Primer fin de semana de agosto
Jungkook sentado en el comedor de la casa de los Park, miró a su mejor amigo que tomaba un vaso con agua. Había ido a la casa de Jimin para volverle a enseñar lo último de Cálculo, una asignatura que era como la debilidad del rubio.
El castaño oscuro debía de admitir que cuando llegó al hogar de su mejor amigo, estuvo de pie mirando la casa de al frente algunos minutos, demasiado emocionado por lo que recién había descubierto.
—Encontré a Nadie —Dijo el mayor de repente. Jimin lo miró abruptamente, como la exorcista, aún con el vaso con agua en su mano.
—¿Qué? —Preguntó, demasiado sorprendido. Miró al vaso y viendo que aún tenía líquido, le hizo un puchero y después miró a Jungkook—, Espera, dímelo de nuevo.
El castaño le rodó los ojos, algo hastiado. Jimin solamente lo miró y le sonrió, alentándolo.
—¡Oh, vamos! ¡Déjame ser feliz por una vez en tu vida y cúmpleme un capricho! —Le reclamó, el castaño oscuro suspiró.
—Encontré a Nadie —Repitió, con voz monótona.
Jimin apenas empezó a escuchar la voz de su mejor amigo, comenzó a beber del agua que quedaba en el vaso. Y apenas Jungkook terminó de hablar, el rubio escupió el agua que había mantenido en sus mejillas tal ardilla por toda la mesa. Jungkook lo miró asqueado.
—¡PARK JIMIN!, ¡LIMPIA ESA MESA DE INMEDIATO! —Una voz femenina regañó, en el momento exacto en el que vio a su hijo escupir el agua.
Fue mal momento para decidir ser un drama King.
Jungkook rio, mientras veía como su mejor amigo se encogía en su asiento al mirar a su madre molesta, con las manos en las caderas. El rubio hizo un puchero, y dejando el vaso a un lado, se puso de pie.
—Perdón mami, fue sin querer mami, me sorprendí mami, voy corriendo a buscar el trapo para limpiar mami —Habló con voz dulce el regañado, haciendo que las carcajadas del mayor se incrementaran.
La mujer ceñuda siguió mirando a su hijo, viendo como este se dirigía hacia la cocina rápidamente y después de hacerle un cariño en la cabeza del castaño oscuro, tal adorable conejito que le sonrió mostrando todos sus dientecitos, siguió con su camino.
Jimin volvió, con un trapo de cocina limpio y seco en sus manos. Aburrido, comenzó a secar la mesa.
—Y, entonces, ¿quién es? —Preguntó, siguiendo la conversación anterior. Jungkook sonrió.
—Taehyung —El rubio lo miró con los ojos demasiado abiertos y con la boca entreabierta, sorprendido. De repente, detuvo el secado de mesa.
—¿Taehyung? —Preguntó, mientras aún sorprendido apuntaba hacia la casa de al frente que se veía por las ventanas de la sala de estar. Jungkook asintió, sonriente—, Oh por dios copito —El castaño oscuro lo miró con pesar.
—Ay, ¿Por qué soy tu mejor amigo? Ridículo.
—Porque tu mamá me paga por juntarme contigo —El rubio terminó de secar la mesa, riéndose al ver la expresión molesta del mayor. Jimin comenzó a dirigirse a la cocina nuevamente—, Ah, de hecho, dile que me pague lo del mes pasado por fis, que se está atrasando y mis servicios decaen un poco en la calidad al no recibir el pago a tiempo.
El menor comenzó a reírse a carcajadas al escuchar el gruñido molesto del mayor. Jungkook solamente suspiró, y esperanzado, miró por la ventana, la casa de Taehyung.
El castaño oscuro seguía mirando por la ventana cuando Jimin regresó de la cocina, pensativo.
—¿Estás seguro de que es Taehyung?, ¿Mi Taehyung? —Jungkook lo miró de inmediatamente, golpeando furiosamente con su lengua su mejilla interna—, ¿Mi vecino de enfrente?... ¿O SEA QUE TUVE SIEMPRE LA RESPUESTA AL FRENTE DE MÍ? —Preguntó sorprendido, ajeno a los celos de su mejor amigo. Jungkook lo miró con el ceño fruncido.
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Se busca a "Nadie"
FanfictionTaehyung al ver que a su crush de toda la vida ya le quedaba solamente un año para irse del colegio, decide mandarle cartas diciéndole lo que siempre quiso decir, firmándolas con un seudónimo misterioso pero preciso. Hasta ahí, todo bien, todos con...