Hola, ésta es la primera historia que voy a escribir así que si tengo errores ortográficos o de redacción es porque apenas estoy empezando en ésto.
Lo hago por diversión y porque en tiempos de pandemia no tengo otra cosa que hacer así que disfrútenl...
Los días en aquél horrible lugar eran largos, tanto así que usualmente solía hablar con Nobi, el era algo callado y reservado, casi nunca me hablaba a menos que le insistiera, y jamás me mostraba su cara así que nunca podía saber cuáles eran sus expresiones, pero al ser la única persona en esa pequeña habitación solo me quedaba hablar con él, a pesar de esos pequeños detalles me caía bien, solo era un chico que por azares del destino había terminado en el mismo lugar que yo, me pregunto si es que fué por intentar robar provisiones como anteriormente yo había intentado.
Al pasar un rato conversando con él, apareció otra vez uno de esos sujetos, casi siempre se lo llevan de la habitación a la misma hora, me daba un poco de curiosidad saber el porqué lo hacían, una parte de mí sabe que no es algo bueno, pues cada vez que volvía lo veía extraño, realmente me preocupaba por él a pesar de apenas conocerlo, quería ayudarlo, aunque ni siquiera yo pudiera ayudarme a mí mismo.
El tiempo pasó y él regresó, se comportaba extraño, siempre se veía cansado o mareado y temblaba fuertemente, se quedaba sentado en su celda sin decir nada ni hacer un solo ruido.
Al haber cambiado de vagón hace algún tiempo, nuestras celdas estaban juntas, pues era un vagón más pequeño, aproveché ésto para acercarme lo más que pude para poder consolarle, el instintivamente retrocedió lo más que la celda le permitía, estaba asustado, quería verle su rostro y saber cómo estaba realmente, quería hacerlo sentir mejor así que solo hablé:
-Ven... acércate... no te haré daño, solo quiero ayudar, déjame ver dónde es que te duele.
Nobi pareció pensarlo un poco pero al final decidió acercarse lentamente con un poco de temor y nerviosismo, tranquilamente tomé su mano, era suave y algo pálida, tenía una uñas un tanto largas, pero no le dí importancia, seguido de eso se sentó en el límite de su celda y la mía mirando hacia abajo, al hacer eso me dió su brazo para que lo examinara, empezé a bajar lentamente su larga manga para poder inspeccionar cuidadosamente su brazo, al principio era un brazo normal, pero rápidamente cambió, y pude ver con horror qué era aquello que le ocasionaba dolor, eran marcas y marcas de cortadas, algo profundas, cicatrices de lo que parecían ser pinchazos de jeringas, parecía dolerle mucho pues el simple hecho de bajar aquella manga hizo que empezara a temblar.
-Enserio... ¿¡Ellos te hicieron ésto!?-Me exalté, estaba furioso y a la vez preocupado. Pero al pensar en cómo se sentía él, decidí calmarme.
-Quiero... ver tu rostro, ¿Puedo... verlo?-por una vez quería saber cómo era que se sentía él en realidad, quería que dejara de ocultarse, quería poder... Verlo como era.
El se exaltó bastante al escuchar esa pregunta, sé qué tal vez en ese momento no fué lo mejor que puede haber preguntado, pero él, casi susurrando dijo:
-E-está bien... P-puedes verlo... Pero p-por favor... N-no me juzgues c-cuando lo veas... Y... Por favor... N-no preguntes...- su voz se cortaba como si estuviese a punto de llorar.
El se bajó un poco la bufanda y despejó solo su rostro sin bajarse la capucha... Me quedé sin palabras... Solo pude quedarme en silencio y apreciar su rostro.
Sus cabellos eran de un color castaño muy claro que se oscurecia a partir de las puntas de su flequillo, su boca era algo pequeña, sus mejillas estaban manchadas con algo de lágrimas y lo más importante, sus ojos, él... Solo poseía el ojo izquierdo... Tenía debajo del faltante una cicatriz, lo cual me hacía pensar que se lo habían arrancado bruscamente, su único ojo estaba reteniendo a duras penas unas lágrimas que descenderían de aquella laguna verde acua, éste era como una hermosa esmeralda con tonos azulados, quería saber qué le había pasado a ese segundo ojo, quién había osado robar aquella bella joya, y atacarlo con furia, quería preguntarle, enserio quería, pero recordé que él no resistiría esa pregunta, así que, tiernamente, rosé su mejilla, y cómo pude, pasé mis brazos por aquellos barrotes, podiendo así cuidadosamente envolverlo en un cálido abrazo, pude sentir cómo esas cálidas lágrimas mojaban mi brazo en silencio.
Realmente... No lo conocía ni un poco pero... quería hacerlo.
Y más importantes quería protegerlo.
*¡Ay! que bonito >:'^, enserio casi lloro al escribir ésto :') pero bueno espero que les halla gustado.*
*Nota:por favor NO LOS SHIPEEN >:c su relación es como si fueran hermanos*
*He aquí un dibujo*
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*Me quedó medio trocho porque lo hice con los dedos pero de qué se intentó se intentó, no lo critiquen demasiado ;m;*
