Finales de Junio
Taehyung sonrió falsamente, mientras escuchaba a Jimin hablar sobre "Nadie". Le causaba un poco de incomodidad escuchar a su vecino parlotear sobre quién o cómo sería la persona que le mandaba cartas a su mejor amigo. Sentía su cuerpo demasiado tenso, y estaba a punto de echarse a lloriquear si es que seguía escuchando al rubio hablar de su seudónimo. Estaba que se tiraba a la calle mientras veía los autos pasar para que lo atropellaran y dejara de tener este sufrimiento llamado "Jimin no se calla nunca".
El pelinegro respiró aliviado mientras veía la estructura del colegio, y casi se pone a llorar de lo mucho que amaba al chico con cabellos blancos que estaba esperándolo en la entrada. Estuvo a punto de echarse a correr para poder resguardarse en Yoongi pero eso lo iba a mostrar muy sospechoso ante los ojos del rubio que no dejaba nada pasar.
—Hola Tae, hey chiquito —Saludó el mayor, Taehyung solamente rio mientras Jimin se cruzaba de brazos y lo miraba seriamente.
—No me digas así, soy más alto que tú, gatito —Sonrió victorioso ante la mueca molesta que se dibujó en el rostro del más blanco—, adiós Tae.
—Ni se te ocurra reírte —Amenazó al menor, apuntándolo con un dedo. Taehyung apretó sus labios, a pesar de que una sonrisa se asomaba en ellos, aguantándose la risa.
Ambos entraron al colegio, mientras caminaban a paso lento hacia el salón de clases del más pequeño.
—¿Y cómo vas con esto de la búsqueda? —Dijo bajito Yoongi, mientras miraba las paredes con los panfletos aún pegados.
Habían pasado alrededor de dos semanas desde que Jimin comenzó con esta exhaustiva búsqueda de "Nadie", Taehyung se había mantenido lo más alejado posible, de hecho, ni le había mandado carta a Jungkook porque realmente había quedado en blanco... nunca había esperado que el mayor dejara a su mejor amigo investigar sobre el tema. Él sabía en el fondo que realmente le costaría trabajo acercársele al castaño oscuro para decirle la verdad, pero, realmente no se lo esperaba. Lo peor es que no sabía muy bien que era lo que pensaba Jungkook de todo eso, o sea, tuvo que haber dado su consentimiento para buscar a quién le enviaba las cartas, pero realmente... ¿quería conocerlo?
Taehyung no quería ser una decepción para el mayor.
—Bueno, Jimin no se calló nunca durante todo el trayecto —Respondió bajo, mientras miraba hacia al frente—, Lo único que saben es que es un chico y datos que yo mismo le he dado, como que soy menor por un año... por lo menos —Y era algo que lo aliviaba.
Iban a seguir conversando del tema, pero el colegio cada vez más se iba llenando de estudiantes. Últimamente de lo único que se hablaba era sobre "Nadie" y Jungkook, no sabía mucho el alumnado sobre el tema (cómo, por ejemplo, lo de las cartas. Gracias a Diosito que no sabían sobre lo de las cartas y suponían simplemente que era un admirador más del castaño oscuro) pero eso hacía que los nervios del pelinegro estuvieran al tope. Escuchaba a cada minuto la palabra "Nadie" que ya se estaba volviendo algo paranoico.
Realmente ya estaba harto de este sufrimiento llamado "Jimin existe en este mundo".
***
Hoseok miró a su mejor amigo pequeño, el pelinegro estaba almorzando demasiado pensativo para su gusto y a cada momento miraba por sobre su hombro. Estaba realmente perseguido y esa no era la intención de tener a "Nadie" como su respaldo, no si Taehyung ya estaba dudando de seguir escribiéndole cartas a su crush. El castaño suspiró, y dirigió su mirada al rubio que estaba pegando los panfletos que se habían despegado un poco, solo.
—¿Y si eres lo contrario a Detective Conan? —Suelta de repente, provocando que tanto como Taehyung y Yoongi lo miraran confundido.
—¿Qué cosa te comiste, loco? —Preguntó Yoongi, mirándolo con el ceño fruncido. Hobi suspiró y acarició el entrecejo para poder quitarlo de la frente del más pálido, cosa que funcionó. Luego miró a Taehyung que estaba sentado al frente de los dos mayores.
—Ayuda a Jimin a buscar a Nadie —Dice, en un leve susurro.
El pelinegro ladeó un poco la cabeza, mirándolo atento y aun algo confundido. Hobi sonrió y quiso puro agarrarle de esos cachetitos cada vez que hacía ese gesto tan tierno, y lo hizo no pudiendo aguantárselo. Ay, Tae seguía siendo ese niñito tan tierno que cuando le enseñaba Matemáticas le hacía ese gesto cuando no le entendía lo que le explicaba a la primera, como le dolía verlo ya tan grande a pesar de que él era solamente un año mayor que él. Pero Taehyung era como su bebé todo chiquito que aún le abría las botellas de agua para que el menor bebiera a gusto, a pesar de que él perfectamente podría abrirlas solo.
—Bueno, no sería ayudar. Sino más bien sería alejarlo de la verdadera identidad, tu verdadera identidad.
Y ahí los otros dos entendieron:
—Aaaah —Dijeron al mismo tiempo, logrando entender a que se refería el castaño con ser lo contrario a Detective Conan.
Tsk, las referencias otakus de Hobi.
***
Taehyung iba con el rubio caminando de vuelta a sus casas, el pelinegro no sabía como sacar el tema. Casi siempre iban conversando de cosas sumamente banales, pero estaba tan nervioso que le estaba respondiendo con monosílabos solamente y Jimin, conociendo muy bien su vecino de enfrente, solamente calló.
—¿Cómo vas con lo de "Nadie"? —Hizo el gesto de las comillas con sus dedos, mirando a Jimin. El rubio lo miró y bufó.
—Fatal, Jungkook no quiere decir mucho y al parecer los panfletos no están sirviendo —Dijo algo molesto, luego hizo un puchero para mirar a los ojos del pelinegro—, Y yo que me esforcé tanto para hacerlos y nadie los valora —Taehyung rio levemente. Y ahí supo que era su momento.
—¿Y si te ayudo? —Preguntó, vio como los ojos del rubio se abrieron y comenzaron a brillar. Luego solamente sintió unos brazos rodeándole y su oído sufrir por los gritos.
—¡Dios, Tae, sí por favor! ¡Eres el mejor! —Exclamó entusiasmado, para luego separarse y mirar al pelinegro con una gran sonrisa.
Bueno, perdón Detective Conan, Taehyung iba a ser el peor detective de la historia por el bien de su seudónimo misterioso.
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Se busca a "Nadie"
FanfictionTaehyung al ver que a su crush de toda la vida ya le quedaba solamente un año para irse del colegio, decide mandarle cartas diciéndole lo que siempre quiso decir, firmándolas con un seudónimo misterioso pero preciso. Hasta ahí, todo bien, todos con...