16.- "A mimir"

17 2 0
                                    

La oscuridad de la noche se tendía plácidamente sobre el bosque, era de madrugada, y Nobi aún no podía consiliar el sueño, no solamente por las preguntas existenciales que desolaban su memoria, sino que también sentía una ansiedad constante, una sensación que le hacía sentirse alerta durante la noche, aquella que había reemplazado la tristeza de su ex soledad... Exacto, era miedo, miedo a que lo volvieran a capturar otra vez, miedo a tener que pasar por el mismo infierno, miedo a ser cruelmente maltratado, pero más importante aún, miedo a no poder escapar una segunda vez si se daba el caso.

La noche se sumía en el silencio, causándole más paranoia a Nobi, haciendo que los sonidos fuesen engañosos para él, a tal grado en el que si se escuchaban unas hojas moverse por el viento, el creía que se trataba de alguien caminando, si, así de mal estaba, aunque su cuerpo le pidiera a gritos que descansara éste no cedía, no podía, su mente no lo dejaba, por más que quisiera habían tantas cosas que no le permitían descansar.

Kon se despertó algo adormilado con algo de frío pues tristemente la fogata no duró mucho, apagándose llegando la madrugada. Cuando Kon finalmente vió que Nobi seguía despierto decidió acercarse un poco e intentar convenser a su compañero de tomar una siesta.

-Hey... -dijo con tono cansado.

Nobi no notó que Kon se había despertado debido a que solo se consentraba en los ruidos externos, causando que se asustase un poco, pegando un pequeño salto y volteando rápidamente.

-Deberias venir a dormir...- dijo con pesadez.

Nobi rápidamente ignoró el comentario de su compañero para después cambiar de tema.

-Oh... Hola Kon, ¿Pasa algo?, ¿No puedes dormir?, ¿Te prendo la fogata?- se veía el cansancio en sus ojos.

Kon solo se le quedó viendo un par de segundos hasta que finalmente decidió arrastrar al pequeño ciervo sin previo aviso para que se durmiera en una de las camas improvisadas que habían hecho con hierva seca.

-¿¡K-kon!?, ¿¡Q-qué estás haciendo!?, ¡S-suéltame! ¡No quiero dormir!-dijo en un tono algo frenético, pues le sorprendieron las acciones de su compañero.

Kon no dió respuesta alguna, estaba muy cansado y solo quería dormír, pero tampoco iba a dejar que Nobi se saliera con la suya, así que decidió obligarlo a tomar una siesta, recostándole y abrazándole en el acto para que no pudiera escapar, como si de un oso de peluche se tratase.

Nobi forsejeó por un rato para liberarse del agarre pero al notar que no lograría nada con sus acciones decidió ceder, a regañadientes, pero cedió.

Al cabo de un rato, Nobi sintió una sensación familiar, se sintió a salvo y cómodo, la calidez con la que Kon envolvía a Nobi era acogedora y tierna, tanto así que las preocupaciones que desolaban su mente lo iban dejando en paz poco a poco, al estar calmado, su cerebro decidió que ya era hora de rendirse ante aquella reconfortante calidez por completo, haciendo que Nobi cerrara lentamente al fin los ojos de par en par.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

*Está re mal redactada pero lo hice a las 2am, así que no juzguen, buenas noches =w=*

Un Mundo De BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora