Un Mundo De Bestias

21.- "Trato"

Ya había pasado un buen rato desde que Kon calló inconsciente, Nobi usó demasiada magia, pues su amigo se desvanecía poco a poco, teniendo que utilizar demasiado poder en los primeros minutos, haciendo que tuviera que mantener un ritmo constante, quedando completamente agotado, pero eso no lo detuvo, a pesar de estar más que cansado, no dejaría a Kon así, no permitiría que muriera, la oscuridad se lo estaba comiendo por dentro, tenía que pararla, Kon no duraría mucho más tiempo si se detenía, así que, juntando las pocas fuerzas que tenía siguió intentando curarle del maleficio.

Nobi no pudo evitar llamar desesperadamente el nombre de su compañero mientras sollozaba a cántaros por el temor a perderle.

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Me desperté en un pequeño cuarto oscuro, no había nada, mi vista era segada gracias a la oscuridad del lugar, pero podía escuchar los insistentes gritos de Nobi llamando mi nombre mientras parecía llorar.

-¿En dónde estoy?, ¿Nobi?- mirando a su alrededor.

-Oh, perdona, creo que no te podrá escuchar... - era solo una voz que se desplazaba por la zona en forma de eco.

De un momento a otro una criatura muy parecida a mí se apareció entre las tinieblas, aunque tenía un aspecto más sombrío.

-Tú, ¿Quién eres? ¿Qué hago aquí?-

-Oh... Querido, tú me has invocado.... Soy y no soy tú.... Me podrías considerar como aquella sombra que siempre ha estado ahí, pero a la cual nunca le prestas atención, soy la peor versión de tí, quizá me podrías ver como un cambia formas.... Así que sí, ahora formo parte de tí.

-P-pero ¿Qué es lo que quieres de mí?-

La criatura soltó una risa, pues la pregunta le parecía algo absurda, esa misma carcajada seguía escuchándose estruendosamente por todo el lugar.

Después de calmarse un poco, siguió con su respectiva respuesta.

-Lo que toda sombra y demonio siempre quiere, quiero tu lugar, quiero reemplazarte, y tomar tu cuerpo, vivir finalmente lo que a ésta parte de tí siempre se le ha negado, todos éstos años.-

Kon no podía comprender en lo más mínimo que era lo que pasaba, pero algo tenía claro, por cada segundo que pasaba sentía que perdía fuerzas.

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Nobi por su parte tampoco la tenía para nada fácil, pues al sobre esforzarse durante tanto tiempo, había comenzado a sentir mareos y al finalmente sobrepasar sus límites comenzó a escupir sangre, dado al sobre esfuerzo que él mismo se exigía, iba empeorando más y más.

En cualquier momento tendría que parar, o podría morir en el intento.

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-Ok, ¿Y entonces qué es lo que tengo que hacer?-

-Así que las cosas van a ser fáciles, bien por tí.- aquella "sombra" comenzó a sacar un pergamino algo anticuado, mientras de la nada sacaba una especie de pluma muy afilada.

-Te propongo un trato, cada cierto tiempo me darás un momento de libertad, puedes invocarme siempre que quieras, pero cuando lo hagas yo estaré cien por ciento a cargo, tu lo único que harás será observar, de la misma forma que hice yo por 15 largos y aburridos años-.

-E-está bien, pero solo con una condición-

-Soy todo oídos-

-Hagas lo que hagas NO le harás daño a Nobi, ni el más mínimo, puedes hacer lo que quieras conmigo, pero que ni se te ocurra tocarlo-

-Tranquilo, ambos sabemos que no le haría nada a ese lindo arándano azul, solo firma aquí- dijo con un ligero y apenas notable sonrojo mientras apuntaba al escarapelado papel.

-Bien...-

Kon firmó el tratado después de leerlo varias veces con mucha rapidez debido al poco tiempo que tenía haciendo que finalmente despertara no sin antes escuchar las palabras de su sombra:

-Nos vemos pronto... Yo- mientras se dependía con la mano, sonriente de haber logrado su cometido.

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*Listo, por fin, creo que ésta es la primera vez que subo tres partes de la historia seguidas :'3*

*Espero que les esté gustando -w-*

*O se acaba la serie >:(*