.
—¿Qué coño querías que hiciera, eh? —gritó la rubia, los ánimos se estaban caldeando, no quería seguir escuchando los reclamos de Zulema, no esa noche, bastante ya tenía con haber matado a sangre fría a cuatro tíos. —Hice lo que tenía que hacer. —lanzó la pala al suelo molesta y se dejó caer sentada sobre la tierra mientras se pasaba las manos por la cara con agobio; la morena se sentó a su lado.
—¿Estás bien? —le preguntó Zulema acercándose lo suficiente para poder ver su mirada aun en medio de la oscuridad de la noche.
—Sí, estoy bien. —Macarena encogió los hombros. —Ese es el problema. Que estoy bien. —a pesar de haber acabado con cuatro vidas estaba bien, y eso era lo que le jodía; no quería convertirse en un ser despiadado que mataba y luego no sentía el menor remordimiento.
—Bienvenida al infierno. —le dijo la mujer mayor dejando escapar un largo suspiro. —Ya estás del lado que da más miedo. Aquí es donde pasa todo lo malo. Y todo lo bueno. —la miró haciendo un pequeño puchero, la cabeza le dolía, el cuerpo también, pero más le agobiaba que una noche que había comenzado tan bien, acabara así de jodida; definitivamente estaba necesitando una buena ducha y un trago de tequila para liberar la tensión de su cuerpo y su mente.
Maca en cambio, solo pensaba en consumir un poco de éxtasis, generalmente en situaciones de estrés como esta eso era lo único que la tranquilizaba.
—¿Podemos irnos a casa ya? Por favor. —suplicó la más joven hundiendo su rostro en las mangas de su abrigo marrón.
—Sí, terminemos de cubrirlos un poco y larguémonos de aquí de una puta vez. —respondió Zulema levantándose de la tierra y yendo a por la pala nuevamente, Maca la siguió.
—Tú hubieras hecho lo mismo. —habló la rubia de repente mientras volvían a la tarea de cubrir los cuerpos sin vida.
—¿De qué?
—Matarlos, quiero decir.
—Esta noche tal vez no. No es así como hubiera querido empezar el puto año, pero bueno, ya ni modo, tocó jugar a las psicópatas esta vez. —Zulema lo decía de broma, pero Macarena se lo tomó en serio, y ella no quería ser una psicópata que mataba por gusto y luego no sentía culpa; la frustración volvió a crecer en su rostro.
ESTÁS LEYENDO
Bajo un cielo de nubes blancas
Fanfiction"No hay por que huir, si tienes un hogar." Serie de one-shots Zurena de el tiempo que compartieron juntas en la caravana. Los personajes no me pertenecen y algunas escenas serán adaptadas de Vis a Vis: El Oasis y Vis a Vis temp. 1-4, propiedad de Fo...