Estaba cocinando mientras Laura buscaba ropa y cosas en su casa. Prepare pasta y lo acompañaríamos con un vino elegante que mi profesora traería de su colección. Recordé la noche anterior y sonreí. Me sentía tan feliz por Natalie, ella era mi mejor amiga y me alegraba que Stefan tenia una conexión con ella, era mucho mas que química y se notaba a metros y metros de distancia. Por momentos me ponía a imaginarme en el lugar de ella, feliz y totalmente enamorada de Laura mientras que nuestras reglas y las opiniones ajenas se evaporan en segundos. No podia soñar tanto porque eso era bastante difícil. Ella era mi profesora y teníamos un secreto que no podia llegar mas allá. Prepare la mesa y me asome en el balcón. El cielo nos estaba avisando que iba a llover bastante y me sentía tan bien por pasar una tarde de lluvia con Laura. Regué mis plantitas y alimente a Bruce que estaba a mi lado pidiendo mimos. Seguí contemplando la ciudad mientras las gotitas comenzaban a caer. Laura se tardaba y cada segundo esperándolo me hacia sentir unas pequeñas cosquillitas en mi abdomen. Mire mi reloj y marcaba las dos y quince de la tarde. Apoye mis codos en el borde de mi balcón y mire cada detalle. Personas cubriendo sus cabezas con libros o bolsos, otras paseándose con paraguas y un cafe en la mano.
-La lluvia es mágica- le dije Bruce y el ladeo su cabeza al escucharme- por que hace que todo se vea mas colorido despues, no hace extrañar el sol, nos purifica y relaja-suspire-debemos conocer personas como la lluvia, personas que nos hagan sentir relajados, vivos y que nos haga ver todo de manera colorida- no habia notado lo profundo que habia sido mi pensamiento y decidí grabarlo en mi memoria. Toque uno de los pétalos de mis flores suavemente y acomode unas cuantas. Volví a mirar hacia abajo y note a Laura caminando aceleradamente con un bolso en su mano. No pude evitar sonreír. Mi dulce y atractiva profesora. Espere hasta que mi timbre me avisar y lo hizo luego de unos minutos. Abrí la puerta y ahi estaba Laura con su cabello un poco mojado, se veía mas adorable que nunca y su sonrisa me envió a la luna en menos de lo que me tardo en pestañear. Entro y dejo su bolso en el suelo para luego besarme cálidamente.
-¿Puedo pasar a cambiarme la parte superior de mi ropa?-pregunto con una sonrisa inocente y ambas manos en mi cintura. Rei.
-¿Puedes ser mas dulce?-comente- claro que puedes- topo mis labios y tomo su bolso y se giro para ir a mi dormitorio. Calenté la salsa y serví los platos en la mesa. Laura se acerco con la botella de vino en la mano y beso mi hombro tiernamente. Mi piel se erizo.
-Todo perfecto- susurro y se sentó luego. Abrio la botella de vino y acerco nuestras copas- ¿Dónde esta Bruce?-preguntó y sonreí.
-Esta comiendo-comente y me miro con ternura- queria jugar contigo- agregue y reímos.
-Tambien yo- me miro fijamente- jugare con Bruce- sonreí y luego con su linda dueña- me ruborice y movió su cabeza en forma de ''acércate''. Me puse de pie y palmeo mi pierna, sacándome una sonrisa en menos de dos segundos. No podia entender la manera en la que me hacia olvidar mis propias reglas porque todo lo que pasaba por mi mente era insignificante cuando estaba cerca de su cuerpo. En momentos pensaba '' esta mal salir a escondida con mi profesora'' y si, era bastante peligroso en mi universidad pero la miraba a los ojos y olvidaba todas y cada una de las consecuencias. Ella lograba convencerme sin decir una palabra. Eran sus ojos los que lo hacían.
-Esta delicioso- dijo mientras acercaba mi plato y mi tenedor- cocinas bastante bien- me miro con sus lindos ojos mientras yo estaba sentada sobre su muslo. Sonreí.
-Busque una receta- confesé y luego reí nerviosa-estoy satisfecha porque no provoque un incendio- aplaudí divertidamente y Laura comenzó a reír. su mano acaricio mi cintura y acerco la copa a sus labios. Bendita imagen que mis ojos presenciaban totalmente hipnotizados.
-Eres tan única-decia entre risas mientras se acercaba a mis labios- te ganaste un diez en cocina-bromeo y reímos. Me encantaba cuando coqueteaba y bromeaba al mismo tiempo porque solo yo conocía ese lado de la profesora Laura. Mis compañeros no imaginaban que era asi. Comi un poco mientras me observaba con cautela. Todo era tan diferente desde afuera, ambos parecíamos algo mas que amigas pero al entrar a la universidad, debíamos ser distantes y centrados porque cuando estabas juntas, no habia razones para separar nuestros labios. Su mano acariciaba mi cintura suavemente mientras que nuestros ojos estaban enganchados con fuertes cargas de electricidad invisible. Luego de comer, prepare un poco de te y nos ubicamos en mi alfombra. Ya estaba lloviendo fuerte y el simple hecho de beber algo caliente con Laura a mi lado me relajaba en totalidad. comencé a mirar el texto con los ojos entrecerrados y ella sonto una sonrisa.