Un Mundo De Bestias

10.- "Conflicto"

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Comencé a abrir mis ojos lentamente, podía ver unos tenues rayos de luz que me calaron al instante, estaba exahusto, adolorido y hambriento... En ese momento recordé algo... KON, al recordar rápidamente lo que pasó ayer comencé a buscar a Kon por todos lados caminando como podía, mi cuerpo era un desastre, pero quería hallarlo.

Fue entonces cuando lo encontré acostado entre un montón de piedras, asustado acudí a él, gracias al cielo el respiraba, al parecer no tenía heridas muy notables solo algunos golpes y rasguños, debido a la caída y al impacto de ésta, seguí examinando un poco más de cerca, fué entonces cuando él despertó estaba realmente conmocionado.

-H-hey... E-estas bien?- nervioso casi llorando, estaba felíz de verlo con vida.

Él se me quedó mirando unos segundos y rápidamente se apartó de mí

-¡¡¡¡Alejate de mí ahora!!!! ¡¡¡¡Ni se te ocurra tocarme!!!!

Al escuchar eso... retrocedí, sabía que ésto iba a pasar, sabía que me odiaría cuando supiera quién era realmente... Así que no me extrañó lo que respondió en lo más mínimo... solo me dolió, me dolió el pecho, no era la primera vez que me rechazaban, así que ya estaba algo acostumbrado a esa sensación, me alejé y me senté en una esquina, luego procedí a tratar de curar mis heridas con desánimo.

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Estaba confundido, no sabía cómo reaccionar, el me había ayudado a escapar y me salvó de casi morir, pero siempre me mintió acerca de él y más que nada el era una criatura mágica, cómo diablos tendría que reaccionar si supiera que aquella persona que consideraba un compañero me había engañado y era como aquella bestia que había hecho que mi vida se arruinara... Pero más importante aún, ¿Porqué no podía odiarlo?, y ¿Porqué me sentía culpable por apartarlo?
Mi mente daba vueltas dibagando sobre el asunto, hasta que oí un ruido seco y miré hacia donde estaba Nobi, él se había desmayado.

Entré en pánico, corrí hacia él preocupado, enserio estaba muy mal, le quité su chaqueta para poder revisarlo mejor, estaba peor de lo que imaginé, la caída parecía haberle fracturado uno de sus brazos, en ese momento ya ni siquiera me importaba si era una criatura mágica o no, ahora el era un ser vivo, uno que me había salvado y yo tenía que ayudarlo.

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Lo cargué cuidadosamente, de caballito, y me dirijí  hacía uno de los pueblos mágicos cercanos, aunque me desagradara ir ahí lo haría por él, no podría llevarlo a un hospital, quién sabe qué diablos harían con él.

La caminata se hacía larga aunque él era muy ligero, casi ni sentía su peso, era como cargar un costal de papas, la mirada que tenía mientras dormía era dulce y calmada, como si finalmente se sintiera seguro, cosa que supuse no sucedía en aquél oscuro lugar.

Finalmente pude ver cómo nos acercábamos al pueblo, al saber la manera en que trataban a los humanos cuando entraban ahí, usé la bufanda de Nobi para taparme la cara y le volví a poner la capucha al mismo.

Exploré un poco el pueblo con la mirada mientras pasaba en busca de un centro médico, el lugar era muy pequeño, aunque de hecho era bastante bello, estaba lleno de ánimo, todos hablaban tranquilamente y caminaban por el lugar, el ambiente era muy agradable, finalmente me llené de valor para preguntar:

-D-disculpe... ¿Sabe si hay algún centro médico por aquí? Es que necesito llevar a mi amigo es urgente.

El amable "señor" me dió las indicaciones para llegar a éste, me fuí corriendo hacia ahí, y entonces, llegué a éste, era una pequeña casita dentro del núcleo de un árbol, entré y era aún más pequeño por dentro, solo había un doctor atendiendo el lugar, parecía ser un tipo de canino humanoide, era algo viejo y poseía unas aterradoras cicatrices en el rostro, tímidamente me acerqué a él llamándole la atención: